Un gran, efectivo (quitando al de siempre) y algo desaprovechado reparto acompaña a un guión bien trazado, aunque no exento de una considerable previsibilidad.
Lo único que sorprende es no ver a Stallone repartiendo patadas a todo lo que se mueva. Aun así, sus fans no se sentiran decepcionados ya que su papel no dista en exceso del de otras obras suyas. Su expresión es la misma en cada escena, en cada película y en toda su carrera, tanto si está follando como jugando al ajedrez.
Por lo demás el film cumple su cometido.

No sabria decir si es mérito del guión, de cómo transcurre (no en vano, el argumento justifica sobradamente el método de desarrollo), del mensaje que transmite o de la perícia del director a la hora de juntar todas las piezas. Pero el resultado es de lo más ingenioso y brillante que se puede ver en el cine en lo que va de siglo.
Una película de culto.

Y ni eso.
No decepciona dado que su sipnosis y actor principal ya no auguran ningún buen presagio. Al terminarla solo puedes rendirte a lógica.
Entretiene a ratos, pero le cuesta sudor y lágrimas elaborar un gag digno de una comedia decente.
Solo podria ser más tonta si durara más. Por lo tanto y, a pesar de alguna escena aislada, solo la recomendaria a los más pequeños de la casa

La película se sustenta en una droga que aumenta el rendimiento mental de quien la toma en un 80%, un argumento que a muchos puede suscitar curiosidad e interés y que, bien llevado, podria terminar en un film altamente recomendable.
¿Es el caso? Sí, en parte. Hay que reconocer que el interés no decae en ningún momento y la trama se va enrevesando pero con prudencia, sin dejar al espectador vendido y desconectado del guión. Algunos giros argumentales estan ciertamente conseguidos.
Sin embargo tampoco destaca en nada, uno no se quita la sensación de encima de estar viendo un thriller un tanto vulgar donde director y reparto parecen necesitar la misma vitamina que el protagonista.

Desconocia los hechos y seguramente ésta no sea la versión más imparcial para conocerlos, pero la crudeza de sus imágenes es capaz de ablandar al más fascista. Su voracidad deja en segundo plano una trama burocrática bastante conseguida capaz de mantenerte en vilo aún sabiendo su final.
Se agradece que el director se haya atrevido con un tema y otro grupo de terroristas más ocultado por la sociedad, pero que tambien estuvieron ahí.