Dos estrellas más o menos del momento reunidas en un 'western' futurista con un director, aparentemente eficaz, pero que no logra cuajar por culpa de un guión que hace aguas por todos los lados. Variante motera de "Dos hombres y un destino", el arranque no está mal pero pronto la historia degenera en una especie de cómic simplón que desperdicia tontamente todas sus posibilidades.

Hace unos años, el propio Rourke reconocía el error de este trabajo. Y es que claramente no se le ve agusto del todo (normal, venía de hacer otro tipo de películas en los 80's) y aquí empezaba una década (los 90's) que no le fueron muy propicios. Por el contrario, Don Johnson está cómodo en su papel y es que estaba en otra situación: relanzando ('Tiro mortal, 'Labios ardientes'...) su aparcada carrera cinematográfica después de su éxito televisivo. De cualquier forma, hay buen 'feeling' entre ellos y justamente eso y su banda sonora es lo único salvable del film junto con algún momento ocasionalmente afortunado (spolier).

Lástima, este 'dúo dinámico' merecía una buena peli de acción. De todas formas, si no se es muy exigente puede valer para pasar la tarde.

El primer largometraje como director del televisivo Paul Michael Glaser ("Starsky y Hutch") bajo el manto protector de Michael Mann como productor. Ambos ya coincidieron en idénticas labores en algunos capítulos de la famosa serie de los 80: "Corrupción en Miami".
Sin alejarnos mucho de ese estilo ni de la ciudad, se realizó este trabajo contando con un reparto de caras semidesconocidas (spolier), capitaneadas por el buen actor de reparto Stephen Lang (en estos días de moda por su papel de ciego en la emocionante "No respires"). Él es el quien lidera y educa a estos cinco jovenes inadaptados: primero, para poder salir de su penosa situación y segundo, para poder sobrevivir en las duras calles de la ciudad.

La película parece en realidad un capítulo más de la serie, por supuesto, mucho más trabajado y elaborado pero con su mismo 'look' ochentero. La acción está bien dosificada pero lo que resalta en la película es la relación entre estos chicos, que deberán aprender a convivir y ayudarse entre ellos (como los cinco dedos de una mano).
Con una buena fotografía y sobre todo, con una soberbia banda sonora (mas spolier) cuyo tema principal interpreta y compone Bob Dylan con los "Heartbreakers" de Tom Petty, es un discreto y eficaz divertimento que hará las delicias de los enamorados de aquella época.

Hay películas que tienen para cada uno de nosostros mucho mas valor sentimental que cinematográfico. Recuerdo haber visto ésta en el antiguo cine Rex de la Gran Via madrileña en una la sala abarrotada de críos y chavales. Al acabar la peli, todos aplaudían a rabiar. Eran otros tiempos.

Si que es cierto que en esa época se hicieron una serie de largometrajes que tenían como puntos de referencia: la tradición para todos públicos de Walt Disney mezclada con los efectos y la 'modernidad' de la Factoría Spielberg. De ahí que surgieran films como "Lady Halcón", "El secreto de la piramide", "Regreso al futuro", etc. Y su éxito yo creo que radicaba precisamente en que no eran peliculas infantiloides y fáciles sino que estaban pensabas para entretener al gran público y poder verlas en familia.

"El chico que podía volar" no sé como quedaría vista en hoy en dia. Hace tiempo que no la reviso. Seguramente su final (spolier) no me entusiasmaría pero creo que el resto sí. Esa familia sin padre que se traslada a un nuevo barrio e intenta salir adelante mientras congenia con ese vecino adolescente al que todos toman por loco sigue teniendo cierto encanto.

Me faltaban pocas películas por ver de la filmografía de Garci y aprovechando un reciente pase televisivo puede, por fin, ver ésta que nos ocupa. Reconozco que no soy ni de los que aman ni de los que odian su cine. Me gustan algunas suyas, sobre todo de la primera etapa, más que nada porque están hechas en un momento que yo considero apasionante como es el de la Transición y recogen bien ese aire que se respiraba entonces. Puede que casi todas ellas hayan envejecido mal pero para mí son más frescas y apasionantes que las adaptaciones de clásicos que hizo después (aunque "El abuelo" me parece muy buena). También tengo que decir que alguna me ha parecido infumable ("Sesión continua").

Pues bien, estabamos en ésas cuando aparece Jesús Puente hablando a la cámara y la cosa no empieza bien. Intento olvidar ese estúpido prólogo pero el egocentrismo y la verborrea del protagonista me parece estomagante. Avanza la película pero no puedo con el personaje, es pura retórica. No solo nadie habla así sino que me retrotrae a algunas peliculas de Woody Allen de aquellos años que el director ha digerido mal. La culpa no es del actor (spolier), simplemente lo que sale por su boca es tan ridículo y artificioso que agradezco la aparición de otros personajes y los bonitos paisajes de Gijón. Aunque no mejora mucho, se agradece las escenas de Teresa Gimpera y sobre todo, la presencia y el buen hacer de Victoria Vera (actriz totalmente desaprovechada en el cine).

Puede que esta película tuviera algún sentido en el momento en que se hizo pero no solo ha envejecido fatal sino que es de las peores de su premiado director. No hace falta tanto diálogo absurdo para contar esta historía, que menos mal no dura mucho, aunque se hace pesada.

Para mí lo único destacable es el apartado técnico: la fotografía y la música (en esto Garci casi nunca falla) y el trabajo de las actrices.