A priori se podría pensar que "La mujer de negro" no necesitaba ninguna secuela, y en realidad así es. Sin embargo, ver la segunda parte de aquella película de suspense protagonizada por Harry Pott... perdón Daniel Radcliffe, no supone una mala decisión del todo.

¿Era necesaria? No. ¿Decepciona? No del todo.

La cinta de Tom Harper mantiene el ambiente gótico, las locaciones, la banda sonora y básicamente la misma historia de la primera, lo que le resta originalidad pero le ayuda a sentar unas bases sobre algo que al menos funcionó anteriormente. La sensación de inquietud y desasosiego que transmitía la primera se palpa aquí también, y los más asustadizos no evitarán sobresaltarse con algunos sustos fáciles (de los que abusa demasiado, todo sea dicho). Las actuaciones están todas correctas excepto algún niño que desentona en las secuencias de mayor tensión.

Así que, en definitiva, película pasable que gustará a los que disfrutaron de la primera y decepcionará por falta de ideas nuevas a los que busquen algo sorprendente.

Nota final: 5.2

Pese a Adam Sandler haciendo de Adam Sandler.
Pese a Kevin James haciendo de Kevin James.
Pese a que en el tráiler me habían contado todos los chistes.
Pese a Adam Sandler.
Pese a que desaprovechen de semejante manera a un actorazo como Peter Dinklage.
Pese a la sobreactuación de Josh Gad delante de los soldados.
Pese a que Adam Sandler y Josh Gad sepan disparar mejor que los mejores soldados estadounidenses.
Pese al estúpido cameo de Sean Bean.
Pese a Adam Sandler.
Pese al estúpido cameo de Serena Williams.
Pese a las incongruencias de guion para que las cosas terminen como tienen que terminar en una película de Chris Columbus.
Pese a que el corto de 3 minutos le da cien vueltas en imaginación y homenaje.
Pese a Adam Sandler.

Todo lo que en Cube era original, creativo o sorprendente es en Cube 2 exactamente igual. Es decir que sería original, creativa y sorprendente si no existiera la original. Más que Cube 2 debería llamarse "Cube Otra Vez", ahora con más presupuesto y menos sentido.

La idea de la primera se repite casi al milímetro con personajes ahora estúpidos y una trama confusa y enrevesada que esconde una historia que parece improvisada sobre la marcha. Además las actuaciones son la mayoría de chiste y el final un absurdo sin razón aparente.

El 2 se lo doy principalmente porque consigue mantener la intriga hasta el final aunque sea gracias a giros de guion que al final se comprobará que son imposibles o engañosos.

En fin, Cube 2 es una película que tiene más de plagio que de secuela. No la veáis si os gustó la primera. No la veáis si os gusta el cine. No la veáis aunque os recomienden verla. No la veáis si no os gustó la primera. No la veáis. En serio, no la veáis.

Nota final: 2

Si una película está protagonizada por un actor de renombre respetado por el público y la crítica especializada, posee una trama de intriga bastante potente (aunque ya algo vista con anterioridad), un personaje principal ni bueno ni malo con el que es difícil no empatizar pese a que sus acciones sean dudosas desde el punto de vista ético y un final que plantea un dilema moral interesante, ¿cómo es posible que el resultado final sea malo?

Pues la respuesta es que el director sea un incompetente que no sepa como colocar una cámara, que todos y cada de los personajes secundarios sean estúpidos y además interpretados por actores de Sri Lanka que saben lo mismo de actuar que yo de volar en patinete y, por encima de todo, que el guion y, por consiguiente, los diálogos produzcan más risas involuntarias que una película de Peter Sellers.

Esto es lo que le pasa a "A Common Man" o a ¿Objetivo Terrorista? (sigo sin entender quien decide los nombres de las películas en España). Una cinta que si contara con un director normalito y secundarios decentes podría haber sido un producto más que aceptable. Una pena, la verdad, porque el discurso que se marca el señor Kingsley hacia el final de la película podría haber sido aplaudido por la crítica en cualquier thriller de terroristas de mediados de los 90.

Nota final: 2.8

Quizá sea por las dos críticas que había leído previamente en esta página, por la basura que fue la segunda parte o porque mis expectativas eran muy pobres, pero he de decir que la tercera parte de Dragonheart no me ha parecido tan horrible como imaginaba.

Es cierto que sus personajes son planos y están interpretados con desgana, su trama es más simple que un capítulo de Xena la Princesa Guerrera y su parecido con la original no va más allá del nombre, pero no es deleznable como la primera secuela. Aquella era ridícula, patética y parecía hecha por un grupo de amigos que no se llevaban bien. Esta, al menos, no me produjo en ningún momento vergüenza ajena. De acuerdo, los efectos especiales son muy básicos y toscos, pero no más que los que podemos ver en cualquier producción de bajo presupuesto o en muchas series del canal sci-fi.

Otro punto a su favor es que no se cree más de lo que es. No es pretenciosa ni intenta ser emotiva como la primera. Tampoco esperéis ver grandes giros de guion ni evolución de los personajes. Todo es previsible y adivinas el final desde los diez minutos, pero no creo que mucha gente esperara ver algo así en un título de serie B como éste.

En definitiva, película pasable y más decente de lo que me esperaba. Si la primera forma parte de tu infancia es mejor que no la veas, pero a los que disfruten de las historias sencillas con dragones y caballeros no creo que les defraude demasiado.

Nota final: 5

(La real sería un 4, pero así compenso un poco ese 2 y ese 1 que me parecen bastante desproporcionados)