Como ya he dicho en alguna otra crítica, soy un forofo de todo lo relacionado con el Titanic, un barco que desde la niñez quedó grabado en mi mente cuando mi abuela me explicó la historia de este gigante del mar. A lo largo de los años el interés ha ido acrecentándose y he leído y he visto todo o casi todo lo referente al "Barco de los sueños".

És lógico que al celebrarse el centenario del hundimiento,el interés sobre el naufragio vuelva a renacer y el mito vuelva a tomar forma.

Este año hemos visto dos películas nuevas sobre el Titanic, la dirigida por Julian Fellowes que, pienso que no aporta nada nuevo a la historia y la que nos ocupa.

Sangre y acero es una serie basada en la construcción del barco y todo lo que se originó alrededor: Lucha de clases, católicos contra protestantes, independencia de Irlanda, competencia entre compañías navieras.....

Creo que el planteamiento es original y aporta novedades sobre el tema, pero la serie adolece de un ritmo irregular y de unos personajes que no siempre están creibles en su papel, por ejemplo Kevin Zegers y Alessandra Mastronardi como Marc y Sofía respectivamente. Todo y estando bien faltaría más profundidad en su interpretación. No ocurre lo mismo con Derek Jacobi que interpreta magistralmente su personaje repleto de humanidad y de detalles. En general los actores están bien dirigidos y la serie respira una atmósfera de la época muy conseguida dónde encontramos imágenes basadas en las reales del transatlántico.

Como casi todas las series, és inevitable que el final no cumpla nuestras espectativas y en esta concretamente, da la impresión que el final se acelera demasiado vertiginosamente o bien, es que piensan hacer una segunda temporada.

En cualquier caso es de agradecer esta nueva serie sobre el Titánic y las novedades que aporta y sigo pensando que este gran buque perdurará en la memoria hasta el fin de los tiempos y que no será la última película que veremos sobre él.

Excelente película, quizás la mejor, sobre la ópera de Puccini. No me estoy refiriendo a la mejor versión de la Boheme, sinó al resultado cinematográfico.

La ópera, en general, es un género que por sus características, resulta muy difícil de plasmar en la gran pantalla sin caer en un producto visualmente poco convincente y sobretodo poco natural y aburrido.

Robert Dornhelm, sabe muy bien lo que hace y también conoce muy bien esta ópera de Puccini, sin duda, su obra maestra, junto a Tosca y Madama Butterfly sin olvidad la inacabada y espectacular Turandot. La cámara se convierte en un personaje más de la obra y nos dice cual es el camino a seguir en la filmación de este grandioso género musical.

Los protagonistas cumplen excelentemente su cometido, especialmente la pareja de amantes,Rodolfo y Mimí. Es esta pareja una de las mejores que actualmente podemos encontrar y comparable a otras grandes del pasado como,Freni-Pavarotti, De los Ángeles-Bjorling, Tebaldi-Bergonzi.....añadiendo su convincente actuación y naturalidad de interpretación.

Despues de ver esta película, tienes un sabor amargo en el estómago. La angustia se va introduciendo en el espectador y no sabes porque cuando acaba la película tienes la necesidad de salir a la luz del dia y comprobar que estás en la realidad.

Este no es un terror fácil y no hay ninguna concesión al espectador, tan acostumbrado en el cine de género actual. El terror que nos propone Antii-Jussi Annila, es más psicológico y penetra en profundidad en nuestra mente tocando fibras que no nos place ver.

Si lo que se pretende ver son sustos, sangre y vísceras, esta no es la película adecuada.

Padre viudo, convive con hijo gay, los dos buscan pareja para rehacer sus vidas. El padre por medio de un anúncio en el periódico conoce a una viuda....casi lo consigue hasta que ella conoce la identidad de su hijo y aquí empiezan los problemas......

Con este argumento, sencillo y quizás tópico, se desarrolla este film, sincero en su planteamiento y también en su desarrollo. Rusell Crowe consigue una buena interpretación bien secundado por el resto de actores. Quizás la película debiera ahondar más en los sentimientos de los personajes, pero consigue que en más de un momento el espectador se emocione. Está muy conseguido los comentarios a la cámara que hacen padre e hijo y quizás sea lo novedoso de este film.

Debo decir que si en el libro de Boyne me ha impactado su lectura por la sencillez y el pequeño detalle que consigue emocionar profundamente y condenar de nuevo el genocidio del pueblo judío y la solución final, la película estando bien realizada, tiene un punto de fríaldad con los personajes que hace que no esté al nivel de la novela, porque son los pequeños detalles los que consiguen tocar las emociones más íntimas y transmitirnos el mensaje de un acto incalificable y que deja al ser humano a la altura de la peor de las alimañas que habitan el planeta.

Con todo lo expuesto hay que alabar la interpretació de los dos niños, sobretodo el que interpreta a Bruno, por su naturalidad y convicción. También hay que decir que la película está pensada para todos los públicos y lógicamente público infantil y por lo tanto se han dulcificado el ambiente y las escenas de esta fatídica y reciente historia que,por otra parte, conviene no olvidar nunca.