Especie de telefilme inglés de sobremesa, de tono rancio y aburrido.
El guión es terrible.
La producción mediocre.
Desperdicia un grupo mítico de historia fascinante, pasando de puntillas y sin ningún gusto por personajes y situaciones.
Ni siquiera te deja disfrutar de las canciones, con una cutre versión final de un concierto que cualquiera puede ver en la red.

Asfixiante narrativa de alta calidad, en formato documental.

Nos cuenta cómo los monstruos, la culpa, el remordimiento, el amor, la bondad, la entrega, la crueldad, las lágrimas, los héroes, el recuerdo, la compasión, la tristeza, la injusticia, la ternura y el recuerdo, flotan sobre nuestras cabezas, mostrando que la verdad es el único camino y el silencio un enorme error.

Cual perro de Paulov, el campanilleo de su título despierta en mí un torrente de sentimientos y sensaciones que me obligan a revisarla.
Consciente de encontrarme ante una obra menor y un tanto sentimentaloide, visto lo visto, de lo mejor de Kevin Costner.
Algo parecido sucede con "Un mundo perfecto", mucho más consistente y redonda.

Mala, mala..... lo que se dice mala.
El genial Joffé debe atravesar una fuerte crisis económica para aceptar un encargo tan insustancial y propagandístico como este. De los 37 millones que ha costado le habrán pagado treinta y seis. No salgo de mi asombro.
Lo que es aún peor es la campaña propagandística que se ha realizado en los medios y en la red en pro de esta película. Una vergüenza, parece Zapatero negando la crisis.

Utilizo este título de la misma manera que el genial Groucho Marx hizo en su libro, para atraer en este caso, hacia una segunda lectura de la cinta, para mí la única.

Nos encontramos ante la agónica llamada de amor de un hijo hacia su madre, que se transforma en intenso sufrimiento, desembocando en infinito rencor.

En el otro lado, una madre dividida entre la frustración por un alumbramiento que la ahoga y limita, y el remordimiento que le produce su incapacidad de amar al neonato.

El desenlace es la única manera que una mente torturada hasta la enfermedad, encuentra para captar la absoluta atención que necesita de su progenitora, a la que ama y odia de forma desmedida.