No sé, no me explico cómo semejante documental tiene tan pocas vistas. Es de lo mejor que ha traído HBO max desde hace un buen tiempo. Te atrapa desde el comienzo, tiene buen ritmo, no divaga, no pierde el tiempo y es sumamente dinámico y adictivo.
Eso sí, es crudo y seguramente bastante fuerte para personas no acostumbradas a este tipo de documentales.

En lo personal estaba cansado de no hallar nada que ver en cuanto a películas nuevas o series nuevas, y se me dio por ver este tipo de contenido, y halle oro puro. Me vi este, el del caso Alcásser y alguno más por ahí como: Donde está Marta?.
Debo decir que estos documentales españoles están por mucho, superiores a los norteamericanos actuales.

Una linda y emotiva historia que merece totalmente la pena verla.
Es una joyita más de esas del cine independiente que tanto hace falta ahora mismo, dado que Hollywood cada vez se hunde más él solo. Estas son películas hechas con calma, con criterio e incluso con cariño, no solo para ver cuánto más se puede ganar de dinero, como nos tiene acostumbrados el cine que mencione antes.
Y lo exótico de esta película es que tiene casi el toque del cine Europeo o Latinoamericano, pero es made in USA y con actores americanos, una bellísima Ella Purnell y un semidesconocido pero siempre efectivo Bruce Greenwood.
No sé si llego a los cines, no lo creo, pero si estuviese en DVD, o donde se pueda encontrarla, la aconsejo totalmente.

Película un tanto extraña que gira en torno a una secuencia específica. No extraña, por la historia en si, ni por el guión , sino por los efectos interesantes de dirección que le imprime Pete Travis, que aquel que no la haya visto, se dará cuenta el porqué.
Se pueden ver muchos intentos, en variadas películas de este tipo, de crear innovaciones en la manera de contar una historia, pero la mayoría caen en lo absurdo, sin embargo esta si fue interesante.
No me gustó, la actuación de Forrest Whitaker, que pareciera que después del oscar se durmió un poco en sus laureles.
Película que da para verla, pero sin esperar demasiado.

Primero debo decir que la miniserie no está mal, en términos de entretener funciona, es dinámica, los capítulos pasan rápido y no es aburrida. Mencionar también que la protagonista es empática a su manera, sin embargo eso no salva a la serie del absurdo y ridículo final que tiene.

Dicho esto, me parece increíble que la gente (no toda por suerte) no se dé cuenta de lo que está pasando, cuando le están mostrando las evidencias de la destrucción cultural, de la destrucción de los valores de la humanidad, y de la destrucción de la espiritualidad en términos de la religiosidad.

El cine y las series, ya sean americanas o europeas, han llegado al punto de irrespetar y desacreditar todas las religiones y creencias (por lo menos las más importantes), valiéndose de su fácil llegada a las masas de todas las edades.

Primero se llevó esto a cabo con la religión católica, lo cual se hizo y se viene haciendo al representar en las películas la investidura eclesiástica como diabólica, pedófila, y a los creyentes como lunáticos perdidos. Luego se la tomaron (y lo siguen haciendo) con la religión islámica, mostrándolos como extremistas, terroristas, abusadores de mujeres y asesinos. Y vemos que ahora con mucha agresividad se la están tomado con el judaísmo ultraortodoxo.

Por si alguien no lo sabe, el judaísmo ultraortodoxo está enfrentado con el Sionismo (no es religión), y los que manejan Hollywood son en su mayoría los segundos. Mucho más de esto no puedo explicarlo aquí pues la presente ya no sería una critica a una película sino que se convertiría en otra cosa.

Esta película, me parece que quiso emular a la gigantesca "The silence of the Lambs". Los diálogos, las miradas, las tomas, los silencios, etc., son o pretendieron ser muy similares. Pensaron seguramente que usando la misma formula/receta iban a sacar algo parecido.

Sin embargo y de manera lamentable las películas no solo de Hollywood, sino también latinoamericanas, europeas y asiáticas han perdido la magia que alguna vez tuvieron, perdiendo a la vez la espontaneidad, la sorpresa, el carisma, lo han perdido todo no queda nada.

Sinceramente se podría pensar que cuando la producción te obliga a escribir y a dirigir en función a ideologías impuestas, el foco de atención que debería ser el guion y los personas se difumina hacia otros lados. Pero me parece que esto va mucho mas allá, el talento con que antes se hacía películas ha muerto.