La antología final del grupo de cómicos sirve como carta de presentación de los mismos. El Sentido de la Vida es una sátira absurda de muchos aspectos de la vida, y presenta varios sketches que aúnan como nunca el humor absurdo con el inteligente con la especial gracia y magia de todas las producciones que nos dieron.

Si bien sigo pensando que una cinta así tendría a día de hoy menor repercusión y sería juzgada por ese humor absurdo y a veces tonto y básico, entiendo El sentido de la vida como un paso más allá en producción y cinematografía. Considero que se les va un poco con el tema de las canciones, aunque individualmente son buenas.

He de decir que es la primera película que veo de esta pareja, por lo que mi contexto es distinto. Esperaba una comedia centrada en las típicas bromas de drogas y similares para quinceañeros, y acabé encontrando una película lo suficientemente absurda para mi exigencia.

Sin duda una gran opción navideña, más inteligente de lo que pensaba en términos de ritmo. Buenas escenas que garantizan más de una carcajada y una excusa navideña más. Se ve muy bien independientemente de las demás.

Un horror de película a la altura del terrible diseño del monstruo. Mother Krampus es un pseudo producto amateur con cierto presupuesto que no sobrevive a lo exótico de su propuesta. Una película olvidable, mal hecha y que no sirve ni para reirse de ella entre dulces navideños.

Estúpida en su concepción, nunca mejor dicho, y con un aire de telefilm de bajo presupuesto que no se lo quita ni con su cierta ambición, sí, pero también diferente a lo que suelo ver en navidades dentro del género de terror.

Cansado de papa noeles asesinos, Red Christmas toma la navidad como escenario y presenta un asesino distinto. Es mejor que no te hagas muchas preguntas y simplemente la veas y saques de ella lo único bueno: la capacidad que tiene para despertar ciertos sentimientos negativos que no esperas en una película de este nivel. Las muertes son relativamente creativas y atrevidas y no tiene grandes complejos a la hora de mostrar sus intenciones.

Digamos que, dentro de lo malo, encontré en ellas razones suficientes para no sentir que había tirado el tiempo a la basura.

Aunque es insuficiente, consigue recuperar el "espíritu navideño" de las primeras entregas que se había perdido por completo en la saga, sobre todo en la cuarta parte la cual no tenía nada que ver con todo lo visto por entonces. Todavía con la mano de Yuzna presente, esta quinta entrega hereda el nombre y nada más, pero por lo menos cumple en su fución de "película mala de terror para ponértela en la resaca navideña".

Lo dicho, podéis quedaros con la primera parte únicamente, y ver también la segunda siempre y cuando obviéis esos 45 minutazos de flashback iniciales. A partir de ahí, no se os ocurra atravesar la puerta hacia las siguientes.