Por estas cuestiones de la informática, comencé a ver la película sin sonido y tardé unos minutos en darme cuenta que en realidad había un texto. A pesar de que el narrador sea el apreciable Paul Giamatti, compruébenlo ustedes mismos bajando el volumen, su participación no aporta nada. No entiendo el empeño de cierto cine por subrayar lo que las imágenes pueden explicarnos por si solas, especialmente en obras como esta que lo consiguen brillantemente. Muy al contrario, limitan su capacidad para sugerir, al imponernos una lectura unívoca del relato.
Conclusión: una obra sencilla pero bonita e inteligente, por este "detalle", se pierde un par de puntos en mi valoración.

No es una de las mejores películas del maestro, pero merece la pena verla. Formalmente no hay muchos elementos que la distingan de una obra del Hollywood de aquel tiempo. Como en muchas otras ocasiones, el gran Shimura Takashi le roba (una vez más) el protagonismo a la estrella Mifune en el duelo interpretativo. Pero lo que más me ha sorprendido es el tema que trata. No imaginaba que en el 1950 el acoso de la prensa del corazón a los famosos ya fuera un tema relevante. Al parecer, el propio Kurosawa se vio envuelto en algún problema por la difusión en alguna publicación sensacionalista de su romance con la actriz Takamine Hideko, por lo que decidió escribir y rodar esta historia.

A saber:
1.Exceso de metraje
2.Exceso de persecuciones
3.Exceso de primeros planos dràmaticos (incluso una gran interpretación y una cara preciosa como la de Naomi Watts llega a cansar, cuando se sale de su justa medida)
4.Exceso de repetición de situaciones
5.Exceso de cámara lenta (muy bien usada en un principio, pero que acaba siendo especialmente irritante por el abuso)
6.Exceso de zoom-in ---> close-up
7.Exceso de bicharracos
8...
9...
...
Hombre, tampoco hay que ir de ingenuo. Tratandose de un remake de una de las películas más míticas de la historia del cine, cuyo principal atractivo es un gorila de taitantos metros y realizada por alguien que se atrevió a adaptar El señor de los anillos a la gran pantalla, era de esperar una demostración de megalomania.
Una verdadera lástima, el resultado es una película buena cuando el material era par una excelente:
La historia tiene sustancia de por sí, pero además el guión la exprime muy bien en sus diferentes posibilidades. Logra incluso alejar ciertos atisbos de misoginia que se les podian colar facilmente (blondies aren't silly!), presentando unos personajes sólidos. Quiza merezcan un cierto reproche al no haber sido capaces de explotar algo mejor al rudo capitán de barco, cuyas motivaciones no quedan muy claras y que acaba desapareciendo.
Las interpretaciones son más que aceptables. Cabe mencionar a Andi Serkis, y no precisamente en su papel de cocinero, sino dando vida al protagonista absoluto, una interpretación que, como no se le reconoce, dificilmente le serà reconocida(!). Destacaré sobre los demás, como no podia ser menos, la maravillosa actuación de la señorita Watts. Brillante.
La ambientación inmejorable, inquietante cuando era requerido y perfecta en cuanto a la reproducción de escenarios de época en la parte de Nueva York. Los efectos especiales sólo estan mal por su abuso.
En cuanto a la narración, al fondo de la historia y lo que se pretende transmitir, simplemente magistral. El Nueva York de los años 30 no se nos muestra sólo como escenario, si no conextualizada en su complejidad socio-política. Interesa también una cierta reflexión sobre la industria del cine y, al hilo del personaje de Frank Black (al que Jackson caracteriza como un remedo de Orson Welles), sobre la ambición desmedida, el contraste civilización-naturaleza, el contexto de la gran depresión económica... mueve a reflexión. La relación Ann Darrow-Kong es maravillosamente conmovedora, totalmente convincente, ... Una lástima heberlo desperdiciado.
Se puede ejercer de megalómano haciendo una gran película, y eso es lo que promete el magnífico primer tramo del film. Y eso es lo que confirma el maravilloso desenlace. Cuando salga el DVD (y pueda saltarme seis o siete capitulos de la dichosa islita) le pondre un 9 o 9'5, aunque... !Aún se le puede ocurrir lanzarlo en versión extendida!

No descubro nada hablando de la gran interpretación de Jaenada, que destaca aún más por no haberse visto muy bien arropado por el resto del reparto. Verónica está justita, a mi no me convenció ni una "mihita" su acento, forzadísimo, pero peor por ejemplo el que interpreta a Paco de Lucía. Sí destacaria el buen hacer de Tomatito.
La película tiene un arranque interesante, luego se hace un poco tediosa y poco original en la infancia e inicios del cantaor para retomar el interés en el último tramo. A partir de el ingreso para la desintoxicación la película adquiere profundidad y soluciones narrativas más imaginativas.
El final impecable, en el punto justo para emocionarte sin caer en escenas morbosas y previsibles.
La cinta no llegará a ser tan mítica como su homenajeado, pero es recomendable, especialmente por disfrutar una vez más con la voz del maestro.

Lo mejor de la película, que sin duda es superficial, es que acepta sus carencias. No hay pretensión de trascendentalidad, como si ocurría en otras adaptaciones como Hulk, de modo que la opción escogida es el humor. El resultado es una de las adaptaciones de Marvel (de cómic en general) más divertidas, aunque a todos nos gustarán más otras, como Batman Begins. Cierto és que este tipo de planteamiento ya lo hizo Tim Burton en su primer Batman consiguiendo una mucho mejor película, pero no todos los directores son genios...
Me gustó la parodia que supone el personaje de Antorcha de los personajillos que buscan la fama a toda costa, oportuna en esta época de Operaciones Triunfos, Grandes Hermanos y Salsas Rosas.
También valoro que no se haya caido en el fácil abuso de efectos especiales espectaculares, consiguiendo que puedas tener un mínimo interés en seguir la história (por floja que sea) más allá del puro entretenimiento.
En el aspecto negativo las típicas pinceladas de patriotismo gringo y algunos chistes y situaciones de parvulario. Muy fuerte la mujer de La Cosa, que baja a la calle con el picardías y rechaza al marido de forma grotescamente tópica, por ejemplo.
Las interpretaciones flojillas.