La película más violenta de Stallone, hasta la llegada de Demolition Man. Marion Cobretti se encargará de dar caza y eliminar a los asesinos que están aterrorizando la ciudad aunque para ello tenga que utilizar toda la violencia posible.
Brian Thompson da miedo, sobretodo viendo el cuchillo que lleva encima, y Stallone además de demostrar ser tan peligroso como una cobra para todos los criminales también demuestra tener sentido del humor.
Una buena ejemplo de cine ochentero.

Nunca la guerra fue tan divertida, los hermanos Marx lo logran utilizando sus armas más poderosas, la locura.
Chico va pasando alegremente de un bando a otro, Groucho dispara a su propio ejercito haciéndole huir, sin fijarse claro, y a Harpo le toca la china y es elegido antidemocráticamente para realizar las misiones más peligrosas. El enemigo está perdido.

Ese es el gran fallo de esta adptación, muy floja, de Soy leyenda de Richard Matheson, los vampiros están hechos por ordenador y ni siquiera lo parecen, serían más baratos que unos cuantos extras con maquillaje.
El perro sobra en la mayor parte del metraje y el final no convence, al menos Will Smith está más más que correcto.

Nada, da igual lo bueno que sean los protagonistas, el guión es muy flojo y aburre, solo al final mejora algo pero ya es tarde, puede que te hayas dormido o decidido quitar la película.
No merece la pena perder el tiempo viéndola.

Infantil pero disfrutable a cualquier edad, requisito indispensable en una película para niños, que les guste a todos.
Simpática creación de Pixar donde además nos explica que el Yeti fue expulsado de monstropolis y se dedica a preparar granizada de limón.
Lo mejor, la secuencia de las puertas, genial.