Esta película empieza muy bien: el comportamiento de Oh Dae Su borracho, al inicio, es divertidísimo (aunque también da un poco de pena); una vez en su confinamiento la película sigue siendo notable (esas hormigas, el "entrenamiento imaginario", incluso la paranoia del gas no queda mal del todo); y una vez liberado, sigue siendo brutal (de bruta y de sorprendente, y también tiene sus puntos divertidos; como la trayectoria futura de la punta del martillo xD, y alguno más). Mantiene la tensión, no deja que el interés por la película decaiga en casi ningún momento. Y digo casi, porque de la mitad hacia el final muestra algún que otro símbolo de... Algo así como "cansancio argumental"; no sé cómo decirlo bien; para llegar al último cuarto de la película, donde explican por qué Oh Dae Su estuvo quince años cautivo: se sacan cosas de la manga que no quedan demasiado bien. Y a nivel personal, el comportamiento del protagonista cuando está frente a su enemigo me parece deplorable. No me extraña que el tío se partiese... Entiendo que los japoneses gusten mucho de presumir de "honor", pero... Llevar a este extremo un caso de incesto me parece un poco bestia. De hecho, detalles relacionados con ésto son los que empañan la película; que de haber tenido un final menos exagerado (o al menos por la reacción del protagonista) habría salido redonda..

El inicio de la película nos cuenta cómo un par de descerebrados norteamericanos (así les caracteriza el mismo Eli Roth, ojo) viajan a Amsterdam a fumar porros, ver el barrio rojo, etc. Tras montar escándalos por la ciudad se topan con otro chaval, que les dice que si de verdad quieren divertirse, vayan a Eslovaquia. El viaje en el tren hacia allí tiene algunos de los peores diálogos y actuaciones; con el gordo, supuestamente gay, comiéndose su platito de lechuga. Llegan a Eslovaquia; donde hay un hostal lleno de gente joven, que durante el día se relaja en una especie de spa (durante más o menos 15' sólo se verá a las chicas desnudas), y durante la noche bailan en la discoteca en la planta baja. En uno de estos bailes drogan al compañero del prota. Éste no le da mucha importancia, dado que se pasa los días de fiesta. Como al día siguiente sigue sin saber nada de él, empieza a hacer preguntas. "Se habrá vuelto a EEUU con una chica que haya conocido", o una sandez por el estilo le responde. Se entera de que la amiga de la china también ha desaparecido... Más tarde le llega al móvil una foto de su amigo y la china, con expresión de no haberse ido precisamente de viaje de placer; por lo que el prota llega a la conclusión de que algo raro pasa. Empieza a buscar información por la ciudad (caracterizada como una ciudad tercermundista, con niños callejeros que tienden emboscadas para conseguir golosinas o dinero). Finalmente descubre un complot entre todos los eslovacos para llevar a los extranjeros a un edificio enorme y destartalado; para que allí los clientes de ese complejo paguen (asiáticos, norteamericanos, europeos por orden de preferencia) por poder matar a una persona de la manera que gusten. Obliga a una chica a llevarle allí, donde se infiltra hasta llegar a una celda y se hace pasar por víctima; en la que entra más tarde un tío con cara de loco. El prota consigue escapar, y cuando se va a largar del edificio oye un grito agudo en una de las celdas de ese pasillo bajo tierra. Et... voilà! Es la otra china; a la que vemos cómo le queman el ojo con un soplete. Consigue escapar con ella, y como toda Eslovaquia les pisa los talones; contrata a los "niños de la calle" (ni que fuese Brasil) para que les tiendan una emboscada a los malos y les estropeen el coche. Entonces llegan hasta una estación de tren, donde la china, al verse sin un ojo, no es capaz de soportarlo (¿?) y se lanza contra el tren. Al final el prota encuentra en un lavabo al gordo gay comedor de lechuga, que identificó como uno de los clientes de la casquería; y se lo carga. Fin.

Después de haberos desgranado la película con pelos y señales dudo que sigáis con ganas de verla. Porque ni como peli gore vale. Es un compendio de casquería porque sí, y además cutre; visitas a una Europa que parece vivir en el siglo XVII y demás perogrulladas, fruto del desconocimiento y de las ganas de hacer una peli para tildar a Europa de "continente putero" y controlada por el hampa.