"¿Cuánta oscuridad has visto en tu recorrido hasta aquí? La oscuridad de la raza humana, la oscuridad del alma. Yo sé que la viste.
Los humanos se aprovechan de los demás para llenar sus propios estómagos. Los amantes, incapaces de expresar sus sentimientos, se destruyen entre sí. Los egoístas no cumplen sus responsabilidades y se pierden en el vicio. Los hombres que alguna vez fueron honorables, se derrumban cuando se confrontan con la posibilidad de ganar dinero. Y los débiles de voluntad están demasiado deseosos de ser consumidos por la lujuria.
Los humanos pretenden ser criaturas con moral, pero se dejan llevar por los instintos más básicos. Son seres corruptos y malvados "

- El Dragon

Toda lo que pasó durante la serie es el preámbulo de este pequeño discurso. Aunque las historias que se contaron fueron sencillas, cortas y casi siempre con personajes simples, hacen que la reflexión del dragón cobre fuerza y se vuelva épica. Me aburrí bastante en algunos capítulos, pero valió la pena.

Además, pasa algo valioso en la serie. Una lección escondida, que no nos la dicen en ningún discurso, pero que está presente: El camino es neutral, depende de ti cómo te afecta: Ethan y Hanna recorrieron juntos el mismo camino; Ethan perdió su misericordia y empatía natural, Hanna se volvió piadosa y amable, incluso quizá se enamoró.

La primera mitad de la película es tristísima. No me da pena aceptar que estuve cerca de llorar cuando Arthur consigue el expediente médico de su madre y se entera que ésta permitía que abusaran de él cuando era niño. Toda la película es dura, pero esa escena... Carajo. Decepción, ira. Tan enojado y tan trastornado parece que Arthur sólo podía convertirse en ese asesino raro con la cara pintada.

Sí, sí, sí, todos nos alegramos con las pequeñas victorias de Arthur, con esas venganzas sangrientas que lo hacen pasar de víctima a victimario. Nada más no nos equivoquemos. Defenderse está perfecto, pero esta actitud anárquica es llamativa, no admirable. Es peligroso empatizar con un asesino serial, relámpago, príncipe payaso del crimen.

EN BRESLAVIA Y EL MUNDO NO EXISTE UN SÓLO HOMBRE INTELIGENTE

Desde el comienzo se declara la postura de la película respecto a que todos los hombres somos imbéciles. Cuando los tianguistas encuentran el primer cadaver, los policías - todos hombres - no pueden - despejar el área en donde fue dejado un cadáver dentro de una piel de toro; llega Helena, los humilla y hace a la gente a un lado con un par de oraciones. Mientras la detective para un caballo prácticamente con la mirada, su ayudante masculino es pateado en el cráneo por otro. Mientras la periodista es tenaz, el fiscal suda y sólo dice estupideces. Al final resulta asesina, no asesino. Vivimos en la era en que ser un hombre blanco heterosexual es ser lo peor del mundo. No sólo se es malo, se es idiota.

SITUACIONES ABSURDAS

1. Cuando los caballos corren desbocados, la gente hace un verdadero caos. Salen de sus autos. Esto, sin duda, es un comportamiento no sólo extraño, sino antinatural. Los transeúntes se ponen en peligro ellos solitos.
2. Lo mismo, pero más exagerado, pasa cuando la asesina deja caer el tambo con su arrendatario dentro. Carajo, es un tambo. Te quitas y listo, se acabo el problema.

MALAS ACTUACIONES

En la primera escena, cuando el vago insulta a Helena, éste camina balanceándose exageradamente. Primera escena, recalco. El fiscal es una desgracia. Sólo Malgorzata Kozuchowska, que encarna a Helena, lo hace bien y se echa la película al hombro. Bien por ella, de no ser por su actuación se hubiera echado a perder una buena historia.

La escena donde Phil se avienta al sillón después de hablar con Cate me hizo parar la película para reír, creo que porque yo tendría la misma reacción en la vida real.