Ok, igual con decir eso ya me llevo una somanta de negativos xD, pero en todo caso, reconozco que Bobobo tenía su gracia, o al menos en sus primeros episodios, ya que luego acabo por volverse de un absurdo bastante monótono y con menos estructura. Excel Saga no peca de esos problemas, ya sea por durar menos capítulos que la otra, pero en todo caso esto si que se podría calificar de una buena serie de humor absurdo sin descanso, lo más parecido a una reencarnación de Tex Avery en formato de serie de tv animada que se haya visto jamás, con el aliciente de tener el ideal japones, y que da mil vueltas a idioteces como Tokyo ghoul o Death note, pese a tener ambiciones y propósitos distintos. 26 episodios de carcajadas sin parar, con una estructura definida dentro de su locura absoluta, y un reparto de personajes tan extravagantes como realmente carismáticos (destacando algunos geniales como la alocada Excel, cuya dobladora al castellano, Ariadna Jiménez, lo clavó con dicho personaje, y los delirantes Nabeshin y Pedro). No soy muy de animes japoneses, pero esto es tan alocado, enfermizo (pero en el buen sentido) y desternillante como lo fue Doctor Slump en su momento, tremendamente divertida y muy recomendable.

Le guardo un cariño especial a esta película, porque hizo que volviese a interesarme por la animación. Durante una parte de mi "edad del pavo" (la adolescencia, vaya), despreciaba sin motivo aparente toda la animación fuera del anime japones, y la última peli de dibujos estadounidense que vi en cine fue como Atlantis o algo. Esta la vi porque me dieron unas entradas gratis para su preestreno, y como no tenía nada mejor que hacer ese día (si acaso terminar de pasarme otra vez el segundo videojuego de Sonic en mi vieja Mega Drive, pero eso es otra historia), no veía muy mal ir al cine a verla. Para mi sorpresa, me desternillé de lo lindo como no hacía con ninguna otra comedia en mucho tiempo, y me gustó mucho su sentido del humor a lo Cartoon Network, sus personajes y el imprevisible e irreverente argumento paródico hacía la serie b y los dramones familiares.

A día de hoy, junto con Zafarrancho en el rancho, está considerada como una de las peores producciones animadas de la Disney (y eso que fue la primera realizada con animación CGI), y vale que para muchos pueda resultar tontorrona, pero personalmente me parece una cinta muy fresca y con desparpajo, con un buen puñado de personajes originales y con carisma, gags divertidos con mordiente y mala baba y visualmente de una corriente cartoon acertada, además de que es mucho mejor que lo que ha hecho Disney este año con la alabada Zootropolis.

Veamos, resumamos este engendro por partes:
-Estereotipo racista doblado por Rob Schneider en la versión original.
-Una especie de Mr. Magoo irritante (en parte "gracias" al doblaje del señor Sandler)
-La hermana del anterior AÚN más irritante si cabe (también doblada por Sandler, sic), y con claros signos de retraso mental (y como suele ser típico en estas "comedias" del señor Sandler y Cia., se ríen a costa de ello y no con ello).
-Un protagonista, que es una evidente caricatura de Adam Sandler y cuyo personaje es absolutamente AHOSTIABLE y deseas que le pase alguna desgracia y que se acabe de una puñetera vez la cosa esta.
-Drama forzadísimo.
-Publicidad directa de otras empresas estilo Foodfight.
-Renos sonriendo con mierda en los dientes.
-Canciones rancias y de una cutrez que tiran para atrás.
-Mr. Magoo 2.0 cubierto de mierda de una cabina de vater.
-Moraleja barata y, cuanto menos, asquerosa.
-Animación que parece querer imitar el modelo de El gigante de hierro, pero que se queda algo desfasada.
-Renos CAGANDO delante de nuestras propias narices (así es, este es el nivel de humor de toda la peli en general).
-Niños que se le salen los mocos compulsivamente.
-Que la novia del alcalde de la ciudad sea un travesti.
-Humor absolutamente ATROZ y ASQUEROSO y que además NO TIENE NI PUÑETERA GRACIA, ASÍ DE CLARO.
-Que la peli en cuestión parezca más bien el lucimiento del ego de Adam Sandler.
-Por todo eso.
-Por la existencia de Happy Madison.
-Por todo el esfuerzo y potencial de los animadores desaprovechado.
-Por ser seguramente, la peor peli de temática navideña (y mira que ya es difícil, coño).
-Por ser una de las peores de toda la historia del cine de animación.
-Por ser una de las peores pelis de la historia en general.
-Por su fracaso de taquilla.
Por ser una gran tomadura de pelo.
-Por ser un insulto a la inteligencia de cualquiera que haya sobrepasado la fase pre-fetal.
-Por Rob Schneider (joder, tío).
-Por todo eso y todo lo demás...

........................................................................ojalá que te folle un agujero negro, Sandler, desaparezcas de la faz de la Tierra y del Universo y así no nos vuelvas a torturar con tus engendros horribles.
Fin del comunicado.

Serie animada de capital francófona, del mismo estudio de Persepolis, aunque con algo de producción proveniente de Estados Unidos, que se nota mucho en la serie aunque sea en su faceta de baratillo. El diseño es curioso y simpático, así como la animación, acercándose a un estilo de cómic underground francés que, salvando las distancias, recuerda mucho a Zep (el autor de Titeuf).

Más allá de lo estético, no hay nada que me resulte especialmente disfrutable en la serie. Por cierto, para ser un producto destinado al público infantil, me sorprende mucho las inclinaciones Stalinistas de uno de los profesores.

Una obra maestra de la animación que triunfó sobre Rogue One en la taquilla española, tan sin precedentes como el Bomba de King Africa en su momento y que ahora es vista como un subproducto para frikis y niños adictos a los Red Bulls. Y todo por una estúpida polémica de que no dejaba desarrollar la inteligencia de los menores de tres meses fetales (y mentales). Habrase visto semejante sarta de infamias y tergiversaciones pseudocientificas. Esta cinta es toda una sensación de sensaciones caleidoscopicas, astral y de brillantes arcos emocionales y sátiras mordaces socio-politi-geolo-gili-eco-lógicas jamás visto, pura perfección únicamente comparable con inyectarse verdadera mierda en las venas (y en el venaco). Ahora solo queda el espectro del éxito que obtuvo y el resquemor de los raros, oscuros y enigmáticos personajes amorfológicos que poblaban ese extraño país de cuatro desiertos dispersos.

Ojalá hubiera existido cuando yo era niño para así desarrollar toda la potencialidad que tengo como cinéfilo de ahora. Una auténtica obra de culto, aunque no se entienda ni un cojón.