Soy cada vez más conciente de lo subjetivo que puede ser que una película te guste mucho, poco o nada. Esa subjetividad probablemente dependa de mil factores circunstanciales, como llegar al cine cansado o de mal humor, estar triste, hacerte demasiadas expectativas, estar dispuesto a dejarte convencer o sorprender; en fin, la gama de posibilidades al apagarse la luz y encenderse la gran pantalla es amplísima.

Por eso muchas veces lo que para algunos es una joya del cine a otros les parece una porquería. Y ello en todos los géneros y en la gran mayoría de las películas (no sé si el cine porno podría ser una excepción, porque francamente desconozco el área, pero quién sabe).

Así es que sólo puedo decir que esta película me ha sorprendido y encantado. Ryan Gosling le entrega ternura e inocencia a un personaje muy fuera de lo común. El guión es simplemente ingenioso, las actuaciones son delicadas, la película es sencilla y, sin embargo, logra crear un estilo muy conmovedor. De ese cine en que te reconcilias con el género humano. En pocas palabras: resuma buen rollo.

Aunque siempre está en el límite entre un cuento de hadas y una comedia sarcástica de cine indie, destaco de la historia lo que significa el sentido de comunidad, la tolerancia a la diferencia, el enganche colectivo de un pequeño pueblo por intentar ayudar a superar un problema que, en el camino, convierte a un "objeto" (llamado muñeca) en una nueva vida con nombre, memoria e historia. Biaca se convierte, poco a poco, en el reflejo íntimo de lo que cada personaje del pueblo necesita.

Por otro lado, la cruda idea de soledad de Lars, que es el origen aparente de todo aquello que se desencadena, y que es la que nos puede llevar a tener los comportamientos más inverosímiles sin siquiera darnos cuenta. Rodeado de tanta gente y al mismo tiempo tan solo.

Recomiendo Half Nelson (2006) con un Ryan Gosling soberbio en el papel protagónico de un profesor de Historia de adolescentes enganchado a las drogas. Versatil y nuevamente mostrando una gran calidad actoral. A ver con qué nos sorprende la próxima vez.

Más allá de los argumentos técnicos y estéticos de esta interesante película, salí del cine con la agradable sensación haber visto algo diferente, y con la necesidad de preguntarme por qué el adolescente de origen árabe que entra a la cárcel convertido en un pobre don nadie sale de ella como un adulto seguro de sí mismo. Por qué se llama el profeta?

Hablamos de un constante superviviente, pero también de alguien que durante los 160 minutos que dura metraje se dedica a deambular y aprender. Aprende a leer, a oir consejos, a moverse sin dar un paso en falso, aprende a matar para ser protegido, a hablar el idioma de los corsos, a no decir nada de lo que no esté seguro y a relacionarse lenta y funcionalmente con todas las tribus que habitan ese laboratorio que se llama cárcel. Cada momento se arriesga al límite, pero también, y lo más importante, aprende a esperar.

Profeta: Hombre que por señales o cálculos hechos previamente, conjetura y predice acontecimientos futuros. Un profeta posmoderno, para sí mismo primero y, por defecto, para otros. Un profeta sucio, intranquilo, ansioso. Uno que no profetiza, que no vende una verdad sino que crea la suya propia.

Frente a semejante realismo, nadie espera que necesariamente las cosas le vayan bien. Pero no le va mal. Pareciera que a Audiard no le interesa transmitirnos una determinada moral, y eso es lo más agradable de la película. No hay buenos ni malos, sino diferentes tipos de cabrones marginales utilitarios en un constante aprendizaje para llegar a afrontar con perfección, algún día, su salida al mundo exterior. Como tantas otras veces, lo importante es el camino.

Más allá de la filmografía del director, de las actuaciones o del estilo cinematográfico, cosas a las que se hace mucha referencia en esta página, esta película me parece un artefacto de relojería desde el punto de vista psico-socio-cultural, básicamente por ser capaz de combinar en forma virtuosa y cotidiana tres críticas en un sólo filme:

1. La crítica al mundo laboral de los años 50 en EEUU, y probablemente en muchos lugares más, que no es sino consecuencia del proceso de industrialización que homogeneizó a los trabajadores y redujo las cabezas pensantes al lenguaje de la productividad y eficacia del mercado. En este sentido, inevitable recordar a "tiempos modernos" o "brazil", en la lógica del nuevo masivo tecnócrata de "cuello blanco".

