‘Mine’ es la ópera prima de los realizadores y guionistas italianos Fabio Resinaro y Fabio Guaglione que aquí han bebido de films como 'Buried' (reconocido incluso por ellos mismos) y '127 horas'. Ambos realizadores llevan a cabo una buena labor, ofreciendo en todo momento el plano adecuado y sabiendo situar muy bien las cámaras. Además, destaca el gusto por rodar el film en un entorno totalmente natural (Fuerteventura), y lo realistas que resultan las escenas nocturnas con apenas luz.

La trama del film nos entrega una situación kafkiana, una situación en la que el sargento Mike Stevens (Armie Hammer) tendrá que intentar sobrevivir con su equipo y kit de marine a una circunstancia extrema en grado altísimo: no poder moverse por haber pisado una mina. A lo largo del metraje iremos presenciado su deterioro físico y también mental; importantes y muy ligados ambos estados, de hecho, se puede decir que en su mente, el sargento, también ha pisado una mina de la que lleva largo tiempo “preso”.

El protagonismo absoluto del film recae sobre los altos hombros de Armie Hammer, un intérprete que no suele destacar ni brillar en sus actuaciones más allá de su alto porte. Sin embargo, en ‘Mine’ da un paso adelante obligado por el “tour de force” al que se ve sometido, y logra la mejor actuación que yo le recuerdo concluyendo a muy buen nivel.

En definitiva: 'Mine' supone un buen debut de Fabio & Fabio que entregan un film en el que destaca su lograda ambientación y un Armie Hammer que se lo ha currado muy por encima de sus trabajos habituales. Tendremos que seguir la pista a estos dos realizadores italianos y estar atentos a sus próximos proyectos.

-Lo mejor: La filmación natural y real del film. Armie Hammer de menos a más. El final.

-Lo peor: Al film le sobran algunos minutos, habría salido ganando mucho de haberlo cerrado en unos 90 minutos. Puede crear cierta confusión al mezclar los espejismos/ensoñaciones del protagonista con la realidad.

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'Link' destaca ciertamente por la logradísima interacción de los chimpancés con los protagonistas humanos. El trabajo del entrenador animal Ray Berwick fue colosal en ese sentido. Resulta increíble ver a Link interactuar con Terence Stamp y, sobre todo, con una Elisabeth Shue que junto a los chimpancés es la que consigue llevar a buen puerto a este film. Numerosas escenas nos llamarán la atención… pero ojo con la escena en la que ella se desnuda para tomar un baño y Link la observa con una mirada que provoca malestar en ella (y en el espectador)…

Además, en el film se intentó (dentro de sus enormes limitaciones de presupuesto, acabado visual y técnico) profundizar en la mente de los chimpancés y en su relación con el hombre. Todo esto a través de los estudios antropológicos del Doctor Phillip, y en la rebelión y actos protagonizados por Link hacia el cruel destino que intuye se le ha asignado.

Podemos decir que la película está protagonizada casi exclusivamente por una jovencísima Elisabeth Shue en el papel de la joven Jane Chase. Elisabeth lo hace tan bien que su trato con los chimpacés resulta tan natural que te llegas a creer totalmente su personaje de estudiante de zoología, de hecho, recibió una nominación al premio Saturn de 1987 como “Mejor Actriz”.
Por su parte, Terence Stamp dio vida de forma severa y rígida al personaje del Doctor Phillip. Lo cierto es que pasada media hora (más o menos) su personaje desaparece misteriosamente y todo el protagonismo recae en el buen hacer de Elisabeth Shue y de los chimpancés.

En definitiva: 'Link' es una sorprendente cinta de “terror animal” que pienso debería haber tenido un mayor reconocimiento del que obtuvo en su momento y del que tiene actualmente. Es un film que, pese a sus carencias, se ve con bastante interés, resulta entretenido y contiene secuencias bastante desasosegadoras y un final tremendo.

-Lo mejor: Elisabeth Shue y el chimpancé Link. Película rodada a la vieja usanza, esto es, sin pantallas verdes ni trucos digitales similares.

