Definitivamente Anne y Jake la hicieron con esta cinta. Sus actuaciones y la combinación que hacen juntos logran rescatar la película de las garras de las simplonas e irritantes comedias románticas.

Se trata de una historia de amor inspiradora que nunca cae mal y más si tenemos en pantalla a dos personajes que se ganan todo nuestro cariño desde el principio. El final me ha parecido predecible y por supuesto raya en el común, pero bueno, tampoco he dicho que se trate de una gran cinta.

Vale la pena verla y seguro te enamorarás de la historia, pero es tan linda como fácil de olvidar.

No puedo pensar en una película que haya sido más infravalorada en su época como esta. Sin embargo me llena de satisfacción que hoy por hoy es muy reducido el número de personas que no hayan visto el film y que además no les haya parecido genial.

Tim Burton es admirable y es que atreverse a ir por caminos que nadie se atreve a tomar es un ejemplo de osadía y sobre todo de originalidad. Eduardo Manostijeras es, tal vez, el mejor film del director y eso es mucho decir porque tiene un número considerable de buenos productos.

Es una encantadora historia de amor con algo de drama, pero por encima de todo con mucha crítica social y ese es lado que muchos han decidido pasar por alto al valorar la película en todos estos años. Desgarradora si la vemos de esa manera y terriblemente acertada en todos sus aspectos, nos da un puñetazo en la cara y nos pone de bruces en el suelo obligándonos a juzgar la sociedad hipócrita y oportunista en la que vivimos. Es un retrato que no muchos saben entender.

Las actuaciones geniales. Johnny Depp, inmejorable. Me llena de alegría saber que estos dos personajes se acoplaron tan bien y espero seguir viendo más películas Burton-Depp. Nunca dejan de gustarme los rebeldes del cine.

Hoy por hoy una obra de arte.

Reconozco que desde que vi el trailer supuse que la película iba a ser tan comercial como descartable. Sin embargo me di la oportunidad de verla por una sola razón: Dianna Agron. Si, lo acepto soy fan de Glee y quería ver qué rumbo tomaba la carrera de la chica que popularizó a Quinn Fabray.

De cualquier modo mis suposiciones resultaron verdaderas. I'm numer four es una película para ver rostros lindos (vaya que lo son) y una trama sin ningún peso, ilógica hasta el extremo. Al guión le falta mucho y a las actuaciones otro tanto.
Los diálogos pudieron haber rescatado la cinta, pero son tan malos como la misma; cortos y fríos, no logran transmitir emociones al espectador. Creo que los efectos pueden ser, entonces, su punto a favor.

Ni siquiera se si como película comercial cumple su cometido de entretener porque yo si que me he aburrido.

Una comedia romántica que cae en los clichés y argumentos predecibles de todas las demás. Sin embargo no me ha disgustado del todo, sus actores son hermosos y sólo ese detalle te mantiene pegado a la pantalla.
Rescato que no fue empalagosa como me lo esperaba aunque la trama es bastante floja. Si tienes pereza de verla, sólo lee la sinópsis y conocerás toda la película, nada sorprendente.

Las actuaciones no son malas, de hecho Ashton Kutcher parece estar hecho a la medida de estas peliculas y su coprotagonista se adapta perfectamente en el molde, muestra de su gran capacidad como actriz.

Pero lo que más me inquieta y me preocupa es la decisión que tomó Natalie Portman al hacer esta cinta después del éxito que tuvo con Black Swan, cuando empezaba a consagrarse como una de las mejores actrices de la época. Considero que es hora de que la Portman empiece a ser más selectiva con sus películas y le deje las comedias románticas a Jennifer Aniston.

En conclusión ve a verla, ríete un poco con los actores secundarios, enamórate de los protagonistas y olvidala después de salir de la sala de cine.

Esta es una película que estaba destinada a ser la película del año o de la década desde el preciso momento en que se puso en marcha el proyecto y por supuesto desde que quedó en manos de Fincher.
Asombrosa y espantosamente fría e irritante, esta película es un perfecto retrato de nuestra sociedad en donde cada día las emociones importan menos y el control se convierte en el motor que mueve a personas y naciones enteras.
Entiendo perfectamente que Marck Zuckerberg haya puesto el grito en el cielo. Que levante la mano el que no haya sentido un pequeño atisbo de odio hacia él con la buena actuación de Jesse Fisenberg, aunque no dejo de pensar que podría haberlo hecho mejor.
Se trata de una historia mediocre contada magistralmente, con actuaciones aceptables. Debo admitir que no es mi favorita, pero como ya he dicho estaba destinada a causar furor y lo ha hecho.
Podría ganarse el Oscar y para mi seguiría estando mejor Inception.