No me importa que una película tenga un ritmo pausado, me gustan las películas de artes marciales, me encanta que una película tenga una estupenda fotografía. Pues bien, "The Assassin" tiene todos estos ingredientes, y no me ha gustado nada, es más, me ha parecido un tostón de dimensiones cósmicas.

Efectivamente la fotografía de la película es un auténtico prodigio, una hermosísima sucesión de fotogramas que en ocasiones apabullan; estamos quizá ante una de las cumbres artísticas en este apartado del cine de los últimos años. Aunque si prodigiosa es la fotografía, más prodigiosa es aún la habilidad que tiene Hou Hsiao-Hsien para provocar el aburrimiento y el sopor más abrumadores.

Dejando al margen el apartado de fotografía, la película no hay por donde cogerla: historia plana, un ritmo injustificadamente lento, que digo lento, en ocasiones, parado, no hay forma de empatizar con los personajes o engancharse a la historia. Un auténtico despropósito.

Las artes marciales prácticamente brillan por su ausencia, lo cual, pues bueno, para una película que se presenta como enmarcada dentro de dicho género, pues no deja de resultar "simpático". Que nadie busque en este fiasco aproximaciones artísticas de alto nivel al género al estilo de lo que hizo Ang Lee en la muy apreciable "Tigre y Dragón", o de la fantástica trilogía formada por "Hero", "La Casa de las Dagas Voladoras" y "La maldición de la Flor Dorada", que firmó el gran Zhang Yimou hace unos años. "The Assassin" es otra cosa, es un pestiño de categoría.

En fin, una lástima que una fotografía tan maravillosa haya sido desperdiciada en un film tan vacuo y exasperante por el tedio que provoca.

A quienes acometan el acto heroico de llegar hasta el final de la película, reseñar que al menos tienen una pequeña recompensa pues hay un tema musical bastante chulo acompañando a los títulos de crédito.

3 puntos para la plomiza "The Assassin", todos para su fotografía.

No es "Sully" una grandísima película, se trata de un film rodado por un señor de 86 años con una sabiduría y saber hacer envidiables. De hecho, si esta "Sully" no hubiera estado dirigida por el Maestro probablemente ni siquiera me hubiera interesado en verla, y eso que cuenta con una buena dupla de protagonistas como Hanks y Eckhart, pues el tema tampoco es que a priori me interesase demasiado.

Así las cosas, uno empieza a ver la película y al poco rato uno empieza a sentir como el viejo Maestro envuelve con su talento toda la historia, que fluye de forma armoniosa, cine de calidad, de aromas clásicos, con buen trato a los personajes. Nadie trata ni ha tratado el factor humano como Clint, aunque no estemos ante una de sus magnas obras al estilo de "Gran Torino", "Million Dollar Baby", "Mystic River", "Un Mundo Perfecto" o "Sin Perdón", la sensibilidad única de esta leyenda viva del Séptimo Arte todavía sigue ahí presente.

En fin, de nuevo un placer ver una película tan bien dirigida por el Maestro, una figura singular que nos sigue regalando una forma de hacer cine sencilla, sensible y humana, algo tan difícil por lo que parece en el panorama cinematográfico actual repleto de mediocridades, histerismos y pedanterías banales.

¡LARGA VIDA A CLINT, MAESTRO ENTRE MAESTROS!

En mi opinión es escasa la nota media de 5,2 que ahora mismo ostenta esta "Perros rabiosos", pues me parece merecedora de estar al menos entre el 6 y el 7. Nos encontramos, una vez más, ante uno de esos films policíacos, secos, duros, sin concesiones, que nuestros vecinos franceses fabrican como rosquillas, y casi siempre con buena calidad.

No alcanza "Perros rabiosos" el alto nivel de los últimos trabajos de Olivier Marchal, actual referente en Francia del género policíaco, como la serie "Braquo" o la formidable "Los Lioneses", pero estamos ante un film intenso, con una trama que se desarrolla con fluidez, y cuya hora y media de duración se pasa volando. La destacable fotografía y una banda sonora adecuada para sumergirnos en ese clima retro ochentero que tan bien sienta a este tipo de historias, también ayudan a mantener el interés con el que se ve esta película.

Un 6,5 para esta historia de atracadores acorralados, de estos perros rabiosos cuya huida, quizá, no tenga retorno.

Es bueno que una película de ciencia ficción tenga aspiraciones, la ambición de contar cosas sobre la naturaleza de los seres humanos y la ¿sociedad? que conformamos es un objetivo loable. Lo malo es cuando esa aspiración se torna en algo artificial, burdo y pretencioso que es lo que ocurre con esta fallida "High-Rise".

La película trata de realizar una metáfora de la sociedad y sus diferentes estratos y clases, a través de la vida de distintas personas en un rascacielos. El símil, aunque poco sutil, podría haber originado un film interesante en manos de un director más capaz que Ben Wheatley, me viene a la cabeza por ejemplo el talentoso Nicolas Winding Refn, cuya visión y estilo quizá hubieran podido dar juego en esta historia. Sin embargo en manos de Wheatley el resultado es una película histérica y además bastante aburrida.

Desde el punto de vista formal la película tampoco se salva. Con un buscado toque feísta y grotesco que pretende ser impactante, lo único que consigue Wheatley es un estilo retro poco conseguido, y bastante deudor de lo peor de la estética videoclipera más chabacana.

En conclusión, una película que ambiciona ser transgresora e importante, pero que se queda en la superficie de lo que quiere contar, a causa de una narrativa torpe y un estilo pomposo a la par que vacuo. Bodrio.

No soy especialmente fan del original en el que se basa esta "Point Break". "Le llaman Bodhi" me parece una película entretenida, con algunos detalles apreciables por lo que a la filosofía que la impregna se refiere, pero poco más. En ese sentido, al no tener en los altares al film original, tampoco he visto este remake en guardia, presto a sacar la espada y lanzar exabruptos ante el primer desliz.

Por otra parte, comprendo la riada de malas críticas y notas nefastas a "Point Break". De partida, un remake de una película más o menos querida ya es un hándicap, si además en algunos momentos se olfatean aromas a estética videoclipera/publicitaria y todo ello lo sazonamos con algunas infames cancioncillas discotequeras (de verdad, alguna de juzgado de guardia) y unas interpretaciones que me da la impresión de que no estuvieron en las ternas de nominados a los Oscars en la categoría de mejor interpretación (ja, ja, ja), obtenemos un blanco perfecto para cosechar críticas demoledoras y calificaciones de ultratumba.

Dicho esto, ¿por qué le doy un 7 a "Point Break"? Pues porque mentiría como un auténtico bellaco si no reconociera que me lo he pasado bomba viéndola. Con todos sus innegables defectos, nos encontramos ante un film trepidante, con un ritmo endiablado que no da apenas un momento de respiro, unas localizaciones impresionantes y una fotografía que raya a muy buen nivel. Además aunque hay algunos diálogos cercanos a la filosofía de baratillo, en el trasfondo general sigue subsistiendo esa apología de la libertad de la que hacía gala el original.

Además, personalmente me ha parecido una buena decisión no centrar toda la acción en el surf, sino en varios deportes extremos, pues ello dota de una muy agradecida variedad al aspecto visual de la película.

¿Darle un 7 es demasiado? Seguramente, igual que un 4,5 de media de nota también es demasiado poco. Es mi humilde forma de reivindicar el disfrute despreocupado de una película verdaderamente divertida sin más complicaciones, que sí, tiene sus fallos, pero sí...¡qué narices!...un 7.