Malísima y cansina cinta de color marrón anaranjado pesadísimo que trata sobre catástrofes y numerología. Resulta decepciomante cómo Proyas y su guion pasan olímpicamente de la ciencia para centrarse en una trama de sectas alienígenas rodeada por catástrofes y predicciones aleatorias. Es un disparate monumental. Funcionaría mejor con más acción, o bien con menos y más ciencia, desarrollo y razonamiento. El final es una fumada descomunal. Casi inigualable.


2 estrellas por la música (y Beethoven), el toque retro-ochentero y la catástrofe final. Spoiler:

Tras acudir al cine sacudido por la nostalgia y seducido por los hábiles profesionales del tráiler, puedo decir que la película es un fiasco mayúsculo. Mala. Bastante aburrida.

El diseño de sonido es un horror. Cada animal que se nos presenta chirría más que el anterior y parece formar parte de una competición desagradable por ver qué dinosaurio emite el peor y más horripilante graznido imaginable. Se agradecen algunas especies nuevas, pero estos dinosaurios suenan más bien a demonios del apocalipisis que a reptiles prehistóricos.

Se aprecia una tónica basada en la constante referencia nostálgica hacia la madre jurásica, además de cierta simetría argumental, pero la película no puede sostenerse con eso. Uno se esfuerza en buscar la simpatía con la que el director recrea con animatronics y artesanía las cabezas de dinosaurios, pero el frenesí de las escenas de acción es sobrecargante.
Tampoco se atisba el mínimo respeto por la ciencia, la genética o la paleontología. Aquí los dinosaurios conviven campantes en el mundo real sin entrar en lo más mínimo en la biología o la ecología, eludiendo los conflictos que deriban del encuentro entre lo nuevo y lo prehistórico, sin nisiquiera entrar en la adaptación, concepto capital en la argumentación científica de Jurassic Park.

No se genera ningún tipo de asombro hacia los dinosaurios: lo mismo da recrear a un Dimetrodon que a un bípedo emplumado, por muy realista que parezca. Son excusas para rellenar escenas de tensión forzadas y casi siempre ejecutadas sin imaginación. No hay misterio. No hay contención. Todo es rápido, veloz, gigante y no transmite ningún tipo de terror visceral. Toda la tensión es acústica y visual, pero no conceptual.

La música resulta tediosa al reproducir una y otra vez los leitmotivs a medias que seguramente por falta de derechos no puede ejecutar completos. Cualquier amante de la música y J. Williams se da cuenta de que reproducir cachitos temáticos es insatisfactorio, frustrante y muy decepcionante. Pero sin duda, lo peor: utilizar a Neil, Dern y Goldblum y obligarles a pasearse por un guion sin sentido haciendo el idiota durante dos largas horas. Ninguno se encuentra a sí mismo en este disparate pseudocologista infantilizado, siendo Malcom el peor de todos, limitado aquí a un conjunto de frases increíblemente estúpidas para cubrir el cliché de personaje graciosillo del grupo.
La trama es un sin sentido escrita con calzador por unos guionistas obsesionados con que una niña de 13 años sea más interesante que un dinosaurio que vivió hace 100 millones.

Solo puedo alegrarme por el fin dd una saga que debió extinguirse hace ya unos cuantos años.

Buena película. No tan salvaje como Jarhead obviamente, y más sentimental. ¿A caso los soldados no tienen sentimientos? Lo mejor de la película es su estilo original y sus actuaciones. Lo peor: algún que otro diálogo teatrero entre el protagonista y la animadora, ¿pero quién no es teatrero a los 19 años? Conclusión, película muy recomendable, inteligente y trascendente. Y no, mal que les pese algunos, por suerte, el director rehúye la tentación de imponerte la crítica antibelicista a punta de pistola.

Predecible chorrada vampírica en la que todo pasa como se espera que pase. El guión huye de la originalidad como las sangrientas protagonistas de la luz solar. Excepto por uno o dos detalles curiosos, la película se ciñe milimétricamente al esquema de peli de monstruos (monstruos/secta) sin demasiada sangre fresca que derramar.
Por otro lado, no tengo claro si es que es muy machista o muy feminista, pero al menos logra entretener mínimamente.
Chicas guapas y muchas hostias, no busques nada más.

Predecible parida de película cuyo argumento chorras es propio de los peores metrajes del género. No obstante, es sorprendente lo mucho que te hace reír. Aun con ese humor en su mayor parte de mal gusto y casi escatológico, lo cierto es que se desenvuelven escenas bastante graciosas con diálogos divertidos y actuaciones aceptables. Además, está bien filmada y su mecánica funciona correctamente hasta conducirnos al típico final tonto de las comedias. Pero la verdad, es que ha resultado ser bastante mejor de lo que podría haber sido.
Sin duda merece un buen aprobado.