Shutter Island está dentro del conjunto de películas que al verlas por primera vez, dejan en la cabeza del espectador una serie de preguntas sin respuestas claras, o sin si quiera respuestas. Es por ello, que el repetirla no es simplemente una posibilidad, sino, más bien una imposición (a menos, claro está, si la película no gustó en absoluto). En mi caso, cuando la repetí; obtuve muchas respuestas pero también me ocurrió algo curioso, y es que las pistas que deja la película no son tan esquivas como se piensa en un inicio; más bien, en algunos casos, hay pistas que son casi evidentes y que, por lo menos en mi caso, no sé por qué no las identifiqué en primera instancia. Cabe aclarar que esta sensación de poca claridad respecto de la trama, es continua hasta cierto punto de la película, pues, de ahí en adelante, la trama y sus secretos ya se vuelven evidentes.

Por otra parte, visualmente es muy impactante y tiene momentos de mucha belleza.

La isla en sí misma, casi que se puede considerar otro personaje. Y DiCaprio, en modo DiCaprio: ¡como mínimo muy bueno!

Es una muy buena película.

¡Peliculón!

Cruda y morbosamente violenta. Ficticia dentro de la realidad. Entre sus grandes atractivos se encuentra la interacción y solidez de sus personajes. Los planos y secuencias son sumamente atractivos y envolventes. Brad Pitt interpretando a Aldo Raine está bien, pero innegablemente, Eli Roth (Sgto. Donnie Donowitz) y Christoph Waltz (Hans Landa), son quienes se roban la atención del espectador por sus magnéticas interpretaciones. En cuanto a Mélanie Laurent (Shosanna Dreyfus), es prácticamente un ángel rubio... ¡es absolutamente hermosa! Brinda, como sus compañeros, una gran actuación.

Visualmente es muy bien lograda y transmite constantemente muchas emociones; en su mayoría de suspenso. y tensión... ¡mucha tensión!

Para los seguidores de la figura de Quentin Tarantino, Bastardos sin Gloria es una película que contiene todo ese toque Tarantino.

Lo que tal vez es universal en Memento, es que no basta con mirarla una vez para desgranarla; es una película compleja que pide que se la vea unas cuantas veces para poder "entenderla". Hace pensar al espectador tanto en la trama del filme como en la posibilidad de que algo como lo que en ella se desarrolla, ocurra en la realidad. Está llena de detalles que le dan ese toque tan peculiar que tiene.

Tiene un muy buen ritmo y hace que vayamos a la par que Leonard (Guy Pearce); quien realiza una muy buena interpretación. También es interesante ver a "Trinity" (Carrie-Anne Mose) como Natalie. Y definitivamente, hay que decir que es una película arriesgada y que termina por despertar amores y odios: o se le quiere mucho, o no se le quiere. Como se podrán dar cuenta, me cuento en los que les fascina esta película.

El ser cineasta, como cualquier otro oficio humano; está dentro de un marco teórico que al momento de llegar la práctica; se puede respetar o no dicho marco, navegando por sus seguros límites o dejando atrás los mismos y el resultado siempre estará sujeto a quien valora su oficio. Pulp Fiction es la muestra de la navegación dentro de los límites del cine con un resultado espectacular. Pulp Fiction consigue una de la más básicas premisas del cine: Entretener. Pero lo hace por medio de la calidad de todas las herramientas que en el cine se emplean para que el entretenimiento sea integral y no parcial. Las actuaciones, la historia, las tomas, los encuadres, el ritmo acorde, la musicalización, entre otras, son las herramientas con las que Pulp Fiction se arma para no ser indiferente a ninguno.

Te puede gustar o no Pulp Fiction, pero de ella no se oirá decir que está hecha sin tener en cuenta a conciencia todo aquello que termina por hacer decir que el cine; es cine.

¡Intensa experiencia audiovisual!

Las guerras tienen la capacidad de sacar lo mejor y lo peor de todas las personas, sin importar si son soldados o civiles; toda la gente es completamente vulnerable a la guerra y las facetas positivas y negativas alternan fácilmente en un escenario bélico. El pianista muestra crudamente lo anteriormente mencionado.

La barbarie, brutalidad, maldad, así como la altivez, piedad y bondad, entre otros remarcables y condenables defectos y virtudes; alternan constantemente en El Pianista.

Adrien Brody transmite con transparencia el indescriptible drama que no sólo afronta, sino que supera; su personaje.