Existen tres sencillas razones por las que "Ghost" es una de mis películas favoritas. La primera es porque me parece una bonita e imaginativa historia. Y la explicación es muy sencilla: dicen que cuando un ser querido muere, no se va de tu lado hasta que no te ve feliz. Eso mismo hizo Sam con Molly: la amaba, tenían una vida juntos e incluso, planeaban casarse, pero el desgraciado de Willy López terminó con eso de un balazo. Molly dijo, angustiada: "Aún puedo sentirte". Y no se equivocaba. Sam Wheat, la única persona a la que había amado, se había quedado a su lado hasta protegerla de su asesino y del verdadero culpable de todo: Carl, el que era el "mejor amigo" de Sam.
La segunda razón es más personal. Hace cuatro años que mi abuela materna murió, y, al igual que Molly, siento que aún la tengo a mi lado. Nunca se pueden olvidar ese tipo de cosas, y menos cuando se tienen nueve años.
Y la tercera y última razón por la que "Ghost" es una de mis películas favoritas es porque ha sido la única película que me ha hecho derramar casi tantas lágrimas de tristeza y alegría que "Titanic."
Aquel mismo año, se grabó otra película de éxito: "Pretty Woman", dirigida por Garry Marshall y protagonizada por el guaperas de entonces 41 años, Richard Gere, y una joven de 23 años, Julia Roberts. Hace un tiempo vi un documental de Cuatro sobre prostitutas, y el periodista le preguntó al jefe: "¿Y no hay ningún cliente que se preocupe por la chicas", a lo que el respondió: "No. Pretty Woman es sólo una película. Esas cosas no ocurren en la vida real". Ahí me di cuenta de que "Ghost" es, en muchos sentidos, más real. Y aunque los noventa no fue la mejor década del cine, este clásico con Patrick Swayze, y una joven Demi Moore, es ya, ¿por qué no decirlo? Una de mis favoritas.

París. 1844. Un joven Alexandre Dumas de 20 años mantiene una relación con una cortesana afamada de la época enferma de tuberculosis, llamada Marie Duplessis (nacida como Alphonsine Plessis en 1824).
Cuatro años más tarde, y tras la muerte de Marie (a quien había abandonado por miedo a contraer la tuberculosis), escribe la magistral obra "La dama de las camelias", nombrando a Marie bajo el seudónimo de Marguerite Gautier. La obra fue un verdadero éxito. De hecho, es uno de mis libros favoritos.
Por eso, después de habérmelo leído miles de veces a mis 14 años, sigo pensando aún hoy que la versión de "Moulin Rouge" de Baz Luhrmann es una burda copia, más o menos como "Poseidón" de "Titanic".
Satine es una cortesana bellísima que malvive en un prostíbulo de París, a finales del siglo XIX (más o menos en 1900). A mitad de la historia, se ve obligada a abandonar a Christian por culpa del duque. Eso es más o menos lo que pasa en "La dama de las camelias", aunque esta vez Marguerite se ve obligada a abandonarle por petición del padre de Armand. Quien se haya leído el libro, verá las grandes "similitudes". Es más: Baz Luhrmann se inspiró en este personaje para crear a Satine.
Está bien inspirarse en otros personajes para crear uno nuevo, pero no copiarlo enteramente. De hecho, en una de las escenas eliminadas, se ve como Christian discute con su padre porque este le dice que terminará malgastando su vida con una bailarina de can-can.
La adaptación cinematográfica es loca, burda, absurda y sin historia. Utilizan canciones para reflejar sentimientos, cuando un drama como este debería ser sin canciones. La muerte, por ejemplo, si ha de tener música triste, pero no la típica de violines.
Las actuación son muy secas. Nicole Kidman tiene ese toque de "français vaudeville" del que todos estamos muy hartos (un claro ejemplo es cuando abre la puerta estando en la habitación con Christian y detrás está Harold con el duque).
Ewan McGregor empeora año tras año. Primero "Moulin Rouge", luego "El escritor" y por último la estupidez de "El hombre que miraba fijamente a las cabras". ¿Dónde se ha visto semejantes tonterías? Si tengo que elegir entre algún filme de su carrera, sin duda sería este.
La dirección de Luhrmann es... corriente. Como una versión tonta de "Romeo + Julieta". Será porque pertenecían a la misma trilogía, junto con "Stritcly Ballroom", con Fran Drescher.
"Margarita Gautier", una adaptación de George Cukor en 1937, con Greta Garbo y Robert Taylor, tampoco es una gran adaptación. Como todas las demás.
Por eso pido desde aquí a todos los cineastas que sean fieles a las versiones originales, y que algún buen director (mientras no sea Woody Allen o Baz Luhrmann) que adapte "La dama de las camelias" al cine, siempre y cuando sea totalmente fiel a la mejor novela, no sólo del siglo XIX, sino de la historia. ¡Gracias por haberme hecho soñar con que el amor es eterno!

La serie está bien para el público infantil y juvenil, pero sinceramente, no le veo el argumento por ninguna parte. Miley Cyrus sigue como siempre, sin mejorar su forma de actuar desde 2006 y haciendo publicidad del personaje, sin hacer otra cosa en la vida.
¿Pero. qué vas a hacer cuando se pase la moda de Hannah Montana? ¿O crees que el éxito durará siempre, eh. bonita?
Y encima, que no paran de repetir capítulos...
Vaya por Dios.

La primera vez que vi BILLY ELLIOT tendría seis o siete años. Le guardó un cariño especial porque mi hermana nació en el 2000, el año de su estreno.
Como muchas otras películas me convenció aún más de la frase tan común "Los sueños se hacen realidad" es cierta. El futuro es para los que luchan.
Volví a ver esta película hace unos días en el instituto. Veía a mis compañeros reírse por ver a un chico bailando, y casi cometo la segunda matanza de Texas.
Aún así, me sorprendió descubrir que todos estos años no habían sido una quimera, que efectivamente BILLY ELLIOT se merecía todo mi cariño y la más radiante de sus sonrisas con tan sólo nombrarla.
Volvemos al tema de siempre. La maldita intolerancia. ¿Por qué la gente cree que bailar ballet es sólo de chicas? A mí me encanta ver el ballet, me parece algo hermoso, pero nunca lo he bailado. Cuando era niña mis padres no me pusieron un tutú y me obligaron a ir a clases de baile, como no obligaron a mi hermano ir a fútbol ni a mi hermana a natación. Tuve la suerte de tener unos padres más desarrollados ideológicamente, que me enseñaron que bailar no es de maricas y que jugar al fútbol no es de marimachos.
Ojalá todas las personas pensaran como ellos.
Desde aquí quiero hacer un llamamiento a todas las personas que, como Billy, viven reprimidas por el qué dirán: No les hagáis ni caso, pelear con uñas y dientes por lo que deseáis, porque como decía Eleanor Roosevelt, el futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.

Como el propio título indica, no es de las mejores, pero sí una de mis favoritas. Parece que esta película es un desorden, pero al menos, Bogart sigue usando el sarcasmo que me encanta de él. A sus 53 años (en la película), no perdió la esencia de seductor que se ganó años atrás.
Aunque no esté a la altura de CASABLANCA, deberían hacer películas como éstas hoy día. Salvo algunas excepciones, todo basura.