En general, uno no llega a sentirse cautivado o interesado por lo que le sucede a las protagonistas, sin embargo sí que al menos aporta cierta originalidad al género del melodrama.

Se nota demasiado lo rígidamente estructuradas que están las tramas -aparte de ser repetitivas-.

Quizás lo más atractivo de esta película es que en gran parte se desarrolla en las oficinas del edificio Seagram de Nueva York. Fue emocionante ver que el interior es "100% Van der Rohe".

Otra de las cosas que gustará es sin duda el vestuario, que a falta de un buen guión se convierte en "la sorpresa agradable" del filme.

No digo que sea mala, es simplemente que carece de una trama mínimamente interesante. Te gustará si te gustan las cosas tipo "La casa de la pradera".

Es una película hecha por y para el disfrute del público republicano made in USA. El argumento está impregnado completamente por los ideales de cómo debería ser un romance y la vida en general según este grupo. Una visión demasiado utópica creo.

Lo bueno, los actores. A mí me gustó sobre todo la chica (O'Hara), pero hay que reconocer que John Wayne se defiende muy bien para interpretar a un personaje tan alejado de los westerns.

Por último, merecido Oscar a la mejor fotografía. Los verdes prados de Irlanda son increíbles.

¿Oscar al mejor guión?
Es cierto que la película es de mediados de los '50, pero precisamente es el guión una de las cosas que más falla. Toda la historia se sustenta sobre un hecho banal al que ni los protagonistas dan gran importancia (la trama de Dolores Gray) que se resuelve de una manera sosa y tremendamente predecible. Sin embargo, esto no es lo peor ya que a lo largo de la película se suceden innumerables acontecimientos que suceden por casualidad que son extremadamente poco creíbles. Aun así tendría un pase si no lo hubiesen "adornado" con la escena de la trifulca. Es que parecía una película de serie B.

Por último, y para quedarme a gusto, hablaré de Maxie. Ese personaje que en las demás críticas ponen por las nubes y que aparte de que no para de sobreactuar, pretende ser un secundario cómico que no te hará reír ni una sola vez (al menos en mi caso).

Al menos los tres actores principales dan lustre a esta película cuanto menos mediocre.

Cuando se habla de melodrama a menudo se tiende a pensar en este como un género arcáico y de estructura férrea -algo así como los antiguos vodeviles del teatro-, sin embargo en este caso se huye de la mayoría de los convencionalismos para ofrecer algo nuevo y mejor.

Todos los personajes están construidos de manera notable y los actores cumplen sobradamente. El guión es además razonablemente entretenido -a pesar de que tarda algo en arrancar- y depara ciertas sorpresas que no esperarías normalmente en un melodrama.

En definitiva, cine clásico y de amor hecho en condiciones.

Muy interesante película sobre las entrañas de la televisión. No se trata de la típica de periodistas en busca de la noticia, sino que va más allá metiéndonos de lleno en el negocio de las audiencias.

Tiene un fallo importante y es el de intentar colarnos como una historia real un relato que es fantasioso y a veces poco creíble. Otra pega que veo es la trama romántica, que está torpemente introducida y pinta más bien poco. Dunaway está espectacular, pero esa trama es -insisto- bastante inverosímil.

En fin, un buen entretenimiento con grandes actores que pudo haber sido mucho mejor de lo que acabó siendo.

PD: es curioso ver a Conchata Ferrell mucho antes de Dos hombres y medio.