Wilder es mi director favorito, con Ford, Lubitsch y Hawks pisándole los talones. Casi todo lo que hizo es grande o muy grande. Pero patinó en 2 ocasiones, no llegando ni al aprobado: con El vals del Emperador y con Fedora. Se lo perdonamos clarísimamente, que conste ;)

Esta película pretende ser el vehículo de lucimiento de Bing Crosby, cantando en los Alpes en lo que pretende ser una comedia musical ligera, al estilo de las que hacía Lubitsch en la primera mitad de los años 30. No es un género en el que Wilder se sienta agusto y fracasa claramente.

Divertida, con una buena mezcla de humor absurdo, negro y grotesco. Algunos de sus dialogos son geniales. En su contra: 1) ¿Por qué todos gritan? Acaba mareando tanta voz y tanta histeria. 2) Todo es tan exagerado que, al contrario de lo que pretende, deshumaniza. Más dosificado hubiera sido mejor. 3) El guión es chispeante, dan prioridad al gag, pero el conjunto es deslavazado. Interesante, te ríes, pero no es una gran película.

Veo "La jaula de oro" ("Platinum blonde", 1931) y lo primero que hago nada más terminar es buscar en la red quién es ese tal Robert Williams, protagonista de la película y al que no había visto en mi vida, que se adueña de la pantalla en una impresionante actuación, dejando como simples comparsas a dos Superstars de la época, Loretta Young (¡guapísima!) y Jean Harlow. Mi gozo en un pozo: leo que Robert Williams murió de peritonitis 4 días después del estreno. Las críticas lo acogieron resaltando que había nacido una estrella, pero fue su primer y último papel protagonista en Hollywood, después de una exitosa carrera en Broadway en los años 20. Una pena, era realmente bueno...

Por lo demás, divertida y ácida comedia, con los temas tantas veces tratados (el mundo de los periodistas de la época, las diferencias sociales, etc), que dan para situaciones graciosas, sorprendentes, paródicas, satíricas, siempre con una sonrisa en la boca. Flojea en la parte que corresponde a Loretta Young, que resulta muy poco creible como periodista (es Gallagher, "uno" más entre toda la redacción de hombres, nadie ve su apabullante feminidad: ¡ja!). Gran Capra, con ritmo que no decae y atención a los detalles. La escena entre Williams y Harlow canturreando mientras hablan/discuten, impagable, deliciosa, al igual que la de Williams y el mayordomo gritando por la mansión para escuchar el eco.

Jamás había oído hablar de "El reloj asesino" ni de su director, John Farrow. Llegué a ella gracias a Charles Laughton, actor genial, irrepetiple, del que intento ver cualquiera de las obras en las que interviene. Y así, por azar, me encontré ante esta película, extraordinaria de principio a fin. Es un thriller, de los de falso culpable tan habituales en Hitchcock, con unas ligeras gotas de humor perfectamente integradas en la trama. No faltan las escenas impactantes, la intriga bien llevada que hace que nunca decaiga el interés e incluso que vaya en aumento hasta el climax final, un Milland más que correcto y un Laughton irresistible. Sorpresa muy agradable. Os la recomiendo.
Aparte de mi opinión, hay mucha y buena información en las críticas de los usuarios Quatermain80 y Father Caprio sobre esta película.

Película fallida, aburrida, pedante y/o risible por momentos, en absoluto creible, en absoluto inquietante: una broma, resumiendo. Meirelles es un genio por sus filmes anteriores, pero con "A ciegas" tropieza y cae; esperemos que se levante para la próxima.

No he leído el libro de Saramago, pero la idea de la película (y entiendo que del libro) es un plagio descarado de "El día de los trífidos", una novela de ciencia ficción de carácter post-apocalíptico escrita por el británico John Wyndham y publicada en 1951. Las escenas de la ciudad repleta de ciegos buscando comida, peleando, algunos que sí pueden ver, etc, es un calco de ese libro.