El director danés Lar Von Trier vuelve a la carga después de una de sus mejores obras “Melancolía”, considerado uno de los “enfants terribles” del cine europeo, cada obra cinematográfica presentada por él no deja nunca indiferente a nadie y cada estreno está envuelto en polémica.
Este año nos presenta “Nymphomaniac” una de sus obras más esperadas desde que nos llegó la noticia de que rodaría una película de 5 horas de la que habría dos versiones, una para su distribución en cines comerciales y otra versión de sexo explícito para su paso por Festivales y otro tipo de salas más especializadas.
Seligman es un viejo solterón que se encuentra en un callejón con Joe, una mujer herida y tirada en la calle. Decide llevársela a casa para curarla y es allí cuando ella decide contarle la historia de su vida, una historia marcada por lo sexual y la ninfomanía.
Lars Von Trier utiliza como es habitual en él la división capitular del film, lo que ayuda notoriamente al ritmo de la película. Cada capítulo que contemplamos es un episodio importante en la vida de Joe y se nos desvela como si de pequeñas piezas independientes se trataran. Recursos estilísticos ya tratados por el danés en anteriores películas y escenas descriptivas se antojan algo abusivas a lo largo del metraje.
El director propone un juego, una charla entre dos personas que nos va guiando a través de las historias sexuales de Joe. Arte, religión, muerte y pesca comparten escenario con el sexo. El problema es que hay que entrar de lleno en el juego, cosa que no se hace hasta bien avanzada la película. No hay definición clara del tono que propone Von Trier que si bien es en su mayoría es drama, también hay hueco para la comedia.
Altibajos en el ritmo son un problema para seguir la historia, quizás el guión no ayude mucho, en ocasiones con situaciones y diálogos brillantes y en otros casos con situaciones totalmente inverosímiles. Sin embargo la propuesta de la moral y del prejuicio que nos hacemos a nosotros mismos es un tema recurrente, hasta que punto nos juzgamos, ¿Depende de nosotros mismos, de nuestro interior? ¿De nuestra educación? ¿De la experiencia?.
Otro de los problemas de la película es las expectativas creadas hasta ahora, el director es conocido por arriesgarse en todos sus films, cosa que aquí hace con una propuesta casi suicida para el mundo de la distribución comercial, sin embargo el riesgo que acomete en este film es ir sobre seguro, no llega a inquietar, ni te golpea el estómago como sí hacen muchos de sus anteriores films. Y en el fondo es lo que vamos buscando de este genio, ese algo que nos noquee. Sin embargo al acabar la película quieres más, quieres seguir viviendo la historia de Joe, y el adelanto de los créditos sólo hace más que aumentar esas ganas.
Destaca todo le reparto de la cinta, que asumen sus personajes como retos de sus carreras fílmicas, entre ellos, la debutante StacyMartin , que realiza una interpretación soberbia, Uma Thurman, divertidísima con un personaje algo más que trastornado, Shia LaBeouf, Charlotte Gainsbourg, Christian Slater y Stellan Skarsgard lo completan.
Si eres un incodicional de director la película no te defraudará, entra en el juego y disfruta.


Óscar San Martín
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En 1993 llegó a los cines un hito que se convertiría en un film que pulverizaría los récords de taquilla establecidos por entonces. El encargado de todo esto, Steven Spielberg llamado "rey midas" de Hollywood, lo volvía a hacer después de "Tiburón", darnos miedo con animales. Aunque esta vez el mar no sería lo peligroso, si no nuestra propia inconsciencia y la ciencia.
Los dinosaurios llegaban, y todos los niños querían convertirse en paleontólogos para desenterrar huesos de estos animales extintos, las tiendas se llenaban de pequeños T-Rex y Velociraptores que todos queríamos coleccionar, la dinosauriomanía ya estaba aquí.
22 años después llega a nuestras pantallas "Jurassic World" la que es la cuarta entrega de la saga, Spielberg esta vez prefiere quedarse sólo en la producción ejecutiva y le cede el mando al casi debutante Colin Trevorrow. Ésto se nota, y mucho, ya que la dirección no es tan firme como el film que asentó las bases de esta saga y en ocasiones se tambalea hacia lo rídicilo.
En esta cuarta entrega la grandilocuencia firma con nombre propio, y no sólo en los aspectos técnicos, de los que hablaremos a continuación, si no también en los dinosaurios que nos presentan. El Indominus Rex y el resto de especies creados gracias al Doctor Henry Wu nos hacen temblar en nuestras butacas gracias a unos diseños impresionantes en los que mezclan a varios dinosaurios en uno (como si de digi-evoluciones se trataran).
Lo más destacable del film son sus efectos especiales, por supuesto en su totalidad digitales, pero que en un alarde de inteligencia, han combinado con dinosaurios monitorizados que tan bien funcionaron en la primera parte.

El director iraní Asghar Farhadi encandiló a medio mundo en el año 2011 gracias su film "Una separación"que, entre otros muchos premios, se hizo con el Oscar a Mejor Película Extranjera.
En esta cinta Farhadi diseccionaba una familia iraní en pleno proceso de divorcio, mientras vivían un proceso judicial paralelo por una cuestión cultural . Un drama que el director supo dirigir con un pulso digno de los mejores thrillers.

