Para mí, The Town es una película muy bien dirigida. Tanto la historia como los actores se dejan ver (sin llegar a ser una cosa bárbara) pero la autentica magia de la película reside en dos cosas: unas escenas de acción realmente impactantes y muy bien filmadas (bravo por Affleck) y una brillante Rebecca Hall. La película ofrece un interesante planteamiento y logra transladar muy bien el suspense inicial al final. Es una de esas películas donde no sabes si quieres o no que cojan al malo. Como pega de guión, un final un poco choff, en parte para dejar contentos a todos.

En esta primera década de cine ha habido hueco para mucha película de baja calidad, mucho cine comercial, mucho cine 3D... pero si con algo tengo que quedarme es con ese cine europeo sin complejos, sin grandes pretensiones artísticas sino el mero objetivo de entretener. Ahora bien, entretener con un mínimo de calidad y sin complejos.

Una de esas cintas bien puede ser la británica 'El hijo de Rambow', una película de cine dentro del cine que homenajea de paso Rambo de Sylvester Stallone. Nos cuenta la historia de amistad de dos niños de una forma extremadamente original. Normalmente este tipo de películas suelen ser bastante patéticas desde el punto de vista adulto, pero este no es el caso. Estos dos amigos se enfrentarán a multitud de problemas en su entorno (principalmente, problemas familiares) para filmar una película y ya de paso forjar una gran amistad.

Una gran película, por lo brillante de la idea y el desparpajo del director y guionista para plasmar esta en una magnífica película.

Tengo que confesar que cuando comencé el visionado de Carretera perdida estaba totalmente perdido. Esperaba ver una cinta más amable de David Lynch pues tenía como alternativas Mulholland Drive o Inland Empire. Sin haber visto las mencionadas, tengo que decir que Carretera Perdida es lo más extraño que he visto de este director. La película muestra su estilo de cabo a rabo, ensoñaciones, muy poca luz, diálogos, música, ambientación,… Me llamó la atención algunos diálogos que pueden llegar a parecerse a las clásicas charlas banales del cine de Tarantino.

David Lynch se adentra en la mente de Fred Madison (un sorprendente Bill Pullman), un músico de jazz que tiene un fría relación con su esposa Reneé (Patricia Arquette). Unas cintas de vídeo sospechosas, una serie de amigos un tanto indeseables y alguien que huye de la realidad a través de una carretera perdida. Un sueño dentro de un sueño con estructura cíclica, todo en la perturbada mente del protagonista. Sensacional a la vez que compleja y desgarradora.

El Robin Hood que nos muestra Ridley Scott es muy diferente del que yo mismo esperaba, un remake de la de Kevin Costner. Este es una precuela de la historia, pero con poco o nada que ver con la película anterior. A medio camino entre Robin Hood y Gladiator, y con una Cate Blanchett que recuerda mucho a 'Elisabeth: La edad de oro', una mujer de armas tomar.

No me ha defraudado la película porque realmente no me esperaba mucho más. Como entretenimiento aprueba bien, pero es una versión que caerá en el olvido con el paso de los años.

Para mí es el titular que sacaría de la película. Si algo funciona, para que vas a cambiarlo, ¿no?. La original (28 días después) era muy original y el formato, ambientación, música... todo tiene un estilo muy similar. Así pues, recomiendo la película a aquellos que salieron conformes de la original. Para aquellos que quieren ver la película pero no vieron la primera, decir que si que se puede porque más o menos te sitúas bien en la acción, y si bien el tema es el mismo (el virus), la historia es con otros personajes , pero de todos modos recomiendo hacer las cosas con buen orden y verse ambas.

Además, el final de la primera (algo soso a mi entender) mejora mucho en esta segunda parte. Ahora, que salga alguien y diga que no hay buenos directores en España. Es solo que en España, además de los 3 o 4 de siempre, trabaja más gente en la que no nos fijamos tanto...