Un ambiente opresivo, en el polo. Una expedición científica. Un monstruo alienígena que replica a sus víctimas... A la claustrofobia y al pánico de combatir a un ser de capacidad superior se une la desconfianza a los demás, al no saber si se trata de un ser humano o un alienígena replicado. Una gran película que, sin ser considerada mala, no ha recibido el respeto que se merece.

Una noche de insomnio sin saber qué hacer. Entro en filmaffinity. Pienso en una película a la que hacer una crítica para pasar el rato. ¿Y por qué elijo esta? ¿Por qué me viene a la mente? ¿Qué tiene de especial? ¿Por qué hay muchas películas mucho mejores que esta que no podría ver cada vez que la ponen en televisión? ¿Será que la veo para enamorarme de la cocainómana a la que da vida Emmanuelle Seigner una vez más? ¿Será por la música? ¿Será por el inolvidable final? ¿Será por la sensación de angustia? ¿O sólo será porque no puedo olvidar al protagonista? Seamos serios, esta no es la mejor película de los ochenta, pero algo tiene. Inolvidable.

Dos hombres pelean sin ningún motivo a lo largo de los años. Una imaginaria ofensa basta para desatar lo que no tiene vuelta atrás. La campaña napoleónica les separará y unirá hasta el inevitable enfrentamiento final. Sin duda alguna lo mejor de esta película es la clara separación entre el protagonista y su antagonista, la rabia de la bestia a la que interpreta Harvey Keitel y la rectitud y el honor del heroico protagonista, a pesar del miedo que siente hacia el otro.

Varios conocidos, tras ver esta película a recomendación mía, me han comentado que les gustaba pero que era demasiado lenta. ¿Pero qué es el buen cine? ¿Acaso no somos capaces de concentrarnos delante de nada que no sea una sucesión de explosiones? La película tiene el ritmo que necesita. Las virtudes de esta película son muchas: transfondo histórico a una historia personal, buenas interpretaciones y sobre todo sencillez en lo que cuenta, en efecto, buena parte de mis películas favoritas parten de una idea sencilla excepcionalmente desarrollada: Sólo ante el peligro, los siete samuráis, la cosa... por poner algunos ejemplos.

Esta película cuenta básicamente la historia de dos hermanos. Son de edades parecidas, cuando la película empieza son jóvenes y suelen salir juntos con sus amigos. A pesar del amor y la admiración mutua son muy diferentes. Nicola es la luz de su familia y Matteo la oscuridad. De algún modo Matteo no se permite a sí mismo ser feliz, y contagia su angustia a todos los que le rodean. A partir de una situación en la que los dos hermanos se ven absolutamente inútiles e incapaces de actuar, cada uno de ellos toma una decisión diferente que afectará al resto de sus vidas: Nicola elegirá continuar y luchar y Matteo se quedará y se rendirá. La vida frente a la no-vida. Después de eso ya no habrá vuelta atrás.

Esta película es mala, muy mala. Pero ese no es su auténtico problema, porque películas muy malas hay muchas. No sé cómo se puede hacer esta película más de diez años después de Excalibur sin que se te caiga la cara de vergüenza. Si en vez de tratar sobre el rey Arturo, Lanzarote y Ginebra lo hiciese sobre un rey, su reina y un caballero no sería tan mala (de hecho como película-palomitas a mí me gusta "Destino de caballero" por ejemplo). No entiendo cómo se puede pretender encerrar toda la historia de Camelot en un sólo día. Basura comercial.