Qué se puede esperar de una "película" con semejante título, pues una pieza fruto de dos psicodélicos paganos, claro. Pero bueno suelo ser una persona que da oportunidades a los indigentes mentales...
El film peca de agónico y poca originalidad, es básicamente una declaración de dos tarados acerrimos ateos, que llevan por bandera vivir en un sindios, y viendo el absoluto vacío que deja tal sensación deciden grabar una mediocre cinta en torno a su falta de ingenio.
Hay dos tipos de personas, los que creen en Dios, y los que creen ser Dios, pues bien estos dos desgraciados se creen lo segundo.
Tal despropósito juega al despiste con mediocridad, intenta atraer hacia el charco de mierda estereotipado unos vulgares personajes en una casa plagada de imágenes religiosas, un vagabundo hace aparición y dice ser Dios y estos le creen a medias tintas.
Caye y Albert, los responsables de esto, morirán españoles por muy catalanes que sean, y morirán pretendiendo ser cristianos por mucho que lo nieguen, porque dirán ser fiel a sus principios hasta que se estrelle el avión. Dentro de tal hipocresía respeto que haya gente que quiera vivir mirando al suelo y negando las evidencias no sólo históricas si no visuales. Chascarrillos, machismo, y blasfemias varias. El pan nuestro de cada día para los fieles creyentes que no ofendemos a nadie ante los flagrantes y execrables delitos de odio.
Una basura, un canto al suicidio, un futuro desalentador la mente de estos sujetos, pero bueno, poco importan estos don nadies, estos sin nombre...