Hay un dato que se comenta en esta película que yo había leído en un libro, hace unos años, la mayoría de los cowboy que se dedicaban a criar y domar caballos y también a conducir ganado, eran negros, un trabajo duro y no siempre bien pagado, una realidad que la historia oficial ha ocultado. Por otro lado la historia del hijo marginal que se ha criado en los suburbios de un gran ciudad, sometido a las tentaciones del tráfico de drogas y el dinero fácil, que tiene la oportunidad de retomar su vida con unos valores y una forma de vida algo obsoleta hoy en día, pero que le sirve para reivindicarse y para recuperar a su padre, un Idris Elba que derrocha carisma, un hombre que aprende a ser padre otra vez.

Olivier Marchal nos ofrece otra de sus típicas películas policiacas , con lo de casi siempre, polis duros y con pocos escrúpulos, pero efectivos en sus acciones, con personalidades atormentadas y vidas privadas que dejan mucho que desear, por otro lado jefes y superiores arribistas y ambiciosos. Sin olvidarnos de los criminales malos a más no poder.Todo esto mezclado con el saber hacer tan francés, que aprovecha los recursos del cine de acción americano con lo mejor de cada uno, un estupendo divertimento para deleitar al aficionado del noir.

Un estupendo, aunque injustamente olvidado western, con un par de actores como Robert Ryan y Burl Ives que siempre te solucionan la papeleta. Un western en el que prima la psicología de los personajes por encima de la acción y los tiros, el conflicto entre el viejo oeste y el nuevo, entre los que llegaron primero y los que llegaron después .La situación con la toma de rehenes en un pueblo totalmente aislado está muy bien resuelta, con bastante realismo y con una gran tensión dramática, asi como la parte final en las montañas, el señor André De Toth se merece un lugar entre los grandes por derecho propio, un western a reivindicar.

Esta es una de esas peliculas que uno no se cansa de revisar cada cierto tiempo . A pesar de que no es una adaptacion muy fiel a la novela en la que se basa,( por cierto otra obra maestra), el señor Lang hace suya la historia con la inestimable colaboración de un magnifico grupo de actores entre los que destaca un excelente Stewart Granger en su mejor momento.La bella fotografia de tonos góticos y sombríos y un elenco de secundarios para quitarse el sombrero, el ritmo no decae en ningún momento y sus dos horas de duracion pasan en un suspiro, en resumen una pelicula para disfrutarla de niño y requetedisfrutarla de mayor.

Tengo que reconocer que he leído casi todos los libros de George Mcdonald Fraser, son muy buenos y tienen una gran labor de documentación detrás, una de las principales bazas de los libros son los monólogos interiores del protagonista en los que aprendemos a conocerlo bien y también a reírnos un rato a gusto con su cinismo y cobardía. En la pelicula estos monólogos no salen y eso le reta enteros para conocer la ideosincrasia del personaje, a pesar de todo se nota la mano en el guión del autor , ya que es bastante fiel al libro original . El gusto por el humor físico de Richard Lester asi como su gran capacidad para la sátira cachondeandose de ingleses y alemanes por igual, con un divertido Oliver Reed como el estirado y terrible cabeza cuadrada von bismarck, o Alan Bates en un papel nada acostumbrado en el , el de un simpático canalla, acostumbrados a verlo en dramones trascendentales y por ultimo un Malcolm Mcdowell en su mejor momento hace suyo al personaje que interpreta, las escenas de acción son manifiestamente mejorables pero en general la parodia de una aventura tan clasica y decimonónica como "el prisionero de zenda" divierte y entretiene que de eso se trata.