-Lo peor: Algunas composiciones circenses de la BSO de Jerry Goldsmith que restan terror a lo que se ven en pantalla.

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Tomando como base el violento asedio que duró 13 horas al consulado americano y la base de la CIA en Bengasi, Michael Bay nos entrega en este film su particular visión de la guerra moderna: cruenta, sucia, visceral y brutalmente caótica. Esto es lo que le encanta a Bay: el caos… y este film lo rebosa por los cuatro costados.

Afirmar que “13 horas” es “otra película de Michael Bay” (que lo es, su firma está en todos los planos) es quedarse en la superficie. Esta cinta es un homenaje puro y duro a los soldados de a pie, no a los trajeados que se paseaban en la (notable) ‘La noche más oscura’ (Kathry Bigelow, 2012), sino aquellos que sudan y sufren frente al enemigo. Bay claramente escribe una carta a los miembros del cuerpo militar americano, no en un sentido o sensiblería como pasaba en ‘Pearl Harbor’, más bien con sinceridad, parafraseando al personaje de Eric Bana en ‘Black Hawk derribado’: “Cuando suene la primera bala, los políticos y todas esas chorradas, irán directamente a la basura”… algo que se puede ver perfectamente reflejado en este film.

Bay imprime al film su brutalísimo estilo visual y su ritmo trepidante (increíble que sus 144 minutos se pasen en un suspiro) a través de su potente galería de planos (videocliperos pero totalmente pegadizos con el modo de visualizar todas y cada una de las set-pieces. Guiño inclusive a ‘Pearl Harbor’ en lo visual en un momento concreto) y sus soberbias secuencias de acción acompasadas por la arrolladora banda sonora de Lorne Balfe y apadrinada por Hans Zimmer. Mención a la primera incursión de los insurgentes en el consulado (tensión a lo bestia es quedarse corto).

Sin embargo, todo lo anterior no funcionaría (y este es uno de los puntos débiles de Bay, pero no en esta película) sin el guión de Chuck Hogan (firmante del libro en que se basaría Ben Affleck para su ‘The Town’). Hogan sabe sacar partido al sentido vibrante de Bay e imprimirles carisma a sus seis personajes principales. Algunos se quejarán de su sensiblería, pero logran una enorme empatía con el público, sobre todo John Krasinski, cómico en la serie “The Office”, que saca jugo a su Jack Silva, uno de los pilares del film junto con el duro James Badge Dale. Tanto Krasinski como Badge Dale (en este reparto de actores más o menos conocidos) llevan la batuta del filme. Ambos están excepcionales en sus roles.

En definitiva: "13 horas" es una película visceral, cruenta y bruta… pero también con un humor negro y un sentido real y emotivo hacia los personajes (y personas) que han visto cosas horribles en los conflictos. Este es el modo de ver la guerra moderna a través de los ojos de Michael Bay. No tengo reparos en afirmar que ha dirigido una de las mejores películas de su filmografía, demostrando, en mi opinión, que este señor también sabe hacer films más allá de los fuegos artificiales.

-Lo mejor: La crudeza y la visceralidad con la que Bay muestra el ataque en Bengasi. Los personajes resultan divertidos y carismáticos. El ritmo y la selección de planos imposibles de Bay en su modo videoclipero que refuerzan aún más las situaciones. La banda sonora de Lorne Balfe. Su particular retrato sobre los soldados de a pie.

-Lo peor: Que la gente simplemente diga que es “otra peli de Bay”.

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Esta película de Dexter Fletcher es un biopic muy amable, divertido y entrañable sobre la figura de Michael “Eddie” Edwards, un inglés que para nada daba el pego como atleta pero que luchó al máximo por llegar a ser olímpico. En este sentido, y con respecto al libreto del film, no hay mucho que contar porque, salvo presentarnos la vida de Michael Edwards, todo lo demás ya lo hemos visto muchas veces, esto es: la historia de un hombre ninguneado por todos y por su propio físico que, sin embargo, se alza por encima de todos los obstáculos y trabas en pos de conseguir su sueño. El toque de originalidad en este film lo pone el hecho de centrar la trama en el mundo del esquí y de los JJOO de invierno.

