Un intento de hacer un Tony Montana a la española pero que sale fallido principalmente porque éste ni tiene el carisma, ni el magnetismo, ni la naturalidad del otro y además se mea encima cuando le apuntan con una pistola. Sólo salva a esta historia, un poco desarrollada atropelladamente e incluso forzada por momentos, la magnifica interpretación de un Carmelo Gómez sobrio y convincente.

La película empieza interesante y engancha mucho, pero cuando empiezas a ver tantas lagunas e incongruencias vuelves a mirar la carátula de la película a comprobar si estás viendo esta película o Aterriza como puedas 2, sólo falta el comandante diciendo que ha elegido un mal día para dejar de esnifar pegamento y a todos las pasajeros pegándole bofetadas a la Jodie Foster y diciéndole que no se ponga histérica...

La película tiene su qué, está curiosa, es original y puedo entender que haya gente que le haya gustado muchísimo, para gustos colores. Pero yo que quieres que te diga, me gusta ver una historia y disfrutar de ella sin grandes esfuerzos, no quiero un test de inteligencia, me satura. Agobia tener que estar pendiente hasta del más mínimo detalle para seguir la trama. Soy un simple espectador no soy Colombo.

Esta película no es para verla con los ojos es para sentirla con el corazón. La preciosidad de las imagenes, la magia de la música, la fuerza de las miradas de los personajes y el dramatismo del viaje hacen que quedes tan hipnotizado con esta historia que cuando termina te sientes como si acabases de despertar de un sueño.

Que lástima que un personaje tan apasionante no tenga una película que lo retrate. A ver si algún día eso se soluciona. Spielberg y Segura que no lo intenten por favor.