2. La crítica al mundo social, que en su deber ser era un mundo esplendoroso de gente en apariencia feliz por su capacidad de consumir y vivir un determinado "estilo de vida". Los valores predominantes relacionados con la familia tradicional y la división de género (hombres trabajadores, mujeres sonrientes dueñas de casa), al alero del dudoso éxito laboral, generaban una sociedad mayoritariamente conformista y reprimida. Un ejemplo genial es oir a Katty Bates explicarles a los Wheleer sobre el maravilloso doctorado de su hijo (un genio matemático loco y terriblemente sensato, genial alter ego) y el pequeñisimo problema psiquiátrico que le aqueja, para preguntarles si le harían el favor de conocerlo.

3. La crítica a las escasas relaciones de pareja que subsistían fuera de la curva normal, como los Wheleer, cuyos sueños se ven presionados por los valores de esta nueva sociedad "de mercado", donde es más fácil y menos riesgoso asumirse conformista a los 30 y vivir una vida de aburrimiento, que la posibilidad de probar algo diferente.

La pregunta podría ser cuán lejos estamos ahora de aquella forma de vivir. A mí me parece que no mucho, tal vez porque aún los árboles no nos dejan ver el bosque.

Es cierto que antes de verla se sabe qué ocurrirá. Eso le resta interés?

Varias cosas:
La caracterización del Conde Drácula da miedo. Su rostro enjuto y blanco, sus uñas y dientes de castor sacados de la obra de murneau... esa penetrante y silenciosa mirada. Buenas y grandes sombras. El Conde tiene instinto de supervivencia, como cualquier animal, pero su rostro muestra que sufre, y eso lo vuelve más humano. Quién no sufriría de vivir para siempre? La película va de menos a más.

Para que la historia de Drácula funcione, tiene que ser y estar en otra época. Sobre todo, una época en que la ciencia se vuelve la verdad. El hecho que nadie crea en fantasmas ni en vampiros hace que pueda ocurrir todo lo que ocurre. Sólo Lucy cree en vampiros, pero a ella nadie le cree. La gente le teme a la enfermedad que trae Drácula, a la peste y los ratones, y esas son las causas visibles del caos.

Lucy es la heroína. La mujer pura que se sacrifica para seducir a Drácula hasta que llegue el sol. La película logra suspense en los momentos en el castillo, un buen ritmo durante el viaje de regreso en barco y, aunque poco desordenada, en el descenlace. Por momentos me pareció notable. En algunos otros, no lo pude evitar, me dio risa.

Buen remake, inevitable no hacerlos; pero puestos a valorar mejor aún el de Coppola.

Esta historia de marginalidad en la España post franquista relata las horas y días de una pareja joven y sus colegas de la vida. Tíos buenas personas, amigos fieles, viven en comunidad y disfrutan del tiempo libre. Tienen proyectos y expectativas, quieren comprarse un piso o conocer el mar. La única diferencia con cualquiera, es que su trabajo consiste en robar.

Las actuaciones no son tan creíbles como el realismo con que Saura muestra sus vidas medio anodinas/medio arriesgadas, y gracias a eso se acaba entrando en la historia. Lo que menos hace Saura es ir deprisa. Lo bueno de ello es que se proponen, por lo menos a nivel de titulares, personajes que contienen más de lo que se ve. Excelente banda sonora y buena cadencia del relato.

Lo malo es que, aunque tiene buen final, da la sensación de que le falta algo. Probablemente el escaso diálogo y las actuaciones poco refinadas (sobre todo la de Pablo) restan.

Algunos Datos relacionados:
La misma mano del productor, Elías Querejeta, se nota 10 años después en la notable película "barrio" (1991, Fdo León de Aranoa), sobre unos colegas que viven en un barrio marginal de las afueras de Madrid y, para entretenerse y conseguir pelas fácilmente, se dedicar a hacer pequeños robos. De seguro Barrio coge elementos de aquí, sobre todo el guiño al conductor del noticiario de TV3 con su particular voz, que aparece en ambas películas además de que aún sigue leyendo noticias.