Muchas son las películas que hemos podido ver sobre el holocausto nazi o sobre otras historias de la segunda guerra mundial. Ninguna es como esta.
El protagonista no es un héroe (al menos, no uno convencional) pero es un personaje que desde el primer momento llama la atención por su optimismo y por su esperanza, algo muy difícil de mantener teniendo en cuenta lo que le toca vivir.
La banda sonora es sublime y la escena del piano (al final) pone los pelos de punta.

Esta película es una de las perlas que podemos encontrar con poco que exploremos el cine asiático y estoy convencido de que terminará convirtiéndose en un clásico del género.
La primera hora de película es agradable de ver, muy tranquila y nada hace presagiar lo que en realidad va a ocurrir. Ese es el truco del director: te relaja, hace que bajes la guardia y por eso, la última media hora de película es mucho más impatcante y sorprendente que cualquier otro film de estilo terror/gore.
Una película que estoy seguro que no olvidaré.


PD: No hay que verla mientras se come.

Por lo que he leído en varios sitios esta película es una de las más controvertidas de los últimos años, y eso es justo en lo que consiste el cine de Haneke: provocar en la gente unas sensaciones extremas que pueden hacer odiar o amar sus películas. Él debe estar muy contento con el recibimiento de su remake(si se puede llamar así) de Funny Games, ya que ha llegado a mucho más público y ha generado mucho más debate que su predecesora.
Para mi, es una película sublime, de las que es imposible olvidar.

Dentro de poco se cumplirán 30 años del estreno de Blade Runner, pero, seguramente alguien que vea hoy esta película sin saber nada de ella, no podría imaginarlo. Y esto no es únicamente por los escenarios tan modernos o los efectos innovadores que en ella aparecieron, también es la forma en que se narra la historia, la manera en la que el espectador se mete en el universo de Blade Runner... Es una película "distinta" y por muchos avances que se hagan en el mundo del cine, veo improbable que alguien pueda hacer algo parecido a lo que hizo Ridley Scott en 1982.

Es una de las pocas películas de Park Chan Wook que me faltaban por ver y me ha sorprendido gratamente, ya que, no suelen gustarme las películas "de guerra", pero es imposible no quitarse el sombrero ante films como éste o Senderos de gloria (por nombrar alguna).
Al comienzo de la película cuesta situarse y entender lo que ocurre, pero poco a poco se van conociendo a los personajes, a los bandos (en la película) y sus pensamientos/sentimientos.
Para una película de estas características era imposible un final como el de Old Boy, pero el de JSA es, sin sorprender demasiado, fantástico.