Bueno, pues Roland Emmerich ha vuelto a repetir fórmula. Lo que ya hizo con Independence Day o El Día de Mañana ahora lo ha llevado al ultra extremo y, basándose en una predicción Maya que dice que el 21 del 12 del 2012 el mundo tocará fondo, ha decidido cargarse a toda la humanidad. Y yo, desde aquí, se lo agradezco. Gracias, Roland, por esas escenas de huida, muerte y destrucción tan sumamente bestiales que me han mantenido pegada al asiento cual lapa en día de recolección.

Pero, por desgracia, en estos casos parece que siempre tiene que haber un pero. Así que, ¿qué es lo que fastidia esta película? Lo mismo que fastidiaba El Incidente y lo mismo que fastidia todas las películas apocalípticas Hollywoodienses (VIVA INFECTADOS): la historia de “amor” ultra cutre. Tiene tela que tenga que llegar el ocaso de la civilización humana para que la muchacha protagonista se dé cuenta de que el verdadero amor de su vida es su exmarido, ése al que hasta hace dos días no soportaba... No sé si las mujeres somos imbéciles o es que los hombres sólo merecen la pena cuando el Mundo está a punto de acabarse, JUA. Además de eso, no faltan, cómo no, las típicas frasecitas con toques de humor desesperado y los discursos plagados de buenas intenciones, pero todo esto ya lo sabíamos antes de ir a verla, ¿verdad?

Así es que, completamente conscientes del destino que nos espera (no en el 2012, sino yendo a ver esta película) DISFRUTEMOS DE LOS EFECTOS ESPECIALES MÁS FLIPANTES DE LA HISTORIA DEL CINE (PRE-AVATAR).

PD: Woody Harrelson for president.

Lo cierto es que las últimas películas de Ridley Scott no están mal, casi parecen buenas, tanto es así que incluso logran hacer que algunos de verdad crean que lo son (American Gangster es el mejor ejemplo de esto). El problema de este film reside sin duda en su cacao de ideas. Historias de amor poco creíbles aparte (el cine es así, y a todos nos gustan las historias de amor, le pese a quien le pese), lo que rechina es el final. Si haces una película corrosiva y una crítica bestial, llévalo hasta sus últimas consecuencias, no me seas cutre. El señor Scott la cagó en el final, pero no hay nada que no tenga remedio, 10 minutos antes de que acabe la película (sabrás cuál es el momento de salir cuando la veas) abandonas la sala y el regusto que te deja es bastante más agradable que si te quedas hasta el final.

La hora y 50 minutos restantes están bastante bien.

Veamos, umm... con esta película tengo sensaciones contradictorias. Me explico: por una parte considero que es una película muy buena, la fotografía es genial, las interpretaciones (Johnny Depp se sale, como siempre. Christian Bale... pues la verdad es que no se luce mucho, pero creo que el papel tampoco da para mucho más), los diálogos son perfectos (no sobra ni falta nada, son creíbles hasta doler), EL FINAL ES BESTIAL. Sin embargo, por otra parte parece que Michael Mann se ha propuesto marearme. ¿Por qué rueda los primeros 10 minutos como si estuviese haciendo un vídeo casero y fuesen sus amigotes los que estuviesen peleando? ¿Por qué el sonido es tan malo y dentro de un coche se oye más alto a los que están más cerca de la cámara y a los que están sentados detrás ni se les oye ni se les entiende? MÍ NO ENTENDER. Vale que a Michael le mole hacer cosicas raras y originales en sus pelis, pero... igual que la escena del avión llegando al aeropuerto en plan años 30 me parece un acierto, las escenas documentaloides hacen que me sea muy difícil meterme en la película, y si encima la proyección es con intermedio, apaga y vámonos... (Ah, y lo de que al final acabes enamorada del ladrón asesino y con ganas de matar lenta y dolorosamente a todo el FBI... bueno, considerémoslos gajes del oficio, JE)

Conclusión: quitando las escenas en las que a Michael le da por rodar cámara en mano (son pocas, por suerte), esta película tiene something, tiene CALIDAD (se agradece).

Bueno, pues son las dos menos veinte de la mañana, acabo de volver a casa después de ver esta película y, cómo será, que no he podido resistirme a escribir una crítica sobre ella.

Los que ya me hayáis leído en otras entregas (para más información consultar mis críticas de El Lector o Revolutionary Road) sabréis que soy muy crítica respecto a los finales-sobrada y, sobre todo, a los finales-elespectadorestontuco. Así pues, ¿qué decir de El luchador? Pues que tiene uno de los mejores finales del cine, al menos, del cine de 2008. Por esta buena razón, y por otras dos, mejores todavía, llamadas Marisa Tomei (ovación, por favor) y Mickey Rourke (¡Éste es mi Mickey y no el Piji Mouse!), no puedo decir de esta película nada más que esto: WOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOW.
¡AMO LA LUCHA LIBRE AMERICANA!

P.D.: Pido un abucheo para todos esos individuos que decidieron que The Wrestler no merecía estar nominada al oscar como mejor película ni Aronofsky como mejor director. (El público dice: BUUUUUU). Gracias, ya me siento mucho mejor, ya puedo dormir tranquila esta noche. JE.

Cuando Stephen me llamó y me dijo que tenía pensado hacer esta película, yo le dejé las cosas bien claritas: "Stephe, tienes un buen material entre manos, así que no la cagues en lo que tú y yo sabemos" "No, no"- me dijo él muy convencido, y yo le creí, como la ilusa que soy.

Al cabo del año o así fui a ver El lector al cine y, nada más empezar, supe que aquello pintaba bien. "Esto pinta bien"-pensé. Exlplícito a la vez que sutil, con los diálogos necesarios y las escenas pertinentes. Una Kate Winslet espectacular (yo misma le recomendé a Stephe que la eligiera para el papel, conocedora de su gran fuerza interpretativa) y una historia interesante hacían que la película fluyese sin el menor error a destacar.

No obstante, llegado un momento, me di cuenta de que mi querido Stephe la había cagado pero bien. "¡Stephe! ¿¡Qué... diantres has hecho!? ¿Qué te dije?" "Ya, lo sé, pero es que a las personas les gusta que las traten como si fuesen tontas y les den ochocientas explicaciones" "¿Pero qué dices, tío? ¿Me puedes explicar a santo de qué viene la cutre historia de Ralphi y su hija? ¿Qué pasa? ¿Necesitabas una excusa o qué?" "No... pero la gente sí, necesita saber por qué le están contando lo que le están contando" "¡Venga ya!" Y colgué, me estaba sacando de quicio... Así que seguí viendo la película y recreándome en las partes que representaban el pasado. Cuando el film volvía al presente, yo cerraba los ojos y me ponía los cascos del mp3.

Tras dos horas de película y tan sólo 20 minutos sobrantes en total, llegó el final, y no me dio tiempo a ponerme los cascos... "¡Stephe! ¡Te mato! ¡Te juro que te mato!" "¡¿Por qué?!" "Pero vamos a ver, ¿es que no te has dado cuenta de que ya casi ninguna canción moderna termina apagándose poco a poco? ¡Eso pasó de moda, chaval!" "Es verdad, tienes razón, merezco que me tiren a una piscina llena de mocos" Y así fue.

¿Conclusión? Toda la historia relacionada con Kate Winslet es un 10, las excusas argumentales baratas son un 4. Teniendo en cuenta que la mayoría de la película es un 10, y sólo 20 minutos son un 4... lo dejo en un 8. Es buena, pero, en serio, ¡qué final más cutre!