Fuera de Tiburón es, para mi, una de las mejores películas de tiburones que he visto.

Es tonta, no tiene mucha historia. Pero desde luego no se pretende nada más que crear emoción y tensión entre los espectadores y solo buscan llegar a una situación que da nombre a la película.
¿Puntos fuertes? Los tiburones están increíblemente bien hechos pero no salen tanto en la película como uno pudiera pensar. Y cuando salen, salen bien y son un buen elemento de la historia.
Se deja ver bien y el final resulta... no puedo decir nada, solo que es un muy buen elemento de la película.

Por cierto, en los créditos vi a Santiago Segura y fue muy decepcionante ver que se trataba de otro Santiago Segura (a la vez que un alivio).

En resumen, aunque los personajes no tengan mucho desarrollo no resulta un problema en tanto que el objetivo de la película no es otro que crear terror y tensión bajo el agua y vamos si lo consiguen.

No es perfecta ni pretende serlo.

En resumen, se trata de un documental formalmente impecable (o casi impecable).
La temática, la forma de tratarlo, su desarrollo. Todo, todo funciona a la perfección y te atrapa con facilidad.

Creo que todos hemos visto siempre a estos animales como unos animales preciosos y adorables. Y nos ha encantado ver como saltan como si fueran partícipes de una atracción de circo.
No son parte de zoo. Un zoo (y se podría debatir sobre ellos) tiene al menos la cualidad de no jugar con sus animales para pedir que "actúen". Tema aparte la crueldad de la forma de separar a unos animales tan inteligentes (y sobretodo en la parte emocional) de sus familias. Realmente me impresionó ver como un rudo marinero acaba llorando o casi llorando por lo que hizo siendo joven y rompiendo una familia de orcas para acabar con un comportamiento cruel a más no poder con varias ballenas de la manada.

¿Podría ser mejor? Sí. Pero no lo necesita.
Claro en su mensaje. Claro en sus formas y atrapa rápidamente al espectador.

Y añado que me extraña (¿por lobbies? ¿por mala suerte?) que no obtuviera más reconocimiento en la temporada de premios.

Esto, amigos, no es un documental. Es una hagiografía donde salen tiburones por en medio.

Lamento profundamente el fallecimiento de Rob Stewart, pero pasa que un documental hecho por un militante adolece de su resultado final cuando no sabe diferenciar entre su objetivo vital y el documental que está haciendo. Y ojo, firmo al cien por cien el contenido de la película, pero falla como película documental.
No valoro el mensaje, no lo cuestiono. Cuestiono en medio y la forma de hacerlo.
Stewart parece a ratos tener más peso que los tiburones y, de forma incuestionable, falla como película DOCUMENTAL.

Pondré un ejemplo muy naif. El uso de la música en estos documentales habla mucho de qué estamos viendo y la música en cualquier película quiere enfatizar y profundizar lo que vemos. O dicho de otra forma: manipular las emociones del espectador. Y aquí, se hace eso mismo.

Bonitas imágenes e impecable mensaje, pero para nada entre los mejores documentales que uno puede encontrar de tiburones.

¿Qué tiene que hacer una crítica en una película como ésta?

¿Valorar su contenido? ¿Cómo se ha hecho, rodado o narrado? ¿Su interés? ¿Su vertiente política?

Es complicado en cierto cine documental valorar como justamente se merece pero entonces viendo su temática salgo por la tangente y digo (a pesar que luego habrá personas que negarán la mayor y minimizarán su contenido): ideal y de obligado visionado para aquellos a quienes apasione la historia y quieren tener una visión más amplia tanto de nuestra historia colectiva así como de nuestra política geoestratégica de la Segunda Guerra Mundial en adelante.

Además se ve rápido y no sé hace demasiado pesada para aquellos que no estén demasiado metidos en el tema.

Nunca digas nunca jamás es un remake. Algo inédito hasta la fecha en el cine Bond.
Y es una película no oficial de Bond (algo no tan inédito gracias a Casino Royale... la original).
Y es la vuelta de un actor ya retirado de la saga al personaje (algo original y que hoy se debería de explotar: que vuelva un Pierce Brosman más que mayor sería fabuloso y más ahora que Daniel Craig se ha "retirado" de la saga).

Vuelve Connery. Vuelve Bond. Vuelve Spectra. Y Domino y muchos otros personajes que ya conocíamos de las películas anteriores.
La película tiene hasta a Klaus Maria Brandauer hasta Kim Basinger, Max von Sydow, Barbara Carrera o Rowan Atkinson.
¿Lo tiene todo?
No. Le falta Barry y le sobra Legrand.
Legrand es un buen compositor pero no es Barry y John Barry es quien mejor conoce y entiende a Bond, de lejos. Legrand, por contra, no llegó a entrar en Hollywood como él hubiera merecido y esta película es un buen ejemplo.

¿Otros aspectos de la cinta? Está mejor desarrollada que su original, Thunderball, pero si bien es cierto que Terence Young no es Irvin Kershner, también aplica a la inversa. Y esto me lleva a una reflexión. Si eliminamos El imperio Contraataca, ¿qué habría sido de Kershner? Ojo, no digo que fuera malo, digo que tan bueno no era y digo también que el éxito de El Imperio se debe a la mano de papá Lucas.

Hecho este pequeño paréntesis: hay hasta tiburones y sobretodo un mejor desarrollo que en Thunderball. Hay también un dirección muy plana por parte de Kershner. ¿Os imagináis como habría sido esta película con una dirección a la altura y una música a la altura? La idea de un Bond maduro resulta asombrosa y muy atractiva y aunque el tema se toca no sé si lo suficiente, pero sin duda acaba siendo una película Bond a recordar.

Por cierto, ese mismo año compitió y perdió injustamente contra el peor Bond de la historia pero que había adormecido a unos espectadores que consumían un cine (Bond) que hacía mucho tiempo que había perdido el norte. Efectivamente, hablo de Roger Moore y, en este caso, de Octopussy.

¿Conclusión? ¡¡Vuelve Pierce Brosman!!