Mindhunter es una de esas series que se cuecen a fuego lento, esas series que capítulo a capítulo van dejando poso, donde cada situación que se presenta aporta algo. Nada está ahí por azar, todo tiene un porqué, cada pista conduce a otra y así sucesivamente. Añade el estilo visual de Fincher con su facilidad y maestría para crear ambientes malsanos, cargados y con esa dirección tan elegante que recuerda tantísimo a "Zodiac" (para mí su mejor trabajo) y envuélvelo con esa ambientación setentera que tan bien le sienta a estos trabajos.
La investigación concienzuda y minuciosa de dos agentes del FBI que intentan introducir métodos nuevos a sus pesquisas basados en lo psicológico, en una época en la que no estaba muy bien visto. Asesinos es serie y personajes de la mayor bajeza humana componen esta serie que además y por si no fuese suficiente cuenta con la presencia de Anna Torv.

Una serie redonda y una de las grandes sorpresas del año.
Larga se hará la espera hasta su segunda temporada.

La primera vez que vi esta maravilla tenía 6 años. Recuerdo que si bien no comprendí del todo lo que se mostraba en pantalla, me había quedado hipnotizado con esos paisajes, esas tribus de indios, Hurones, Mohicanos y sobre todo por esa partitura sublime de Trevor Jones y Randy Edelman. La volví a ver varias veces desde esa e incluso me hice con ella en DVD y siempre que la veo me transmite lo mismo, ese cine de aventuras clásico, ese que hoy en día parece haberse perdido. Sabor añejo a buen cine.

Sigo en el "Spoiler" para no desvelar nada.

Es de agradecer que en los tiempos que corren, unos tiempos donde impera lo políticamente correcto y en donde la "Brigada de los Flanders" mira con lupa cualquier manifestación artística que pueda herir sensibilidades una productora de las más grandes de luz verde a un proyecto tan especial como es este Joker de Todd Phillips.

Es curioso como somos capaces de empatizar con ese niño huérfano que utiliza su inmensa fortuna y posición social para combatir el crimen y sin embargo no seamos capaces de ponernos en la piel de Arthur Fleck. Ese hombre convertido en un paria por una sociedad que le ha dado la espalda, que forma parte de ese grupo de marginados que incomodan a los de arriba y que resulta invisible a ojos del resto.

La sociedad como decía, es capaz de crear monstruos y así lo hace con Arthur. Su descenso a los infiernos de la locura son fruto del desamparo y la falta de comprensión, apego y empatía para la gente como él. De como un hombre gris que intenta ganarse la vida como payaso, con sueños de gran cómico pero que a su vez convive con una patología que le provoca una risa incontrolable es maltratado, vejado y humillado por una sociedad deshumanizada haciendo que finalmente de la espalda a ese sociedad y renazca como un psicópata.

Coge un poco de Taxi Driver y de El Rey de la comedia y súmale a un camaleón como el inconmensurable Joaquin Phoenix y tendrás esta Master piece como resultado. Pocos años ha habido un Oscar tan claro como el que debe ganar Phoenix. Si alucinasteis con su trabajo en la gran "The Master", aquí sencillamente vais a alucinar. Sus registros, sus gestos, bailes y muecas son cine con mayúsculas.

Phoenix no actua, da una auténtica lección de lo que es el oficio de actor. A diferencia del Joker de Nicholson que era un Arlequín psicópata o ese anarquista feroz con mensaje político que era el Joker de Ledger, Phoenix compone un Joker que no es más que un enfermo mental, alguien vulnerable al que el sistema conduce a esa transformación y que sin siquiera proponérselo creará una corriente de protesta social radical con sus actos.

El cambio de registro de Todd Phillips con Joker es espectacular. Deja la comedia y nos mete de lleno en esta malsana, cargada y políticamente incorrecto película que firmaría el mejor Scorsese. Una muestra impecable de que el cine basado en cómics puede ofrecer experiencias fabulosas.

Una fotografía sublime y una intimista BSO ponen la guinda a la que seguramente sea la mejor película del año.

Iré al grano, desde que se anunció hace casi tres años la expectación y el hype se dispararon. No obstante, la gente mostraba su desencanto en cuanto a la elección de Affleck como el nuevo Batman y a Eisenberg como Lex Luthor amén del aluvión de palos hacia Snyder por el mal trago que supuso (para algunos) Man Of Steel.
Batman V. Superman es lo que es, espectáculo pirotécnico al servicio del fan service con grandes efectos especiales, destrucción sin parangón y un intento de sentar las bases para la nueva liga de la Justicia.

Diré que el batman de Ben Affleck ha callado muchas bocas puesto que es fantástico, muy en la línea de Miller. Eisenberg compone un Luthor entre la demencia y el histrionismo, bastante acertado y por último una Gal Gadot que pese a su escaso metraje se come la pantalla con su Wonder Woman.

El guión pese a que algunos esperaban que fuese El Padrino es más que correcto, busca el espectáculo y lo consigue, sin más.

La BSO es puro Zimmer, es decir, otra maravilla.

Todos aquellos que busquéis entretenimiento sin más la disfrutaréis, así como los fans de estos dos iconos.
Abstenerse aquellos que van con el cuchillo entre los dientes para buscar todos los fallos posibles (que los tiene) y rajar agusto después.

"Por tanto, así dice el SEÑOR:
He aquí, traigo sobre ellos una calamidad de la que no podrán escapar;
y clamarán ante mí, y no los escucharé"

Éste versículo de Isaías que el propio Peele utiliza en la película, resume muy bien el guión del director neoyorquino.

¿Qué puede haber más aterrador que una copia exacta de ti mismo venga a por ti?. Alguien que piensa como tu, que te conoce mejor que nadie. Eso es sin duda el mayor acierto de Peele.
Aquí, el director americano juega con el concepto del doppelganger, ese sosias malvado que posee una persona y lo lleva al extremo, con esa mezcla de terror y comedia que ya vimos en su anterior trabajo, "Get Out".

Además de estar rodada con maestría y buen pulso, Us, cuenta con una fotografía preciosa de Mike Gioulakis, el contraste del rojo como seña de identidad de esos seres, esas copias exactas destaca con el colorido general.

También hay que resaltar la excelente BSO que acompaña a la cinta, con un tema principal inquietante y muy pegadizo.

Sobre el reparto, destaca una excelsa Lupita Nyong'o que deja dos personajes opuestos y a la vez iguales a los que dota de matices, muecas y detalles únicos. El resto del reparto cumple bastante bien en sus roles, con un Winston Duke desatado.

Como es habitual, Peele también deja espacio para la crítica social, introducida sutilmente pero, a la vista del espectador durante todo el metraje. El uso de Peele de la iniciativa (real) Hands Across America por poner un ejemplo y los dardos contra el sistema americano y la humanidad en general.


Desde luego es una película que no te dejará indiferente y es además, un soplo de aire fresco en un género donde este tipo de obras no abundan.

Muy recomendable.