En un mundo postapocalíptico del que no conocemos casi nada, un hombre y su hijo viajan hacia el sur huyendo del invierno.

Esta road movie representa la dureza del mundo, la maldad del ser humano ante la necesidad, lo difícil que es ser bueno en un mundo cruel y que el amor entre padres e hijos es real y necesario.

Casi dos horas de metraje en las que cada minuto cuenta. Si bien no es espectacular, no se hará lenta para el que aprecie las cosas bien hechas.

Los infinitos se dividen en nihilistas y creyentes. Son humanos que se reencarnan manteniendo sus recuerdos y habilidades.

El protagonista es un infinito que ha perdido la memoria y se verá inmerso en una guerra que se lleva a cabo desde tiempos inmemoriales.

Ambas facciones buscan un artefacto que puede acabar o perpetuar la especie humana.

Spectra amenaza con destruir una ciudad de EEUU si la OTAN no cede a sus exigencias económicas. Una trama terrorista vaga da pie a una de mis películas "menos favoritas" de Bond.

Si bien la acción es buena y los escenarios se amplían hasta bajo el agua, encontramos una película facilonga con un Sean Connery ya afincado en el papel, que parece no esforzarse demasiado.

No llega a la altura de ninguna de las tres anteriores entregas.

Es sin duda la mas entretenida de las tres primeras películas de Bond, que además es Connery.

La manera que Goldfinger tiene de acabar con sus enemigos, lo ambicioso de sus planes y los subalternos de los que se rodea, como Oddjob, hacen de esta la más caricaturesca de las películas de 007. La bravuconería de James ha crecido, es más machito y machista que en las anteriores entregas y su humor es sarcástico y de chascarrillo. Casi parece un héroe de cómic al estilo Dick Tracy.

Junto a Dr. No, estamos ante el máximo exponente de lo que es y debe ser Bond. Solo que aquí se separa un poco de Fleming y se crea al fin el personaje de cine, adaptado al público, que todos conocemos como el agente 007, James Bond.

Bond persigue a Spectra a través de medio mundo sin despistar al espectador ni darle un momento de tranquilidad.

Tras Dr. No, tenemos esta magnifica novela visual de espías. La guerra fría tiene su eco evidente y la lucha de caracteres entre el muy Ingles Bond y el villano rubio entrenado para acabar con él nos lo confirma.

No es quizás el mejor Bond de Connery, pero sí uno de los más representativos de la saga. Forma junto a Dr. No y Goldfinger una especie de trilogía. Entre ellas tampoco es la mejor.