Magistral, hacía tiempo que una película de terror no me transmitía ese sentimiento. Gore, sí y mucho, pero el miedo es más por lo psicológico que por lo visceral. Otro peliculón de nuestros vecinos franceses que estan que se salen últimamente.

Buena película. El tándem Watts-Mortensen funciona como un reloj suizo y por momentos crea ambientes hostiles que llevan al espectador a encaramarse al sillón. Su puesta en escena es magnífica con buenos dialogos aunque por ponerle un pero el mensaje no termina de llegar, apunta pero no dispara y se disipa algo con un final que no está a la altura del film. No obstante me ha sorprendido para bien y si te gustan las películas relativas a la mafia o al crimen organizado no dudes en verla.

La verdad que me he llevado una decepción al ver esta película, la puse con ganas ya que la primera parte me sorprendió gratamente pero no he podido con ella. No la recomiendo ni para un domingo de resaca, no tiene mensaje, ni es graciosa ni sigue un hilo conductor en moento alguno.

Anonadado, es el primer adjetivo que me viene a la cabeza después de visionar esta película, pero no el último, ya que esta película te deja de todo menos indiferente. La película tiene un ritmo trepidante que no decae en ningún momento y engancha de principio a fin. Por otro lado la fuerza del film es increíble y tiene todos los ingredientes necesarios para entretener al espectador. Dureza mucha dureza combinada con hilarantes depravaciones y una desatada truculencia . Es un film extenso de 140 minutos, pero la verdad es que pasa volando. Por último comentar que tiene un final apoteósico y en mi opinión abierto, por tanto podríamos ver una segunda parte.

Joyita que nos trae una vez más el cine francés. Pieza que plantea dilemas y vicisitudes reprimidas en lo más profundo del ser. El director mezcla bien todos los elementos, fotografía, hilo, las escenas gore, todo para elaborar un suculento manjar.