Resiliencia es una palabra de moda, es la capacidad para encajar un golpe y recuperarte, aprendiendo del golpe. Eso es la serie Paquita Salas, es sobre una persona que camina hacia delante, que le llueven los golpes una y otra vez, pero que sigue y aprende (por eso "el juego" que propone en el último capítulo). Tiene eso del carácter español de decir que todo "está bien" cuando todo está fatal, y ese es uno de los grandes logros de la serie, el otro, es que hace reir con un plantel de actores de lo más variopinto.

La historia se desarrolla de manera muy lineal, con un guión poco construido, donde todo sucede como se esperaba. Además, los personajes son muy planos y se mueven en torno a valores "simples" (amor, aceptación, dinero), saltando de uno a otro con terrible facilidad. Es una oda a la posmodernidad.

La historia cruda y desgarrada, sin perder en ningún momento lirismo o dinamismo. El reparto genial, con unos protagonistas convincentes y unos secundarios impecables. La lección de nuestra historia sublime, realista. Sin buenos ni malos absolutos. Contando lo que pasó en este país hace apenas 50 años. Imprescindible documento para conocer el maquis.

Si la primera película era lamentable, la idea de continuar con esta saga (exprimiendo la vaca de la efectuosidad) resulta delirante... nuevas mamarrachadas a "cascoporro" bajo la estúpida consigna "del batir de las alas de una mariposa". Vomitivo y postmoderno.

La película fluye muy bien, las tres historias, los puntos en común... hasta que llega el final y comienza a dar vueltas en sí misma y tiene que inventarse una forma de salir del embrollo en el que se ha metido. Entonces da un "giro inesperado" y la película, más o menos, salva los muebles. No es lo que se esperaba, pero la magnífica imagen, el guión, los giros humorísticos y las interpretaciones no pueden obviarse a la hora de valorar este trabajo, por otro lado, muy recomendable.