En la dirección hay que llamar la atención al respecto de lo bien trabajada que está la película en todos sus aspectos. Sobre todo, destaca lo bien que se han rodado los saltos de esquí desde muy diferentes perspectivas: el vértigo de la subida, las vistas desde abajo, las tomas desde el casco del saltador, las tomas aéreas.

A nivel interpretativo destacan Taron Egerton y Hugh Jackman que son el alma de la película. Taron es Michael Edwards alias Eddie “el Águila”, y realiza una actuación muy destacada entregando un personaje cuya tremenda ingenuidad gana por completo al espectador… Por su parte, Hugh Jackman interpreta a Bronson Peary, un antiguo saltador americano cuya carrera quedó “congelada” por diferentes motivos. La pareja que logra formar junto a Taron Egerton es genial. Vale que son personajes típicos (el alumno torpe y novato, y el “entrenador” acabado) pero lo cierto es que ambos intérpretes saben ganarse al público.

En definitiva: Esta es, sin ninguna duda, una película que te hace sentir bien y no me importa que esto lo ponga el póster americano del film porque así es como sentí al terminar de verla. Es un film muy amable de ver que además juega con la baza de mezclar dos protagonistas de caracteres totalmente diferentes pero ambos entrañables, cada uno a su manera. Dos perfectos perdedores que te ganan por completo el corazón y te transmiten todas sus buenas sensaciones. Lo que te queda tras ver ‘Eddie el Águila’ es una sonrisa en tu rostro que no se paga con dinero.

-Lo mejor: El buen rollo que transmite esta película en todos y cada uno de sus aspectos. Las imágenes de los saltos. Taron Egerton y Hugh Jackman. La aparición de Christopher Walken. El conseguir hacerte creer que los sueños se pueden cumplir por imposibles que puedan parecer.

-Lo peor: Quizás Taron Egerton abusa demasiado de apretar la mandíbula exagerando en demasía ese defecto del personaje. El hecho de que sea un biopic puede restar emoción al film si se conoce la historia real.

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Esta cinta de Gore Verbinski es una sorpresa en mayúsculas dentro del cine en general (no sólo en el de terror), al tratarse de un producto dirigido con un mimo visual (atención a la gran fotografía de Bojan Bazelli) y cariño por lo que cuenta que realmente en los tiempos que corren es digno de un aplauso. Verbinski ha contado en sus manos con un proyecto bastante único, no sólo por el potente mensaje que transmite su trabajado guión de Justin Haythey con su ácida crítica al capitalismo, sino por su cariño al cine de terror que existía en las películas de la Hammer, o inclusive en títulos "recientes" como ‘Shutter Island’ o ‘El resplandor’, como fuente de la inspiración base.

Por otro lado, destacar y llamar la atención al respecto de las notables interpretaciones del reparto liderado por Dane DeHaan cuyo personaje va evolucionando a lo largo de la película. Jason Isaacs, actor infravalorado, quien ofrece el que quizás sea uno de los personajes más enfermizos del cine de terror reciente. Y una muy destacada Mia Goth como Hannah, una paciente “especial” del balneario/castillo.

Sin embargo, hay dos aspectos que le quitan cierto brillo a la película: la duración puede terminar con la paciencia del espectador casual y también creo que su final no será plato de buen gusto para el público general, aunque es un delicioso homenaje al género de terror italiano, o de las películas de la Hammer y algunos monstruos clásicos.

En definitiva: 'La cura del bienestar es una película que, de entrada, puede que no guste al público en general… pero el verdadero aficionado al género puede encontrar en ella una deliciosa obra, muy loable y arriesgada en los tiempos que corren en el cine actual.

-Lo mejor: Todas las interpretaciones del reparto, sobre todo Jason Isaacs. La ambientación y los elementos de terror visual que Verbinski usa a lo largo y ancho del film homenajeado al género en todo momento. Su planificación visual. La música de Benjamin Wallfisch que se acopla enormemente a la película.

-Lo peor: Puede ser un film que desafíe la paciencia del espectador moderno por su excesiva duración.

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