Es una película ridícula, lo sé, fruto de una mente enferma. No tiene ni pies ni cabeza. A ratos, incluso se hace difícil de soportar. Pero merece la pena aguantar. Seguramente comentarás durante días lo mala que es pero no podrás dejar de imitar la mirada "terciopelo azul" del bueno de Ben Stiller.

Para ver esta película es imprescindible saber quiénes son Jay y Bob y recordarlos merodeando en la maravillosa "Clerks". Si eres un seguidor de las películas de Kevin Smith, no podrás borrar la sonrisa de la cara viendo las nuevas aventuras de estos dos tipos locos y políticamente incorrectos.

Si algo tiene el cine de Shymalan es que es diferente, arriesgado. Sólo por eso merece la pena echar un vistazo a sus creaciones. "La joven del agua" es una película tierna, simpática, divertida y grotesca. No es más que un cuento. Una historia fabulosa sobre terrores infantiles que nunca terminan de abandonarnos.

Ya solo por el argumento debería llevarse el premio al valor. Mira que yo me he ofrecido veces para protagonizar una apasionante película sobre el arriesgado mundo del "curling", deporte en el que los dopajes están a la orden del día, pero nada, nadie apuesta por mí. "Cuestión de pelotas" no es gran cosa pero es divertida. Mezcla el surrealista mundo de los gimnasios con la supuesta competitividad de un deporte infantil. Volverás a jugar a balón prisionero. Un consejo: no te prepares como lo hacen los protagonistas.

Hacía mucho tiempo que no se rodaba una película de estas características con una calidad tan buena. La idea es muy original y, aunque es evidente que el referente es la genial "Seven", tiene una personalidad propia. El guión es tramposo, pero en ningún momento tienes la sensación de que te están tomando el pelo. Tiene un toque surrealista y te hace reflexionar sobre lo que harías tú de encontrate en el pellejo de los protagonistas. No os la perdáis.