Comedia dramática realizada en una época en el que cine norteamericano empezaba a mirar y a bucear en los problemas de pareja y familiares. Ésta, sin embargo, se ahorra todo el tratamiento crítico para seguir los pasos de un recién separado deprimido que intenta 'empezar de nuevo'.

Como bien se ha dicho, Pakula abandona momentaneamente sus personales 'thrillers' para rodar esta especie de drama con toques de comedia con cierto aire europeo (por algo está el operador de fotografia de Bergman). Pero no lo hace solo, su protagonista también cambia totalmente de registro en una decada los 70's que le son muy afines con otro tipo de cine. Y lo hace rodeado de un estupendo reparto. Tanto Jill Clayburgh (de la que no soy muy devoto) como la estupenda Candice Bergen hacen un brillante trabajo. Lo mismo que el matrimonio en la ficción Durning - Sternhagen.

Hay escenas bastante divertidas dentro de un tono ligero pero algo lento. La depresión del separado es mostrada sinceramente. Las escenas de terapia de grupo para separados son de lo mejor del film. En ellas, se demuestra como BURT REYNOLDS no es ese actor mediocre que tanto público como cierta crítica insisten en señalar. Es cierto que su filmografia no rebosa de titulos realmente mayores pero es alguien capaz de moverse con soltura en variedad de estilos y que ha trabajado a las ordenes de directores, tales como Samuel Fuller, John Boorman, Woody Allen, Robert Aldrich, Blake Edwards.... Solo hay que ver trabajos como "Deliverance", el de esta película o el de "MIs problemas con las mujeres" y sobre todo, el de "Boogie NIghts" para adivinar todas las posibilidades que hay.

Recomendable para ciertos paladares.

Esta película la vi en V.O. en el año de su estreno. Pasó TOTALMENTE inadvertida por la cartelera y pocos repararon en ella. Tuvo, creo, que un par de pases por Tv y despareció. Una lástima xq sin ser ninguna obra maestra ni nada por el estilo, se trata de un trabajo bastante curioso y a la vez muy divertido.

Dos hermanos con poderes incendiarios, se enfrentan por el amor del personaje Debra Winger, casada con uno de ellos. Uno, tímido y resentido (Arliss Howard, en un gran trabajo) y el otro, ególatra y bastante bromista (Dennis Quaid, un poco sobreactuado pero correcto) no dejan de provocar desastres a su alrededor por su enemistad, mientras la mujer intenta mediar y hasta ahi puedo leer sin revelar nada.

Una pelicula a revindicar y de las pocas que interpretó Debra Winger en esos años, que por otro lado realiza un estupendo trabajo, además de salir muy atractiva.

Recomendable.

Pasada la sorpresa inicial de que se realizara esta continuación, pensé que a lo mejor no era una idea muy afortunada. Hacer una segunda parte de un film TOTEM, de culto para toda una generación (los 90's) no iba a ser una tarea fácil. Las expectativas iban a superlativas y los tiempos no están siendo benélovos para esta clase de proyectos, con toda la ensalada de 'remakes', 'reboots', sagas inacabables y demás. Pero bueno, ahí está.

La película original no sólo fue un éxito cinematográfico sino un fenómeno social que puso en primera línea a su director y a algunos de sus interpretes. Ya con anterioridad había sido un 'boom' editorial que se acabó relanzando tras el éxito del estreno. Pues bien, algún tiempo después el mismo escritor Irvine Welsh, abordaría una especie de prolongación de las andanzas de estos chavales de Edimburgo ('Porno') y también haría una precuela ('Skagboys'). No he leido ninguna de las dos, aunque nunca es tarde e interés no falta.

Danny Boyle ha reconocido que para hacer esta continuacíon se ha basado ligeramente en "Porno" y que el resto, osea casi toda la película, es argumento y material nuevo. Y precisamente, ahí es donde radica el principal problema del film: que no tiene, que no hay argumento. Las dos bases sobre las que se sustenta esta segunda parte son: la NOSTALGIA, con los personajes hablando y recordando continuamente el pasado y el director mezclando sutilmente leves imagenes de la original, y el SUSPENSE, que se genera en el reencuentro del personaje protagonista con el resto del grupo veinte años después, especialmente con el personaje de Begbie (Robert Carlyle).
Por supuesto, no quiero decir que la peli sea mala (que no lo es) sino que toda esa energía (cuestionable en algunas escenas en donde se recreaba complacientemente en la sordidez) que desprendía la primera, se ha quedado como los propios personajes: mayores y apagados. Aún así, tiene momentos logrados y otros además que captan de nuevo la atención y simpatía por el futuro de estos maltrechos personajes.

Impecablemente realizaba e interpretada, con una (y no del todo nueva) buena B.S.O. es, como dice uno de los críticos de manera afortunada, digna pero innecesaria.

En plena moda del cine de catástrofes de los 70, surge esta propuesta que aunque se pueda catalogar dentro de ese subgénero lo cierto es que tiene más de thriller o cine de suspense que de otra cosa.
Si bien el paso del tiempo ha puesto a la mayoría de esas películas en su sitio, hay algunas que no solo resisten bien sino que al comparlas con otras de su índole de épocas más recientes (aun con mayores y mejores efectos) salen ganando. El ejemplo más llamativo: "La aventura del Poseidón" y su remake de 2006. Por algo será.

"Rollercoaster" no es que sea una maravilla pero no es para nada desdeñable. Con un reparto estelar, en el que tanto George Segal como Timothy Bottoms son los que se llevan el gato al agua, especialmente el último como frío maquinador. Se benefició de un sistema de sonido que creó la Universal (el sensurround) para este tipo de peliculas, además de unos correctos efectos especiales.

Cumple su función de hacer pasar un buen rato.

Ocasionalmente pude ver el trailer de esta película en un cine de la ciudad de Mendoza hace ya un montón de años y me llamó poderosamente la atención. Desde entonces, pasaba por taquilla cada vez que llegaba a los cines de Madrid algún trabajo de este peculiar director (por desgracia, recientemente fallecido). En 1998 se reestrenó en un cine de Opera "El lado oscuro del corazón" (para mí, su mejor obra) y un poco más adelante, pude por fin hacerme con este DVD.

Sé que no es un director que haya contado con el beneplácito de la crítica (y tampoco del público, me atrevería a decir, por lo menos por estos lares). Se suele tildar su cine de cursi, de exagerado y pretencioso pero eso no es del todo cierto. Si bien su filmografía es bastante irregular, cuenta con trabajos bastante acertados aunque no aptos para todos los paladares.

Éste que nos ocupa pasó enteramente desapercibido, sin embargo creo que el resultado es bastante interesante. La historia de un reencuentro entre dos viejos amigos de la escuela (uno, periodista resentido y con alma de poeta y otro, propietario de un almacén y ferviente seguidor de Elvis) da lugar a diversas anécdotas inesperadas. Contada con sensibilidad y con una nostalgia vital que no elude momentos divertidos e incluso críticos con una parte de la historia argentina. Me parece un trabajo especial y equilibrado que no llega a caer en esa cursilería que comentaba.

Descanse en paz, maestro Subiela.