La película comienza en una calle de Belfast, con un vecindario tan feliz, saleroso y poco real, que bien podría ser el inicio de un amable musical para toda la familia; amabilidad y felicidad que se tuerce instantes después, porque la cosa va de drama autobiográfico, y político, y social.
Está muy bien rodada en blanco y negro, con algunas escenas impactantes y muchas otras completamente absurdas, en una idealización de la familia del autor, a mayor gloria de todos ellos, durante un breve periodo de tiempo en el escenario de la guerra civil entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte. El resultado, aunque con aciertos puntuales, resulta teatral, impostado, cuentista, y en consecuencia poco emocionante.

La película es esquemática en lo accesorio pero intensa en lo principal.
Con una agradable ambientación y banda sonora, unos actores muy bien escogidos y dirigidos, y una historia lenta pero fluida, salpicada de pequeños sugerentes detalles, se nos muestra de forma sencilla y magistral, sin excesos dramáticos, la gran diferencia existente entre pobres oscuros desarraigados y ricos claros con mucho arraigo, y la hipocresía con que estos últimos intentan maquillar el uso que hacen de los primeros. Todo en clave española y actual.
En fin, una buena película, gustosa de ver a pesar del tema, y que deja poso.

Increíble la valoración de esta película e increíble el argumento.
Parece que los guionistas para trabajar menos, han pasado de la verosimilitud de la historia que nos cuentan y han ido a lo importante: el gore y un drama con corazón .
El gore es poco original, con mucha escena desagradable, que eso siempre impresiona, y sin concesiones al humor.
El drama con corazón es de telenovela barata y también sin concesiones al humor, solo puro drama (del malo).
El conjunto es un pastiche de géneros diversos sin rumbo.
La pareja protagonista (Vincent Lindon como reclamo) hace lo que puede contra viento y marea.
Hacia la mitad de la película yo me empecé a aburrir y así seguí hasta el interminable final.

La película se basa en un malentendido inicial muy dificil de creer, aunque se podría perdonar si lo que sigue mereciese la pena. Pero lo que sigue es una comedia irregular, desangelada y sin gracia, que estira el malentendido de forma absurda, y que carga su peso en el supuesto carisma de los dos protagonistas, viejos conocidos del cine francés. Demasiado peso.
En la última parte, la más emotiva, el nivel sube un poco, y es posible que el espectador más sentimental se vaya a casa con mejor sabor de boca del que la película merece.

La película nos presenta una familia danesa de clase media alta, integrada, “normal" y de buenos sentimientos, y las tensiones y vilezas que afloran cuando se va a vivir con ellos el hijo conflictivo de un anterior matrimonio del padre.
Transcurre sin apremio, casi teatral, aportando los detalles domésticos y profesionales necesarios para ponernos en situación, y salpicada de momentos de gran intensidad, y otros nimios, que nos van desvelando la personalidad de los protagonistas con coherencia y credibilidad.
Está apoyada en unos muy buenos actores muy bien dirigidos, en una atractiva presentación visual y en una banda sonora discreta pero eficaz.
Y la historia que nos cuentan tiene sustancia. Se te queda en la cabeza.
En fín una película muy buena para ver sin prisas.
Mejor en versión original, que los dialogos son cortos y no hay que leer mucho..