Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Críticas de Harry Lime
<< 1 4 5 6 10 11 >>
Críticas 53
Críticas ordenadas por utilidad
9
20 de septiembre de 2005
66 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas veces el rostro de una actriz ha transmitido tanto dolor, sufrimiento interior y patetismo como el de R. Schneider en ese plano magistral y sublime, en el que con las lagrimas deslizándose por sus mejillas le suplica a un Fabio Testi confuso que no le haga más fotografías. A partir de aquí nos sumergimos en un mundo donde la tragedia vital de tres seres humanos nos arrastra hacia un torbellino de sentimientos desatados y a menudo contradictorios, donde la relación amor-odio se entrecruza con frecuencia con un masoquismo asumido, y donde el amor, incapaz de manifestarse en toda su plenitud busca con desesperación la forma de romper el corsé que se lo impide.
Film barroco y desesperadamente romántico, de un romanticismo del de verdad, del que produce dolor en lo más profundo del alma, “Lo importante es amar” es un film donde sus protagonistas son seres derrotados, sin esperanza, sin futuro, y tal vez sin pasado, que tienen asumido su destino. A. Zulawski, con su cámara nerviosa nos adentra en el mundo sórdido de tres personajes al borde del abismo, y lo hace con infinito amor, haciéndonos participes de sus sentimientos, de sus angustias, de su dolor, de su desesperación, pero evitando pudorosamente la tentación de juzgarlos. Film de miradas y de silencios que reflejan el intenso sufrimiento de unos seres humanos con el corazón y el alma destrozados, pocas veces unos actores han sido tan poco ellos y tanto los personajes que interpretan. Que decir de R. Schneider que no se haya dicho ya, actriz que reflejaba en su rostro y en sus interpretaciones el drama en que se había convertido su vida personal, nunca estuvo mejor que en este film, donde el personaje de Nadine Chevalier le permitió desnudar públicamente y sin ningún asomo de falso pudor su alma de mujer atormentada. Un Jacques Dutronc soberbio como el esposo enamorado capaz de todo por la mujer de su vida, por la mujer a la que ama más allá del amor, y un Fabio Testi que no desentona en absoluto frente a dos interpretaciones tan sublimes completan el trío protagonista.
Film simétrico en su estructura, con uno de los finales más bellos y desgarrados de la historia del cine, que sin embargo deja la puerta abierta a un atisbo de esperanza, “Lo importante es amar” tiene el privilegio de contar además con una de las partituras más sublimes e intensas del malogrado G. Delerue, que potencia hasta el infinito el romanticismo desaforado de un film trasgresor, que te conmueve y te deja con un nudo en la garganta y en la boca del estomago como pocos en la historia del cine.
Imprescindible verla en V.O.S.


Francesc Chico Jaimejuan

Barcelona 20 de septiembre de 2005
Harry Lime
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
23 de septiembre de 2005
67 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el panorama cinematográfico actual, con guiones-basura que no tienen detrás nada más que la “nada más absoluta” y sometido a la tiranía de los efectos especiales, encontrar un film honesto como “Los fabulosos Baker boys” con una dirección competente que utiliza una narrativa clásica, sustentada en un excelente guión, se transforma en todo un estimulante hallazgo que nos devuelve la ilusión por una forma de hacer cine que creíamos desaparecida para siempre.
Partiendo de una premisa atractiva, -dos hermanos que actúan en salas de fiesta como pianistas contratan a una cantante para que revitalice y relance su espectáculo-, que pudo acabar una vez más en un producto vació de contenido, el film se eleva con facilidad y nos ofrece un interesante estudio sobre la condición humana. La delgada línea que separa el éxito del fracaso, los sueños que perdemos a jirones a lo largo del camino, la dificultad para comunicarnos y la imposibilidad de alcanzar la felicidad son los ejes básicos de su discurso. Con unas interpretaciones memorables de los hermanos Jeff y Beau Bridges destaca, sin embargo, la deslumbrante “performance” de una Michelle Pfeiffer pletórica que firma su mejor interpretación hasta el momento. Dando un autentico recital como actriz, valiente a la hora de asumir el riesgo de cantar, aún le quedan agallas para ofrecernos un numero fascinante -su sensual actuación cantando con un precioso vestido rojo sobre el piano que toca J. Bridges- que ha pasado por derecho propio a la iconografía del cine. Sencillamente inolvidable.
Profundamente triste y romántico, cáustico y agridulce a partes iguales, sin hacer concesiones gratuitas a la galería es, sin duda, uno de los films más interesantes y bellos del cine americano de los últimos años, y deja en evidencia a aquellos que opinan que las buenas historias no interesan a nadie, olvidando que lo clásico es siempre lo más moderno. Imprescindible para cinéfilos nostálgicos.


