El documental muestra cómo en los años setenta, se destapan todas las tropelías cometidas por la CIA, incluyendo pinchazos masivos de teléfonos de ciudadanos americanos, experimentos con población, implicación en diversos golpes de Estado y operaciones corruptas... Ante tal podredumbre, la figura de Colby emerge entonces como salvador moral, aquel que no conocía lo que sucedía pero defiende el derecho del país a contar con un espionaje y servicio de intelgencia al "servicio de la ciudadanía". Recuerda mucho a aquellas películas policiales americanas, en las que se muestra un sistema corrupto, pero afortunadamente aparece la figura del buen padre de familia, con principios morales sólidos, que apuntala el sistema con su benéfica actuación.

Momento crucial: "Los americanos llegamos a Vietnam con una idea muy distina de la de los colonizadores europeos. Nosotros queríamos construir, contribuir a la democracia en aquel país, a su prosperidad" Un mensaje dicho sea de paso, cruzado con las imágenes de las bombas napalm arrasando el territorio.