Película espléndida, sin paliativos. La puesta en escena, los personajes, la construcción de la trama, la maravillosa música de Korzeniowski. Todo es superlativo.
Tres historias: presente, pasado y ficción, que se entrelazan en ciertos puntos para crear una historia dura, tan dura como la simple vida, de sueños rotos, esperanzas desvaídas y de almas sórdidas. Gota a gota, plano a plano, se teje la historia en un ambiente sofisticado por un lado y deplorable por otro. La fotografía es increíble, con planos bellísimos describiendo las aberraciones más absolutas. Y Amy? Maravillosa. Y Jake? Portentoso. Y Michael? Impactante. Grandes actores para un gran film.

Esta película es un "must" del cine en el siglo XXI.
Ojalá la corta cinematografía de Ford se amplíe con títulos de esta tremenda calidad.

Serie con un trama bastante convencional pero que si que logra dar ciertos giros en los momentos adecuados para retorcerla, ganando así en intensidad e interés.

Excelente interpretación de Jessica Biel en su tormentoso papel, aunque en algún momento queda un poco "naive" en ese rol. Tampoco desentona Bill Pullman, aunque su personaje queda ciertamente desdibujado desde un punto de vista psicológico y que podría haber dado bastante más juego.

La imagen está muy cuidada, así como el ritmo marcado a lo largo de los 8 capítulos. No cae en redundancias y su desarrollo es agil

El mayor defecto, que considero importante, es el juego del director (guionista) con las imágenes de los recuerdos de la protagonista, cosa que le permite manipular con cualquier giro de argumento. En cierta medida engaña al espectador, pues esos "flashes" tan solo están en la cabeza de Cora que llevan al telespectador hacia los lugares que deciden para conseguir posteriormente sorprender con nuevos recuerdos.

En definitiva, serie fácil de ver y entretenida que, sin embargo, cojea en aspectos psicológicos de algunos personajes y el director manipula en exceso el desarrollo de la misma.

Comedia sin mayores pretensiones que combinar una serie de gags, algunos de ellos bastante divertidos, y que en gran medida consigue hacer pasar un buen rato entre risas.

Los estereotipados personajes dan pie a una serie de divertidas y estrambóticas situaciones que a buen seguro alguna carcajada hacen soltar. Ideal para una velada de tarde sin pretensiones en familia.

Danny de Vito, quizás una debilidad del que escribe, puede considerarse de lo mejor del film. No es comediante brillante, pero siempre permite sacar unas carcajadas (o almenos sonrisas) al espectador. Bates buena acompañante en este caso.

Siempre son difíciles las adaptaciones al cine de novelas de cierto éxito. Siempre suelen decepcionar, en mayor o menor medida, a nuestra visión preconcebida de la historia con las escenas y personajes que construimos en nuestra mente y que no casan con lo que vemos en la pantalla. Sin embargo, Guerra Mundial Z es decepcionante en cualquiera de los casos, independientemente si se conoce la obra literaria de Max Brooks o no.

La película no ofrece una serie de relatos a modo de crónica, como lo hace la novela, ni un reconstrucción de los hechos, como pretende hacernos ver el director Marc Forster. Tan sólo una serie de correcalles zombis de Brad Pitt por diferentes lugares del mundo y una Mireille Enos, en un decepcionante papel de amantísima esposa que espera el regreso del héroe, me parecen muy poco jugo sacado a la buena novela de Brooks. Y lo peor de todo es que puede que hasta se planteen una segunda parte!!!
En fin, decepción mundial zombi.

Interesante e inclasificable película, con un trabajado guión que va dando forma a una trama que empieza de una manera bastante naif, incluso vulgar, hasta darle la vuelta al calcetín con unas grandes interpretaciones de Bárbara Lennie y José Sacristán. Sin embargo, lo que más destacaría de esta película con una más que interesante fotografía, son sus elipsis en la historia; elipsis que dan sutura a las diferentes historias que se entrecruzan en la trama y que lejos de ser algo accesorio, forman parte de la esencia fundamental de la película. Quizás gran parte de la magia y magnetismo que desprende este largometraje emana justamente de lo que no se cuenta de forma explícita y que nosotros, como espectadores, hemos de dar forma y complemento final.

Sin duda, una de las mejores películas del año en el panorama cinematográfico español.