Francesc Chico Jaimejuan

Barcelona 23 de septiembre de 2005
Harry Lime
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
26 de julio de 2006
71 de 82 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un mar embravecido, las olas rompiendo con fuerza contra las rocas, la música de Miklos Rozsa punteando las imágenes y unos rótulos que van pasando cuya ultima frase dice ...”en un anochecer de octubre de 1757 un niño llegó en busca de un hombre al que creía su amigo”. Así comienza “Los contrabandistas de Moonfleet”. Obra de encargo -rodada íntegramente en estudio- se ha convertido con el tiempo en un film de culto y en una de las cumbres del cine de aventuras y de la filmografía de Fritz Lang.
El pequeño John Mohune (Jon Whiteley) irrumpe en la vida de Jeremy Fox (Stewart Granger) como un huracán y con el su pasado. El recuerdo de la madre del niño reabre viejas heridas del alma torturada de Fox y su mundo se derrumba, se rompe, se hace añicos y ya nada volverá a ser igual para el a partir de ese momento. Hermoso canto a la amistad teñido de un profundo romanticismo poético, a través de la mirada inocente y limpia del niño asistimos fascinados a un doble viaje mediático, el del pequeño John que ira descubriendo la vida, como si de un juego lleno de aventuras se tratara, de la mano de su amigo y el de Fox, que con sus esquemas vitales rotos camina de forma consciente y plenamente asumida hacia un destino inexorablemente fatalista, en el que sin duda alguna es uno de los finales más bellos y líricos de toda la historia del cine.
Un brillante guión adaptado, la soberbia dirección artística, la inspirada partitura del gran Miklos Rozsa y la atmósfera fantasmagórica que le confiere la gótica fotografía en color de R. Planck, bajo la magistral dirección y puesta en escena de un Fritz Lang que despliega ante nuestros ojos un auténtico master de sabiduría narrativa de ritmo y pulso implacables, hacen de la visión de este film intimista, profundamente triste y de una belleza visual apabullante una de las experiencias más excitantes y gratificantes que se pueden vivir en la oscuridad de una sala de cine. Menospreciada en el momento de su estreno, “Los contrabandistas de Moonfleet” emerge hoy como una joya indiscutible del séptimo arte y guarda celosamente en cada uno de sus fotogramas el milagro y el misterio más profundo de la creación artística y la esencia más pura de la aventura jamás vista en una pantalla de cine. Intemporal obra maestra total y absoluta del cine.

