Pues sí, repentinos cambios en la historia, o por lo menos giros inesperados que dan nuevas posibilidades a la historia, o por lo menos te hacen darte cuenta de algo que ha pasado, momento en el cual sonríes y exclamas : ¡Ah, claro!
Pero la película no es sólo eso. Tiene tres grandísimos actores: Jodie Foster, Clive Owen y Denzel Washington. De Owen me gustaría resaltar que para mi gusto cada vez es mejor actor, y cada vez es más importante. También mencionaré la conocida habilidad de Denzel para hacernos sentir lo que él siente, aún haciendo siempre de policía fuerte. Es por eso que siempre hace de bueno. Aquí, sus detractores dirán que habrá que verlo en esos papeles, pero yo no lo necesito, porque sólo con ver algunas películas suyas se aprecia la habilidad antes mencionada, que lo convierte en buen actor.
Conclusión: yo os recomiendo ver la película. A mí me gustó y, aunque sé que igual a vosotros no os gusta, considero muy difícil que no os haga pasar un rato, al menos, entretenido. lo dicho, tres grandes actores y una continua sensación de no saber todo lo que está ocurriendo.

Esta historia nos muestra diferentes maneras de ver una misma realidad. El punto de vista de Gloria Swanson es confuso, aunque ella quiera hacer gala de una falsa y estrambótica fe en sí misma. Creo que para este personaje hicieron lo correcto al contratar a una actriz que claramente sobreactuaba (véase la famosa escena de la escalera) La suya es, en mi opinión, la historia más importante que nos cuentan en la película, aunque el protagonista sea realmente William Holden. Lo digo porque, sin entrar en más detalles, su austeridad y la sensación de amargura que da, son, desde mi punto de vista, las ideas claves sobre las que se sustenta la película.
En general, no es esta una película de escenas brillantes o de gags graciosos; simplemente retrata el ocaso de las estrellas, es decir, el crepúsculo de los dioses.
En mi opinión, su punto negro es que nos cuentan desde el principio cómo va a acabar, algo que yo nunca he entendido

Veía yo que mis amigos le daban dieces a esta película y me daban ganas de verla. Pues tenían bastante razón, sí. Yo no pienso que esta sea una película de 10, pero sí muy agradable de ver, ya que Jamie Foxx lleva la película como si fuese un hilo de seda. No llega a ser emotiva en ningún momento, pero sí a veces dulce. Todo lo bueno que os han dicho sobre esta película, sobre todo en los anuncios, es verdad.
La trama sólo es correcta aunque, eso sí, bastante original. Tampoco Tom Cruise hace una actuación para poner los pelos de punta, aunque sí bastante buena, la verdad. El elemento definitivo de esta película es ese gran actor-rapero que es Jamie Foxx. También hay algunas cosas interesantes, como algunas argucias que llevan a cabo los personajes y que hacen que la película sea entretenida.
El problema es la densidad de la película a lo largo del tiempo: empieza bastante fuerte, luego es un rato aburrida, y la última hora es trepidante, con algunas buenas escenas de acción incluidas. Y digo que es un problema porque durante el rato que es más 'light', que serán unos 40 minutos, al espectador le pueden dar ganas de dejar de cerla, porque no sabe que al final sí que acelera.

Hombre, la película es muy dramática y muy intensa. Tiene un gran reparto. También está muy bien caracterizada, tanto los personajes como los escenarios. Además, los actores actúan muy bien. Entonces, ¿por qué no le doy un diez? Bueno, la respuesta está en el spoiler, pero bueno, en general, para el que no la haya visto, le diré que el argumento es bastante forzado en algunos puntos... Por cierto, para el que le guste el fútbol, el personaje de Paul Newman se llamaba Owen Rooney, como la delantera de Inglaterra...

Esta es, junto con "Largo domingo de noviazgo", la película más agradable que he visto, y con diferencia. Pese a una trama que pueda al principio parecer insulsa, pero que va desembocando en una mezcla de historias que te atrapa totalmente, esta película está tan bien contada y con unos efectos luminosos tan bellos que valdría la pena contemplarla sin fijarse en la historia, con el único objetivo de sentirse deslumbrado por esa maravillosa sucesión de imágenes, del mismo modo que admiraríamos un cuadro o escucharíamos una canción.
Además de su belleza sensorial (tanto por sus preciosas imágenes como por sus bellas músicas, que ayudan a teletransportar al espectador a este mundo de fantasía), esta película cuenta con la ternura de su protagonista, y con la gentileza desde la que se abordan en casi todo momento las pinceladas que nos aportan visiones reveladoras acerca de su carácter. Realmente, esa gentileza está presente en casi todas las descripciones, mientras que cuando se describe a algún personaje antagonista, se hace desde la óptica de la pillería, y no desde la de la maldad absoluta, como para evitar que reste belleza a la historia de la película.
Como ya comentaba al principio, el periplo de Amelie comienza de manera más bien inocente, pero va desembocando a lo largo del tiempo en un conjunto de pequeñas historias personales más o menos entrelazadas en las que la acción sucedida durante el transcurso de la película puede incluso dar sentido a toda una vida. Aun así, no todo es belleza poética durante la película, sino que también hay lugar para el humor, basado en su imprevisibilidad y mayoritariamente de índole sexual.
Para valorar esta película no hace falta juzgar las actuaciones, ni buscar dobles sentidos al argumento ni nada parecido; la belleza de su historia y de su presentación hacen que esta película merezca totalmente este diez. Sin paliativos.