Una película que podría tener todos los ingredientes para convertirse en una obra maestra, con intriga, presión psicológica y enigma. Pero la han querido disfrazar no se sabe exactamente de qué, de obra metafórica sobre las bestias y la caza de caballos esa para cortarles la crin. Creo que el intento de apuntar muy alto les convierte en pretenciosos y en pasarse de la rosca.

En ciertos momentos la película es muy aburrida, sobra casi una hora de metraje, pero al menos podrían haber reducido media hora. Se hace larga y eso es lo peor que le puedes decir a una película.

Desde luego los premios no son ningún referente a la hora de valorar las películas, ya sabemos que los carga el diablo y que las votaciones son como son y por sí solos se desprestigian.

Sigue intentándolo, Sorogoyen.

El viejo grupo de amigos se reencuentra para ir de caza. Se supone que van a cazar animales pero los verdaderos animales son ellos. Me gusta que se tomase licencias como poner voz en off de los personajes con lo que piensan, cada uno tiene sus inquietudes y sus intereses, cada uno odia estar allí pero sin embargo siguen adelante con la búsqueda de conejos.

El calor se palpa, está muy bien conseguido con el sudor de los personajes, se notan las ropas pegajosas, se nota que están muy caldeados todos y al final todo estalla.

Película muy bien conseguida en esa España aperturista. No voy a decir que la película es una metáfora de la España enfrentada en la guerra pero podría serlo, eso se lo dejo a otros.

Esta película es la prueba de que con poco presupuesto, con unos buenos actores y una buena historia se pueden filmar obras perfectamente estructuradas y completas.

Es un corto muy sutil, con mucho espacio a la intuición del espectador. No te lo narra todo, no te lo da todo masticado, no te dice lo que tienes que pensar. Es un cortometraje que invita a la reflexión sobre la vida, el paso del tiempo y a lo que será de nosotros después de la vida.

¿Dónde quedan las ilusiones cuando muramos? ¿Qué será de nuestro arte y de nuestros objetos valiosos cuando ya no estemos aquí?

Este corto es precioso en ese sentido, en la forma de plantear preguntas, en la forma en la que se escarba en el pasado y se contrasta con el presente. Es un corto que lo tiene todo y no me extraña el éxito que tuvo.

Y es que esta película habla de esas decisiones difíciles que tenemos que tomar en la vida. Decisiones que a veces tomamos y que son por nuestro propio bien pero que afectan a los demás para mal. ¿Qué prima? ¿El bienestar nuestro o no hacer daño a los demás?

Es un interesante dilema que se plantea a la perfección en esta película. Tenemos la posibilidad de empatizar con todos los personajes, todos tienen sus dichas y sus desgracias, todos tienen sus puntos flacos y sus puntos fuertes. Y a veces las personas que más hieren saben dónde están esos puntos débiles que pueden hacer mucho daño.

La película es espisódica, atraviesa varias fases en la que esa persona se va sintiendo la peor persona del mundo, cada vez con una pareja. La protagonista siempre tiene esa cara de inocente, de no haber roto nunca un plato, pero aún así tiene unas salidas que son duras, como cuando le dice a su pareja que sólo sirve para servir cafés. Pero pese a eso no me parece una villana, una persona mala, una persona cuyo comportamiento sea reprobable y ese título de la película da que pensar.

Hay algo significativo en esta película, y es que ellos comienzan a hacer música para poder hacer el videoclip. Primero llega el sentimiento y la necesidad, luego llega el arte. Me parece un punto muy acertado para comenzar esta historia, el motor del cambio, de la iniciativa y de lo más importante en la vida es el amor.

Pero no olvidemos que esta película está hecha y dedicada para los hermanos, esos que no consiguieron sus sueños pero empujan a la sangre de su sangre a conseguirlo, les animan a seguir su camino aunque eso implique no volver a verlo nunca más.

Estamos ante una película divertida, graciosa, ñoña a rato, rebelde en ocasiones y, aunque parezca, no es una película sólo para adolescentes, es una película para los que les encanta soñar, vivir y la música el el vehículo que une a toda una generación de inadaptados.