Dos años después presentó en el Festival de Cannes la película que hoy nos ocupa, "El pasado", con la que vuelve a recurrir a un divorcio, esta vez la trama sucede en París y los protagonistas llevan cuatro años separados llevando vidas completamente distintas en países distintos.
El director, como nos tiene acostumbrado en todos sus anteriores trabajos, trabaja el drama desde una perspectiva de suspense y tensión. A lo largo del film somos testigos de....
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Durante años el nombre de Walt Disney ha sido sinónimo de diversión, aventuras y cine para toda la familia. A largo de las últimas décadas el estudio ha vivido numerosas momentos, como la época dorada que vivió desde finales de los 80 hasta finales de los 90, de donde salieron grandes éxitos del cine de animación como "Aladdin", "La bella y la bestia" o "Pocahontas". Fue partir del cambio de siglo cuando la animación por excelencia sufrió una grave crisis de identidad y Pixar, la compañía de un antiguo trabajador de Disney tomó el relevó del estudio, en cuanto a cine de animación se refiere.
Poco después Pixar acabaría absorbiendo Disney, y John Lasseter tomaría todas las decisiones de los grandes estudios dotando de nuevos contenidos las películas de ambas compañías.
Y es en este contexto donde aparece la película número 53 de Disney, "Frozen" una adaptación de la novela de Hans Christian Andersen "La reina de las nieves" y que combina la tradición y musicalidad de las películas Disney, con la modernidad y diversión de Pixar.
Aunque la mezcla acaba de salir del todo bien. Entonces...¿Qué es lo que ha fallado? La pregunta tiene una rápida respuesta, la culpa es del guión. A lo largo del film éste intenta seguir una estructura clásica de las películas de animación que triunfaron durante su época dorada, sin embargo empieza a dar tumbos cuando quieren dar un aspecto moderno a la historia, algo que cuaja del todo y acaba siendo un quiero y no puedo de lo que se intenta ser una conjunción perfecta entre las dos compañías.
Ni siquiera una princesa, la número 12, con un carisma impresionante y unos compañeros de aventuras que muchas de las películas de animación envidiarían no acaban de salvar la película condenada a los clichés que nos tiene acostumbrados este tipo de cine, aunque hay uno que no siguen estrictamente y ese es quizás el problema, porque en esta película no existe un malo malísimo bien definido que nos arruine la función o al que odiemos y deseemos que el héroe de turno derrote.
De lo que seguro que disfrutaremos es de la música, que corre a cargo de Christophe Beck, con canciones de Robert López y Kristen Anderson López y que llenan la pantalla a lo largo de toda la película, al más puro estilo Disney con canciones pegadizas que hacen que salgas tatareando alguna de ellas a la salida del cine.
Es cierto que la película está llena de buenas intenciones y los más pequeños disfrutaran con ella, pero no será una película que acabe teniendo un poso en nuestras memorias. Acaba siendo una película más infantil de los que nos prometían y eso acaba pesando a los adultos que todavía disfrutamos de cuentos de niños.

Óscar San Martín

Todos los años somos testigos de una cita ineludible para los amantes del cine, una nueva película del director Woody Allen.
Con una energía envidiable a sus 77 años, el director continúa con su ritmo de película por año, y aunque muchas veces se le acusa de una falta de originalidad, lo cierto es que el neoyorquino siempre nos acaba regalando una joya cada poco tiempo. Si bien es verdad que "Blue Jasmine" no es una película redonda, tenemos que admitir que tiene los mejores tics de Allen.
Desde el inicio de la película se nos muestra el que sin duda es uno de los personajes del año y un regalo para la actriz Cate Blanchett que se convierte en la película. Una mujer que lo ha tenido todo durante toda su vida sin apenas hacer nada, y que de la noche a la mañana se queda en la bancarrota. A lo largo de la película empatizamos con un personaje detestable, egoísta y superficial que lo único que desea es vivir sin tener que preocuparse por el dinero. Durante años hemos oído hablar de los "nuevos ricos", ahora es el momento de hablar de los "nuevos pobres", eso es ahora Jasmine una nueva pobre que del lado de su hermana tendrá que adaptarse a estos nuevos tiempos. Aunque la cinta no alude de forma directa a la crisis financiera que asola todo el mundo, si es un reflejo de los cambios que estamos sufriendo en nuestras vidas y que ni siquiera nosotros podemos controlar, criticando así a la sociedad actual de una forma mordaz y al más puro estilo del director.
Cate Blanchett nos regala todo un recital de interpretación, lleno de matices dramáticos y cómicos.A lo largo del film nos muestra las debilidades de Jasmine y su intento de adaptación a un nuevo mundo para el que ella no está preparada. A su lado Sally Hawkins tampoco empalidece en el papel de hermana de extra radio a la que la vida no ha tratado tan bien, conformándose con hombres que no están a su altura. Las dos actrices están rodeadas de unos correctos secundarios como Alec Baldwin, Louis C.K, Peter Sarsgaard, Bobby Cannavale.
El guión mantiene un buen ritmo durante toda la película, lleno de gags que aunque no arrancan carcajadas si hacen que mantengas una sonrisa en la cara durante todo el film, mientras contemplamos el presente y pasado de Jasmine a la vez que nos preguntamos que ocurrirá con su futuro.
En definitiva, "Blue Jasmine" es uno de los títulos del año y una comedia que no puedes dejar escapar.

Óscar San Martín
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