Con muchas esperanzas esperaba ver este título, y parecía que prometía ser una película futurista profunda y al menos, bien hecha. La película se desinfla a un ritmo vertiginoso y los personajes cada minuto que pasa se vuelven más insustanciales.

La presentación de la trama promete. Un virus ha convertido a todos los seres humanos en vampiros (¿por qué? ¿cuándo?¿a causa de qué?) y los que no han querido ser convertidos son perseguidos para utilizar su sangre como alimento. La iluminación, las calles oscuras, y las pupilas amarillas parecen presagiar un film inquietante con unos personajes atormentados y superados por las circunstancias. Nada más lejos de la realidad. Ethan Hawke, hace el mismo papel que siempre, pero con lentillas, el personaje de Willem Dafoe es espantoso, al igual que su papel. El ritmo de la película es muy lento, lo que para una película de acción es su muerte. Los efectos especiales brillan por su ausencia, las escenas de acción no son dignas de mención en ningún momento. Sam Neill intenta mantener el tipo como el vampiro malo que quiere eternizar a su especie y esclavizar para siempre a los humanos. Pero nada se consigue, en nada se profundiza, y todos los personajes realmente resultan bastante ridículos y en ocasiones rozan la pantomima y la burla.

Que nadie espere escenas impresionantes de efectos especiales, o una horda de vampiros despedazando humanos, ni una estética que marque tendencia. Tampoco esperéis a ningún Lestat, vampiro ávido de vástagos y poder, o a un reflexivo, profundo y existencial Louis que reniega de su especie encarnado por Ethan Hawke, más bien toda la película resulta una broma para el género, donde ni se explota el mito ni las posibilidades de una criatura tan fascinante como es el Vampiro.

Sin ninguna duda esta película despedaza a la criatura, y no precisamente con la luz del Sol.

PD: Por cierto, tampoco recuerdo ni siquiera la música de la película, pasa desapercibida completamente. Una carencia más.

Emprendí el visionado de esta película con grandes expectativas, pero todo queda destruido en 2 minutos finales que destrozan toda la originalidad de la narración, mostrando ahora el día 34 y mas tarde el 235, y volviendo al dia 2. Confieso que me sorprendió gratamente como el hilo de la historia podía ser seguido con tanto salto temporal.

Los personajes están bien definidos, pero lo cierto es que las palabras y actitud de la protagonista resultan un tanto contradictorios e incongruentes, mientras que la coherencia del protagonista lo unico que le trae es dolor para consigo mismo. Es decir, como la vida misma.

Final absolutamente impropio de la película que pretendía ser. El director quiere reconciliarse con el público para que no salga de la sala con mal sabor de boca. Conmigo consigue todo lo contrario. Una lástima el final, un acierto el desarrollo, una putada la historia, hasta el final, que verdaderamente es fantástico y ficticio, alejado del tono de la película. Ciertamente lo estropea todo. Inconcebible. No se puede tomar el pelo al espectador de esa manera, para más datos el spoiler.

Gracias a este nuevo experimento que queda englobado en lo que se define como "Cine", comprendemos que siempre existe una película peor que la peor película que has visto. No es peor que muchas, pero sí peor que la mayor parte de las más malas que he podido ver.

Reflejo del preso más conocido de toda Inglaterra, la película narra, o más bien expone a modo de recortes imprecisos, las peripecias del enjaulado, que se reducen a constantes palizas recíprocas con los guardias de cada prisión que pisa. Llamadme simple por la lectura de la película, pero es que realmente no saco nada más en claro.

Si la vida de este tipo realmente se reduce a lo mostrado en este retrato, desde luego no merece la inversión de dinero, tiempo y promoción que ha tenido esta película, y menos aún merece prestarle un mínimo de atención porque no representa ningún modelo, ni manifestación representativa de los nuevos tiempos de nihilismo y violencia gratuita, no sirve de ejemplo ni siquiera como eso.

Pestiño importante a evitar por todo amante del cine.

Buen thriller policíaco con final sorprendente y totalmente inesperado, pero no por ello hilarante o fantasioso, está bien narrado y explicado, convence lo suficiente.

Una serie de asesinatos llevan al principal investigador de los sucesos a unos apartamentos donde a su compañero le dejan en coma y donde él, supuestamente, sufre un ataque que le provoca amnesia. Casado felizmente con una bella mujer, padre y buen policía comenzará nuevamente una investigación en la que todo apunta a un desenlace desastroso.

Interpretaciones notables, como casi todas las peliculas asiáticas, buena música, impactante final, al principio los gestos de los actores parecen forzados, hasta que comprendes que realmente gesticulan así. Destacar el papel del protagonista, sobre todo en el final del metraje donde está especialmente acertado y convincente.

En el Spoiler no pongo el desenlace, pero si algo que puede anunciarlo, por lo que sólo deben leerlo quienes hayan visto la pelicula.

Buena película, absolutamente recomendable. Por supuesto en versión original subtitulada, supongo que si es doblado (ojalá no) perderá bastante como todas.

Peliculón que no llegará al gran público por su discrección, pero que merece la pena hasta la última escena. Brian Cox está inmenso en un papel lleno de matices, profundo, con varios discursos excepcionalmente narrados. Todos los actores bordan sus indeseables papeles, desde el chico insoportable y sociópata, hasta el pequeño papel de Robert Englund, que no sale más allá del umbral de su casa.

El tema del maltrato animal ha sido tratado hasta la saciedad, pero quizás faltaba una historia como esta, nada edulcorada, y que centra su atención en lo gratuito de la crueldad que puede llegar a ejercer el ser humano, retratando perfiles psicológicos muy definidos, centrando su historia en los hombres que conviven con animales. El protagonismo del perro que realmente sólo ocupa 5 minutos en pantalla es constante, pero la carga del dolor, y del sinsentido de su pérdida es magistralmente reflejada por Cox, un viudo anciano con una historia detrás que realmente no puede permitirse pasar por alto más sinsentido e injusticia.

Peliculón narrado con una factura limpia, con interpretaciones sobrias, y sin sensiblerías forzadas. Grata sorpresa.

¿Quien es el perro? Creo que el chico rubio.