Humor negro y surrealista que no evita, sin embargo, cierta semejanza con la vida real y con el calvario que sufren ciertos preadolescentes en todos los institutos y escuelas de todas las ciudades, por no cumplir los cánones de carisma y belleza establecidos por esta sociedad a veces demasiado cruel y competitiva cual jungla.

Llama mucho la atención la enorme disparidad entre los tres hermanos, no sólo en su carácter (que es comprensible), sino en su físico (lo que ya no es nada comprensible y desafía las leyes de la genética). No digo con esto que no debían haber elegido al guapo de Brad Pitt como actor principal de la película. Pero al menos los actores que encarnan a sus hermanos no deberían haber sido tan feos en comparación con él. Y eso es lo primero que llama la atención de la película, que parece hecha única y excusivamente para el lucimiento personal de Brad Pitt.

Película sin sustancia alguna donde vemos a un Joaquín Cortés penoso como actor y donde sólo luce tipo, pasea por las calles de Granada y se pasa por su lecho a casi todas las protagonistas. Un film plagado de personajes y escenas que sobran. Un guión que debería ser insultante para la raza gitana y para el propio Pérez Reverte que debe ver esta película con vergüenza. Algo de genialidad en los pocos segundos de Pilar Bardem. Se salva de la máxima puntuación negativa gracias a una banda sonora que repasa buenas canciones de buenos grupos del género y de la época.