Ocho capítulos, ocho horas aproximadamente de Malaka. Y me he quedado con ganas de más. Me ha gustado casi todo, lo único que me ha chirriado, y sólo un poco, ha sido Maggie Civantos. No tengo claro si ella, o el personaje que interpreta. Pero todo lo demás, olé. En una Malaga preciosa, la desaparición de una joven sirve de punto de partida para una serie que a priori es la típica, es más, es la típica española. Polis corruptos, droga, barrios bajos llenos de vicios, barrios altos con sus vicios casi peores. Pero algo es diferente. Quizá la sorpresa inmensa y gratificante de ver a Salva Reina haciendo un papelón de premio. Es un Gato magnífico, totalmente acompañado por un físico espectacular, sus gestos sus miradas, su acento. Nada que ver con lo que nos daba hasta ahora. Inmejorable actuación, desde luego para mi de las mejores que he visto en años. Llena la pantalla y es la serie en sí mismo. Vicente Romero también está estupendo en un papel ambiguo, duro y tierno, con matices muy bien trabajados. Y el elenco barrio bajero no tiene desperdicio. Hay puntos cómicos en toda esa panda que, no olvidemos, existe tal cual en la periferia de muchas ciudades españolas. Y la trama es interesante, con buen giro final, cerrando la serie con una justicia que es la misma que impera en todos los capítulos. Es lo que hay. Ojalá venga una segunda temporada. Y que cabecera. Con ese trocito de canción de Rosario la Tremendita. Al menos eso no os lo podéis perder. Chulisima.

Qué pena morena!!! La idea es muy buena. Pero ahí se queda. Esta señora, Huppert, no acaba de dar la talla. Es un poco floja, en todos los aspectos, no resulta lo bastante inquietante, ni lo bastante maléfica, ni lo bastante nada. Está un poco apagada, como descolorida. Y parece que no se entrega del todo a su personaje. Físicamente contrasta con la lozanía espectacular de Chlöe, la cual además hace un mucho más creíble papel. Ya sabéis de que va. Señora mayor se obsesiona con chica joven. Quiere tenerla cerca para no sentirse sola. Y eso desencadena el drama. Pues casi diría que solo vale la pena por ver Manhattan, siempre espectacular, ver la actuación de la actriz joven y poco más. No esperéis un thriller al uso, ni un derroche de ingenio. Hay un par de giros buenos, eso anima la cosa. Y la fotografía tiene ese tono oscuro, típico de muchas pelis de Woody Allen que resulta muy agradable. Poco más se puede decir. Vosotros mismos. Yo aún no sé si me ha valido la pena.

Lo primero que apunto es que hay que diferenciar entre dos grupos a la hora de visionar esta película. Lectores y no lectores de Ágatha Christie. Me incluyo en el primero. Eso hace que vaya motivada por lo que he disfrutado siempre de sus novelas, y a la vez juega en mi contra. Porque.....
La ambientación es buena, la fotografía, los decorados....bien. Pero la eleccion de actores no. Si habéis leído la novela lo comprobareis. Se salva la pareja protagonista y por los pelos. Magda, la actriz nuera del muerto interpretada por Gillian Anderson, es el mayor despropósito que he visto en una adaptación. La niña, Josefina, nada que ver con esa niña feúcha y con cara de bombilla que nos presentó la escritora. Los hermanos Leónides, la niñera, la tía Edith....tampoco. El ambiente que se respira en la casa...tampoco.
Como película suelta, sin tener el libro presente, pues se puede ver. Es poco dinámica, no se puede conocer bien a los personajes porque los diálogos no dan para mucho. La trama está bien, siguiendo lo típico de este tipo de historias . Asesinato, presentación de personajes, interrogatorios y conclusiones y desenlace inesperado.
Para un rato entretenido bien. Pero no muy entretenido, miras el reloj de vez en cuando. Aconsejo ir el día del espectador, así la sensación de flojedad no es tan grande. Y, por cierto, como he leído en la critica de un compañero de filmaffinity, es cierto que el hijo de Jeremy Irons parece hijo de Tom Berenguer.

El que pasé viéndola. Una serie sin grandes pretensiones, con el ambiente típico de las series inglesas, ese color, ese mar, esos paisajes. La trama es poco original, hombre acusado del asesinato de su mujer sale de la cárcel después de siete años, al anularse su condena por un error judicial. A partir de aquí intenta recuperar a sus hijos, su vida y, paralelamente se reinicia la investigación. No es una serie muy original ni sorprendente en lo que nos cuenta pero resulta muy agradable de ver. La recomiendo para un finde casero.

Por como arranca la película. Es un principio genial, entrañable, muy divertido. Te pega un subidón total con unas escenas hilarantes donde el entusiasmo de los niños (en la pantalla) logra transmitir una mezcla de ternura y de carcajadas a la vez que te sumerge totalmente en los entresijos de la época que se trata. El pueblo donde transcurre la peli, las casas, los paisajes, tienen un aire y una luz peculiar lo que da un aire de cuento a la historia. Las canciones son fantásticas y muy bien colocadas. Y las actuaciones también. El niño protagonista, que sale prácticamente en todas las escenas, es natural, da el físico absolutamente y encima está bastante bien doblado no como la mayoría de niños en el cine que chirrían cada vez que hablan. El niño gordito amigo del protagonista es de lo mejor que he visto en personajes infantiles. Scarlet y Sam Rockwell dan la talla también. Y luego, Taika Waititi se luce bien lucido, hace un Hitler tontorrón y ridículo, muy divertido y muy bien caracterizado. La historia se vuelve luego un poco lenta, es lo que se conoce, con un final que, al menos para mí, era inesperado. Y está salpicada de gags divertidos que hacen soltar la carcajada .