En esta película se muestran al detalle las conciencias de los personajes, y el debate interno en el que tanto el sacerdote como el protagonista se ven inmersos. Un intenso debate entre los sentimientos y los ideales.

Esto se quedaría en nada si no fuese por las interpretaciones, que dotan a la película de un realismo que sólo el hecho de que la fidelidad a los ideales llegue a tal extremo, hace a los personajes en cierto modo increibles.

Atrevidísima película gore, teniendo en cuenta la época. Ya en los 60's había mentes casi tan disparatadas como la de Peter Jackson a finales de los 80's y principios de los 90's. No sé si Jackson, tomó como modelo esta película a la hora de rodar "Bad Taste" o "Braindead", pero tienen varias cosas en común, y viéndolas todas no sería extraño pensar que "2000 Maníacos" sirviese a Jackson de inspiración, sobre todo para su primera película. He de reconocer sin embargo que, viendo las películas que he visto de este género, Jackson fue quien verdaderamente le sacó partido. Lo que no quita mérito a H.G.Lewis, que con un reparto casi desconocido saca una película de lo más original que cuenta con un ritmo "country" bastante pegadizo y atractivo. Como pega nos encontramos con una calidad interpretativa bastante pobre por parte de la mayoría del elenco.

Impactante documental sobre el fraude del mago Welles, que partiendo de un papel de narrador acaba siendo el único protagonista por encima de los falsificadores. Falsificadores que cuentan los fraudes de sus semejantes en un entramado que llega a la moraleja de que el fraude puede ensalzar el valor de un artista y de que en cierto modo no es más artista el propio artista original que aquel que copia su obra.

Elmyr d'Hory, en principio el centro del documental no es más que una marioneta en manos de la moviola de Welles, que narra las "hazañas" de este falsificador y su biógrafo Clifford Irving que buscando la protección de la clandestinidad se afincan en Ibiza, pero no en la Ibiza española, seria y tradicional, sino en la Ibiza que parece no pertenecer a ninguna nación, y pertenecer a todas a la vez.

Así es, de eso y poco más (sin menospreciar al equipo técnico), es de lo que se sirve el Maestro Polanski para hacer uno de sus primeros largometrajes, con sólo 29 años. Parece mentira.

Una película tan real en la que se exprese la lucha psicológica de dos hombres por algo que viene de tan antiguo como la propia vida. Como dos ciervos en celo enfrentando sus ideas y habilidades a modo de cornamentas. Sin embargo esta lucha en lugar de ser cruel y violenta, se muestra la moyoría del tiempo a través de sutiles humillaciones y pequeños gestos.

Una obra fascinante.

Es una película enmarcada en el año 1979, pero que trata de forma sublime un tema de rabiosa actualidad como el fundamentalismo islámico.

La película muestra como un joven se corrompe al oír las "bonitas palabras" de lo que viene a ser la interpretación extremista de la "Guerra Santa" proclamada por el Islam. Es sorprendente como la corrupción lleva al joven a abandonar todo lo que es verdaderamente importante. Todo esto lo muestra de una forma que engancha, mostrando también otra cara más positiva de la cultura islámica con la música, la danza y las celebraciones, pero también algo más importante la tolerancia hacia otras creencias, esta es mostrada por la madre del joven en las lecciones que da sobre el Corán.

En resumen, la película transforma la pantalla en una interesante ventana hacia una historia y una cultura lejanas al panorama histórico-cultural de occidente.