La película trata sobre la infección de los habitantes de un edificio de lujo por parte de unos parásitos que les sube la libido hasta el punto de convertirlos en "zombis" hambrientos de... sexo.
Se le nota mucho que fue una de las primeras películas de Cronemberg y que además tenía un presupuesto bajísimo. Salvando a los intérpretes principales, las actuaciones del resto del reparto son terriblemente malas y las cámaras fijas tampoco ayudan precisamente a disimularlo dándole al conjunto el aspecto de una película de video barata.
Por si fuera poco la película no se atreve a dar la talla de lo que el propio guión le exige, probablemente porque la moralidad norteamericana tampoco lo habría permitido, y todo queda en un "quiero y no puedo", es decir, que, excepto en escenas muy contadas, no te crees que toda esa gente con la libido subida realmente este violando a diestro y siniestro. La historia exigía mas desnudos y violencia y al carecer de todo esto pues ciertas escenas acaban siendo hilarantes cuando no deberían serlo.

Película de serie B sorprendentemente entretenida, a medio camino entre "Tiburón" y "La mujer y el monstruo", que trata sobre estos monstruos marinos humanoides que salen del mar para... matar a los hombres y violar a las mujeres... Los monstruos aparecen en pantalla y mucho, se les ve bastante bien y están bastante conseguidos. Eso, los desnudos y algunas escenas sangrientas que hace que te los tomes un poco más en serio hacen que la película sea la mar de entretenida. Eso si, las escenas de los monstruos siguiendo a las chicas desnudas tienen algo de delirantes, de absurdo. Por cierto, la banda sonora recuerda un montón a la de "La Isla del Doctor Moreau" de Burt Lancaster, Michael York y Barbara Carrera.

Me quedo pendiente de volver a evaluarla porque se me ha hecho extraña.
La narración resulta un tanto errática, divagante. Visualmente resulta curiosa por el color, los escenarios y el vestuario. Los personajes secundarios lamentablemente intentan evocar la excentricidad de los que a veces aparecen en películas francesas, muy en la linea de Amelie (2001), pero no lo consiguen. Los guiños, las referencias a los inicios del cine, parecen un poco forzadas en la mayoría de las ocasiones. El final de la película tampoco te deja satisfecho ya que al George Melies de Ben Kingsley, el cual se supone que debería despertar alguna simpatía, sigues sin perdonarle el trato que le da al chaval al principio.
Finalmente me parece un poco incongruente que, siendo absolutamente todos los personajes franceses, ninguno de los actores que los interpreta lo sean. Eso sí, a pesar de eso, a destacar el trabajo de los dos niños, especialmente el de Chloë Grace Moretz.
Y aún no se cual es la invención de Hugo.

Ante todo diré que no soy un gran fan de Underworld aunque sí de hombres lobos y vampiros. De esta saga lo que más me gustó fue la tercera parte y el trozo de la segunda que transcurre en la edad media así que avisados estáis.
Pues eso, ni pies ni cabeza. Argumento simple, situaciones absurdas y diálogos estúpidos. Para empezar por muy buena que este Beckinsale no consigo empatizar con su personaje; al principio se supone que los humanos son los malos cuando solo hacen lo que es lógico que hiciéramos si descubriéramos que los vampiros y hombres lobos existen.
Por otro lado hay un montón de cosas que no entiendo: No entiendo porqué los sistemas de seguridad con los que tienen recluida a la protagonista son tan malos ni porqué guardan su ropa. Ni porqué durante su huida al principio nadie se transforma para intentar evitarlo. Ni porqué todo el mundo se empeña en dispararle con munición que no solo no hace daño a un vampiro sino que ni siquiera hace agujeros en la ropa. Ni porqué los hombres lobos se empeñan en realizar ataques cuerpo a cuerpo contra vampiros que van armados con munición de plata.
Por otro lado es curioso como cuando descubren que la niña no se regenera no les da por pensar que necesita alimentarse cuando la propia protagonista unas escenas antes recurre a ello para regenerar una herida en la cabeza.
En fin, esto va camino de convertirse en Resident Evil...
A resaltar...

No me entusiasman las películas de zombis, poseídos o infectados que los llaman ahora. Más que nada porque siempre es lo mismo... pero son zombis, no se les puede pedir más. Lo que me llamó la atención de la primera película era lo que a todo el mundo supongo, era en un edificio de vecinos como en el que vive cualquiera, con vecinos que parecían reales y todo ello visto a través de lo que graba una cámara in situ, sin (aparente) edición.
Cuando vi la segunda buscaba más de lo mismo pero debido a los personajes, las malas interpretaciones y ciertas malas decisiones en el tema del origen de los infectados la cosa no me gustó demasiado.
Esta tercera entrega, debido principalmente al abandono de la perspectiva de cámara en mano, es un producto más cinematográfico a la altura de la mayor parte de las películas de infectados o los capítulos de Warking Dead. Pero eso, que es más de lo mismo. Una pena porque la parte del principio, mientras mantiene la estética de cámara en mano prometía mucho.

En fin, que mala no es, está entretenida... pero es más de lo mismo.