No suelo ver películas de este género, pero ésta me llamó la atención en un principio por Ashley Judd, que siempre me ha parecido una actriz fantástica. Y mientras veía la película me gustó mucho el argumento, que no es el típico de todas las películas románticas. Greg Kinnear muy bien en su papel, y Hugh Jackman genial como siempre.

Había visto Alias anteriormente, siguiéndola en tv. Y aunque me gustó bastante, no ha sido hasta que me hice con todas las temporadas y las vi con tranquilidad, un episodio tras otro a mi ritmo, cuando la he apreciado en toda su plenitud.
Y es que es una serie que te envuelve en su trama, tiene altibajos, es cierto, pero ¿qué serie no los tiene? Alias engancha y mucho. Desde el primer capítulo hasta el magnífico final (5x17) la serie nos hace sentirnos parte de la trama. Mientras te ves atrapado en ese mundo de espionaje, secretos y vueltas geniales de guión, si eres mujer quieres ser Sydney Bristow, y si eres hombre quieres ser Michael Vaughn o quizá el magnífico Jack Bristow.
Sin duda es una serie imprescindible de ver, tanto si te gusta el género espionaje como si no.

La primera película de X-men marcó un antes y un después en el cine de superhéroes, y en concreto el personaje de Lobezno/Logan destacó por encima del resto de sus compañeros para hacerse digna y merecidamente con el protagonismo del resto de películas. Dentro de la saga y de los spin-offs hemos tenido un poco de todo, mejores y peores.

En este caso, la trilogía que protagoniza en exclusiva Lobezno ha ido de menos a más. Orígenes dejaba un sabor de boca soso, le faltaba mucho para ser la película que el personaje merecía. Inmortal se acercaba más, pero no conseguía llegar del todo a atrapar la esencia que esperábamos. "Logan" lo consigue con creces.

Un última vez. Eso fue lo que dijo Hugh Jackman cuando anunció que colgaría las garras para siempre. Pero ¡qué última vez! Ahora sí, "Logan" consigue llevar al personaje hasta lo más alto del Olimpo de las películas de superhéroes, el héroe ya es leyenda. Pocas, muy pocas películas del género pueden estar a su altura.

Y es que "Logan" no es una película de superhéroes al uso, que nadie espere efectos especiales a diestro y siniestro, que nadie espere villanos con capas, ni mujeres guapas enguantadas en trajes ajustados. "Logan" se aleja mucho de los X-men que conocíamos, porque "Logan" es una película oscura y dura, muy dura, realista, salvaje, dramática, intensa, violenta, visceral, marcando una fuerte diferencia con todas las películas anteriores y con cualquier otra película del género. Merece la tan comentada clasificación R, sin lugar a dudas.

Logan ya no puede curarse y regenerarse como antes, ha envejecido, está cansado y hastiado, su cuerpo, e incluso su mente, apenas soportan la pesada carga que lleva sobre los hombros. Se gana la vida conduciendo, malvive escondiendo su auténtica identidad en un mundo en que ya no quedan apenas mutantes. Pero, ¿qué ha pasado con ellos? ¿Y qué ha pasado con los X-men? La respuesta nos la dan a lo largo de la película (más en los spoilers). Cuida, junto con Caliban, de un anciano profesor Xavier nonagenario, ajado, al borde de la demencia senil. La mente mutante más poderosa no es más que una sombra del magnífico Charles Xavier que fue. Y tenemos por otra parte a la niña. Salvaje como un animal que acaba de escapar de una jaula, Laura (X-23) es el vivo retrato de Lobezno en versión niña, o más bien dicho del Lobezno que una vez fue.

Jackman puede darse por satisfecho, porque era esto lo que él quería para la última película del personaje y sin duda lo ha conseguido más que de sobra. Su actuación es impecable, conoce al personaje como nadie, y lo ha llevado al límite. Se nota cómo se ha entregado en cuerpo y alma a esta película para poner el broche de oro a su presencia en el universo X-men. Y es que ya no habrá otro Lobezno. No importa si en un futuro la franquicia decide que otro actor continúe su legado, no habrá quién lo iguale porque ha dejado el listón tan alto que difícilmente nadie pueda alcanzarlo.

Mangold, que dejaba un sabor agridulce en Lobezno Inmortal, consigue ahora coronar la saga con una película bien dirigida, tomado su inspiración de westerns, road movies, dramas, y otras películas muy alejadas del cine comercial de superhéroes. Y consigue homogeneizar toda esa mezcla de una forma magistral, de tal forma que "Logan" te deja pegado al asiento durante toda la película. Sin duda que el final es impactante (más en spoilers), pero está claro que eso era lo que Mangold y Jackman querían conseguir: la película perfecta de Lobezno con el final perfecto.

Lobezno, el superhéroe que nunca quiso serlo, al final se ha convertido en leyenda. Gracias Hugh.

La pérdida de Andy fue un mazazo. Andy era el perfecto Spartacus, estaba magnífico en el papel y lo había perfilado maravillosamente.
Pero sobre eso no podemos hacer nada, así que tenemos a Liam, que sin ser tan bueno con Andy, toma el personaje con toda la dignidad posible.
La historia ha evolucionado y cambiado desde la primera temporada. Cualquiera que haya leído la historia de Spartacus debería saber de sobra qué derroteros lógicos iba a tomar la serie. Ya no hay luchas en la arena, evidentemente; ya no hay tantas intrigas, evidentemente. La serie va siguiendo el ritmo del personaje histórico, cosa que se agradece, teniendo en cuenta cuán poco rigor histórico suelen tener gran parte de las series y películas que nos llegan.
Algunos secundarios comienzan a desdibujarse, quizá para dar aún más protagonismo a Spartacus, quizá porque la historia ya no los contempla del mismo modo.
Pero de cualquier forma, Spartacus es una serie que merece la pena ver y disfrutar.

Y básicamente la película se puede resumir al título de la crítica. Jaden "carapalo" Smith se aburre en casa con la Play 3, la Xbox 360 y los cien mil juguetitos de la mansión Smith. Así que un buen día le dice a papi que quiere hacer una peli.
Papi, que quiere darle a su hijito el capricho, produce un peli donde su retoño es el protagonista absoluto y presta su nombre y actuación secundaria para darle algo de prestigio al proyecto y que los espectadores se sientan atraídos al cine. Se busca un director, y Shyamalan está de bajón en vista de sus últimos fracasos cinematográficos, así que suponemos que el pobre hombre estaba que se agarraba a un clavo ardiendo.
Shyamalan dirige una película sin mucho sentido, falta de un guión interesante, y a un Jaden que tiene menos expresión que un tablón. Está claro que no es cierto aquello de "tal palo tal astilla" y que el talento no se hereda. Pues si bien Will no es uno de los grandes actores de nuestro tiempo, al menos se defiende y a veces nos regala buenas actuaciones, como en "En busca de la felicidad". Jaden sin embargo, parece tener algún problema de expresividad, especialmente con las cejas y en general con esa expresión como de estar estreñido constantemente.
En general, una película sosa, aburrida y poco interesante.