Un film realizado con equilibrio, y belleza en las imágenes que contrasta con el huracán de emociones que habita dentro de cada personaje. Un aparentemente secundario en la trama (Richard Grant) es el disparador de las ambiciones de aquellos que no se animan a concretarlas. El camino que elige cada uno lo enfrentará tarde o temprano con su castigo o redención.

Estar en el lugar equivocado en el momento exacto..tal es el caso de Jeff en la maratón de Boston del año 2013, cuando explota la bomba que lo deja sin piernas. Ya eso es bastante terrible, pero lo interesante es el abordaje del tema que se centra en el papel de héroe en que lo coloca la sociedad cuando el miedo es mucho y todos se sienten vulnerables. Él no está convencido del rol, que aunque lo lleva a estadios o entrevistas rutilantes, su individualidad está absolutamente descentrada. El "otro" lo aplaude, pero su lucha del día a día supera en mucho esa exposición que varios (incluso dentro de su familia) asumen como privilegiada. A veces el guión se solaza demasiado en escenas morbosas, o el infaltable mensaje de "no podrán contra nosotros", pero cuenta con el gran Jake Gyllenhaal que sabe darle a su personaje el dolor sin heroicidad que lo torna creíble.

Saber que está Forest Whitaker me predispone a una buena pelicula, o por lo menos para entretenimiento efectivo. El clásico argumento de "se acaba el mundo" y justo la persona amada está en el otro extremo del país, se cumple religiosamente. El camino al peligro, conocer las luces de la solidaridad humana y también las sombras más abyectas. Aplicar las estrategias para sobrevivir y reaccionar con más instinto que con códigos citadinos. Pero los personajes que prometían, van quedando atrás..y cuando se ve que el tiempo se agota para el final del film y todavía quedan por resolver varias cuestiones, uno se preocupa. Y cuando llegan los créditos, no se puede creer que se haya invertido casi 2 hs en semejante historia...Ay, sí. Tendría que haberme ido con Forest...

Gloria Swanson es todo lo desbordada y sobreactuada que exige su papel...Ella ya no vive, ella ES un personaje que transita en las telarañas de su lucidez que tambalea. Y sostenida en esa ficción por su mayordomo ( relación inesperada al trascender, porque acepta un rol tan servil que permite cuestionarse acerca de lo que cada uno entiende por amor).
En las antípodas, está ese escritor advenedizo,interesado,sin demasiadas dotes como literato pero hambriento de la buena vida que es el inolvidable William Holden en estado de dios . Bello, impecable, e inalcanzable si no es pagando por su compañía...
Para alimentar el alma con historias que no envejecen.

Flashes. Pensamientos que cruzan y reviven el pasado. Temores y obsesiones que fueron sembrados desde siempre. Es tan terrible la vida que todos en el "tranquilo" pueblo de Wind Gap se van consumiendo en su rutina algodonosa, llenos de odios secretos y amarguras por sentirse atrapados en un pueblo momificado. Hasta que dos violentas muertes los sacude y la búsqueda del asesino se vuelve una obsesión. Quién mejor que alguien nacida allí para investigar, piensa el editor de un diario de Saint Louis, creyendo que el regreso al hogar ayudará a mejorar rencores del pasado. Nada más lejano de la realidad, cuando ni se sospecha siquiera las tumultuosas circunstancias que destruyeron toda posibilidad de acercamiento entre hija y madre. Patricia Clarkson como Adora, es una progenitora espeluznante. Va armando una fachada de perfecta anfitriona ante los demás, pero puertas adentro es despiadada en su desamor. Con la velocidad de una dentellada de cobra, imprime veneno una y otra vez en esa hija que encarna Amy Adams, en un trabajo descollante, que vulnerable y destruída, arma retazos de dignidad para seguir adelante. Pero tiene tantas huellas -visibles y no- que se adivina un derrumbamiento que depende en mucho de encontrar la verdad.