De inicio parece inquietante con personajes que culminaran en una historia atrapante, impregnada en un clima que derivará en una desenlace siniestro y bien construido. Pero promediando la misma empiezas a descubrir que el guion no lleva un camino de certidumbres, cargado de pases tediosos y absurdos que finalmente termina en un juego psicológico entre un aparente psicópata y una torturadora que lo martiriza.. Si bien hay un interesante trabajo de los personajes centrales, la historia que virtualmente tiene un potencial enorme para convertirse en un film sugerente , termina diluyéndose en una trama inverosímil, donde los permanentes flashbacks agregan mas dudas que certezas. Daba para un verdadero triller relevante, y se diluye en diálogos delirantes y escenas surrealistas.

Un tema dirigido puntualmente al fans del cómic, un homenaje al género del superhéroe que abarca un rango acotado de público, muy técnico, difícil de entender para los que no seguimos atentamente esos personajes. Seguramente los expertos hallarán en el films una thriller entretenido e ingenioso, plagado de referencias ocultas que orientan la narración del guion, algunos con nombres propios muy obvios, otros maquillados sutilmente, pero siguiendo una suerte de algoritmos poco convencionales, llegamos al final esperado. Finalmente lleva explícita una ofrenda al mundo de novela del héroe de ficción, aludiendo concretamente a editoriales, publicistas y libreros eruditos en este tipo de productos, enrevesada y con mucha figura retórica no es fácil de entender. Me gustó el papel de Brays Efe, en cierta forma el personaje que desentraña el misterio de la secuencia de crímenes, bien Ernesto Alterio en el villano intuible y sólido papel de Antonio Resines, los protagonistas centrales no llegaron a lucirse como en en otros trabajos, muy simple la actuación de L. Sbaraglia para su talla. Abunda mucha conversación veloz de nombres propios difícil de discernir, exagerado uso del celular. Esperaba otra cosa.