Francesc Chico Jaimejuan
Barcelona 27 de julio de 2006
Harry Lime
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
28 de agosto de 2005
69 de 80 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez más, y ya van unas cuantas, Clint Eastwood nos ofrece otra obra maestra con mayúsculas. Único heredero del clasicismo cinematográfico de los grandes maestros, en el mejor sentido del termino, Eastwood consigue con Million Dollar Baby una obra redonda, que no rehuye adentrarse en todos los registros posibles, desde tiernos momentos de humor hasta el drama más intenso. Con el trasfondo de una película sobre el boxeo, Eastwood lleva el film al terreno y a los temas que a el le interesan.
Historia de perdedores, que luchan por recuperar la dignidad y la autoestima, en Million Dollar Baby se habla de personas, de seres humanos, de sentimientos, de amistad, de complicidades, de fidelidades, y de dolor del de verdad, del que golpea no solo el cuerpo sino también el alma.
Personajes a la búsqueda de la redención de unos pecados de los que quizás ni tan siquiera son culpables, Million Dollar Baby es un retrato desnudo del alma humana. Con un magnifico guión y unas interpretaciones maravillosas por parte de los tres protagonistas principales – que gran, madura y mesurada interpretación de Eastwood -, el film de manera súbita da un giro que te deja fuera de combate por KO y te deja clavado en la butaca conteniendo la respiración, incapaces de captar todo aquello que se nos muestra en la pantalla. Resuelto por Eastwood de forma magistral, tanto a nivel formal como conceptual, hasta llegar al bellísimo final, nos deja con la sensación en el corazón y en el alma de haber asistido a una historia, real como la vida misma, explicada por alguien que conoce muy bien las profundidades más oscuras del ser humano. En definitiva, y como alguien a dicho de Million Dollar Baby, y que yo suscribo totalmente.....”señoras y señores...esto es CINE”.


Francesc Chico Jaimejuan

Barcelona 28 de agosto de 2005
Harry Lime
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
7 de febrero de 2008
60 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los grandes melodramas de la Fox de los años 40, “El filo de la navaja” es uno de los más claros ejemplos de lo que era capaz de conseguir la poderosa maquinaria creativa del Hollywood dorado.
Adaptación de la novela homónima de Somerset Maugham, que aparece en el film como personaje, interpretado por Herbert Marshall, como el referente moral y ético de la conducta de los demás personajes de la historia, “El filo de la navaja” nos sumerge en un terreno altamente resbaladizo, sin caer, sin embargo, en el ridículo, a pesar del misticismo de la propuesta argumental y las dicotomías generosidad, espiritualidad versus egoísmo, materialismo, representados por los personajes que interpretan Tyrone Power y una bellísima Gene Tierney, en un papel no muy alejado del interpretado el año anterior en la sublime “Que el cielo la juzgue”de John M. Stahl.
Cuatro son los pilares fundamentales en los que se sustenta esta maravillosa película: La inspirada dirección del “artesano” Edmund Goulding, el brillante guión, de un equilibrio prodigioso, la maravillosa puesta en escena y la extraordinaria labor interpretativa de un reparto en estado de gracia, encabezado por un Tyrone Power, estelar en el papel de ese alguien que busca ese “algo más”, y una Gene Tierney sencillamente maravillosa como actriz, perfectamente secundados por el aristocrático y cínico Clifton Webb -en un papel hecho a su medida-, la torturada Anne Baxter -que se llevo un merecido oscar a la mejor actriz secundaria- y el sobrio, pero brillante y eficaz Herbert Marshall.
No podemos olvidarnos, sin embargo, de la extraordinaria partitura del gran Alfred Newman, que compuso sus mejores paginas para films de temática espiritual y religiosa, con un tema bellísimo, uno de los más inspirados de su prolífica carrera, de la brillante fotografia en B/N y de la suntuosa dirección artística.
Film trufado de secuencias inolvidables, maravillosamente rodadas, es justo destacar los elegantes movimientos de cámara que utiliza Edmund Goulding para rodar esos largos planos-secuencias, de una cadencia cercana al ballet, y sobre todo los veinte minutos finales del film, con mención muy especial a ese maravilloso plano-secuencia de casi dos minutos de duración que cierra este extraordinario film, a reivindicar con urgencia, y de obligada visión para cinéfilos nostálgicos del buen cine.


Francesc Chico Jaimejuan

Barcelona, 7 de febrero de 2008
Harry Lime
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 4 5 6 10 11 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow